El 2 de noviembre de 1308, la Orden del Temple capituló el castillo de Castellote después de resistir el asedio por parte de las tropas de Jaime II durante diez meses y con el apoyo del pueblo. El pasado sábado la localidad del Maestrazgo conmemoró este hecho histórico, transformándolo en una recreación festiva que la Comisión Templaria pretende que perdure en el tiempo.
Al anochecer, los castellotanos subieron con más de 300 antorchas y farolillos hasta el castillo, donde se representó la capitulación por parte del último comendador templario, Fray Guillem de Villalba. Celebraron así la resistencia heroica de los caballeros templarios, ayudados por 40 hombres de armas, que se atrincheraron en la fortaleza desde el 20 de enero de 1308.