Al menos 26 explotaciones bovinas del Maestrazgo presentan síntomas de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica
La incidencia en los ciervos de los Montes Universales desciende y apenas ha afectado al ovinoLa Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) está causando una gran alarma entre los ganaderos turolenses, especialmente entre los de vacuno ya que hay al menos 26 explotaciones en la zona del Maestrazgo afectadas por el virus, que ya ha provocado media docena de muertes. Se trata de una patología que afecta los rumiantes, especialmente bovino y cérvidos, y de momento ya se han localizado 80 cadáveres de ciervos en la Reserva de los Montes Universales.
Desde el Colegio de Veterinarios muestran su preocupación e instan a los veterinarios de las Agrupaciones de Defensa Sanitaria (ADS) a realizar controles a nivel profiláctico para frenar el avance de los mosquitos transmisores de la enfermedad, que son los del género Culicoides, que es uno de los más comunes.
En la zona del Maestrazgo, donde hay por ahora 26 explotaciones afectadas de las 86 que forman parte de la ADS de bovino, llevan ya días aplicando desinsectantes tanto en los propios animales como en los transportes, ya que el 100% de la cabaña está ahora en extensivo. Los propietarios calculan que hay unas 160 reses contagiadas y aseguran que cada día aumenta el número, aunque apenas hay muertes y la mayoría de los animales tratados se recuperan. Su mayor preocupación es qué va a ocurrir con las que ya lo han superado pero tienen graves secuelas.
El presidente del Colegio de Veterinarios de Teruel, Héctor Palatsí, detalló que están afectadas por EHE el 40% de las explotaciones de vacuno de Teruel, una cifra que según los veterinarios de las ADS podría incrementarse en los próximos días. Indicó que también están infectadas “el 20% de las explotaciones de ovino”, aunque los veterinarios de varias ADS aseguraron que ellos no han detectado animales enfermos, ya que son asintomáticos. Sin embargo, Palatsí precisó que algunos sí presentan sintomatología y entre la más característica en el ovino está la lengua inflamada y la salivación, así como las erupciones en la zona labial.
En el caso de los terneros, los síntomas son abundantes y se pueden dar uno o varios de forma simultánea, aseguró Héctor Palatsí. Entre ellos están fiebre, anorexia, edema facial, descargas oculares y nasales, salivación, disnea, eritemas en la zona de las ubres y cojera. “Para los ganaderos resulta muy sencillo darse cuenta de que sus reses están enfermas porque son esos los síntomas”, comentó. También entre los ciervos es fácil detectar el virus ya que pierden el sentido de la orientación, de la huida y la coordinación.
Los mamíferos, salvajes o domésticos, se infectan de EHE siempre por la picada de un mosquito ya que no hay contagio entre animales. En ningún caso afecta al ser humano, ni por contacto con esos animales, ni por consumo de carne o leche procedente de ellos, ni siquiera por la picadura de los insectos que sí los transmiten a los rumiantes. Una vez superada la enfermedad quedan inmunizados.
La mortalidad que provoca la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica entre los animales afectados es baja, de entre un 4% y un 8%, pero aún así Héctor Palatsí alertó de las graves pérdidas que esta enfermedad puede provocar en el sector, que ya de por sí atraviesa momentos difíciles.
Rocío Marín, veterinaria de la ADS de bovino y ovino de Cantavieja, que es la zona más afectada por el virus junto a la Reserva de Caza de la Sierra de Albarracín, concretó que 26 de las 86 explotaciones que forman parte de la agrupación “tienen animales con síntomas compatibles con la enfermedad”, lo que supone entre un 25% y un 30% del total de las explotaciones, que aglutinan a 4.000 cabezas.
La sanitaria explicó que la enfermedad se muestra “más virulenta en aquellos animales que tienen alguna patología previa o que no están bien de salud”. Cada día surgen nuevos casos y los ganaderos ya están tomando medidas para prevenir la parasitación por los mosquitos. También les aplican tratamientos antibióticos y antiinflamatorios a los que presentan la enfermedad y que propician que la mayor parte de las reses enfermas se recuperen.
En lo que respecta a los ciervos, la mortandad tampoco es demasiado elevada, y entre los cadáveres encontrados hay desde gametos hasta ciervos adultos y de ambos sexos. El problema en la Reserva de los Montes Universales es que no se puede tratar a los animales ni tampoco desinsectarlos porque se trata de fauna salvaje. Fuentes cercanas a la reserva indicaron que en los últimos días se ha localizado un menor número de cadáveres y barajan la hipótesis de que la incidencia esté bajando al estar muchos animales inmunizados por haber sido portadores del virus.
Desde la Reserva de Caza indicaron que aunque se han contabilizado 80 animales muertos, la mortandad con respecto al total de los animales es asumible ya que es de en torno al 10%. Es la primera vez que estos ciervos de la Sierra de Albarracín se ven afectados por una enfermedad contagiosa tan virulenta.
Los ganaderos están preocupados por el sobrecoste que la realización de los tratamientos desinfectantes puede suponerles así como por las pérdidas ocasionadas si sus animales se contagian. Por otro lado, calculan que el coste del tratamiento de cada animal enfermo ronda los 100 euros. Desde el Gobierno de Aragón están estudiando posibles medidas para ayudar al sector y el pasado sábado emitieron un comunicado instando al Gobierno de España a activar un protocolo y articular ayudas que desde el Ejecutivo autonómico están “dispuestos a complementar”.
Sin afección en el ovino
En cuanto al ovino, Rocío Marín aseguró que en las explotaciones del Maestrazgo no se ha detectado ningún caso. En estos mismos términos se mostró el veterinario de la ADS de ovino de Alfambra Pancrudo, Julián Sancho, quien recalcó que aunque las ovejas “pueden ser portadoras y transmisoras del virus, no manifiestan los síntomas”. Así mismo se pronunció Ángel Artigot, veterinario de la cabaña ganadera trashumante de la Sierra de Albarracín, quien aseguró que “son portadoras asintomáticas”.
Aurelio Badal: “Tengo un semental que ha perdido 600 kilos y hasta el color”
Aurelio Badal es ganadero de La Cañada de Benatanduz y hace quince días detectó el virus en su explotación. Desde entonces se han contagiado hasta una docena de animales, y aunque ninguno ha fallecido aseguró que tal vez cuando se publique la información ya habrá muerto alguna. Tiene varios animales en la enfermería, con tratamientos, entre ellos un semental que pesaba 950 kilos antes de contagiarse y se ha quedado en 350: “Ha perdido hasta el color, era rojo y ahora ni se sabe”, dijo. El ganadero indicó que la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica no afecta a todos los animales por igual, algunos apenas tienen síntomas y otros fallecen. “Recogí tres vacas, dos de ellas ya se han recuperado totalmente y otra no se puede ni levantar”, dice. Lo peor, a su juicio, es el estrés que les provoca no saber la evolución de la patología ni la efectividad de las desinsectaciones que realizan, ya que no saben la persistencia que tiene el mosquito.
Manifestó que, además de las pérdidas provocadas en la cabaña ganadera, la patología les ha provocado un gran incremento en los gastos tanto por los productos para evitar la incidencia del mosquito como para los tratamientos, que cifró en unos 100 euros por animal enfermo. “Ya nos hemos reunido con representantes del Gobierno de Aragón para que nos ayuden”, dice.