2020, el año en el que Sarrión vio al fin iniciarse las obras del riego para la trufa
Los trabajos comenzaron días después de iniciarse el estado de alarma, en el mes de marzo, y han avanzado a buen ritmo para ejecutar 4,16 millones
El año 2020 se recordará para siempre en Sarrión y no solo por la pandemia del Covid-19, sino también porque ha sido en el que han comenzado las obras de regadío para llevar el agua hasta 617,78 hectáreas plantadas con carrascas truferas. Las obras se iniciaron en marzo, pocos días después de declararse el estado de alarma, y en 7 meses se han ejecutado actuaciones por valor de 4,16 millones de euros. El presupuesto global asciende a 15,32 millones de euros y la previsión es que las obras, que avanzan hasta el momento al ritmo previsto, concluyan en el año 2022.
Actualmente se está trabajando en la balsa número 1, mientras que en la número 2 ya ha finalizado el movimiento de tierras. Ya se han excavado más de la mitad de las zanjas por las que discurrirán las tuberías, que suman en total casi 300 kilómetros de los que ya se ha colocado en torno a la mitad y el 30% ya han sido probadas. Los responsables del departamento provincial de Desarrollo Rural del Gobierno de Aragón incidieron en la gran coordinación que existe con la Comunidad de Regantes en las numerosas cuestiones e incidencias que han surgido durante estos mese de obras.
La empresa que ejecuta la obra es Tragsa que ya ha colocado un total de 150 kilómetros de tuberías con las que se irrigarán 617,78 hectáreas de 134 propietarios y distribuidas en 929 parcelas. La superficie media de las parcelas es de 0,84 hectáreas y cada propietario posee de media una extensión de 7,09 hectáreas.
De los 4,16 millones de euros que se certificaron en 2020, 2,35 han sido costeados por la Comunidad de Regantes y el resto los aporta el Gobierno de Aragón. El plazo de ejecución de las obras es de 40 meses.
El proyecto abarca más de 10.000 hectáreas principalmente del término municipal de Sarrión, aunque también hay algunas en los de Albentosa, Manzanera y La Puebla de Valverde. A la gran superficie que abarcan las tuberías de riego, que suman un total de 294 kilómetros, entre las principales y los ramales que distribuyen el agua a las fincas, se suma la diferencia de cota entre unos lugares y otros, de 400 metros, según explica Ricardo Ibáñez, ingeniero agrónomo del Gobierno de Aragón en Teruel y responsable del proyecto desde sus inicios.
Todo ello hace que los trabajos se lleven a cabo en seis sectores diferentes, de los que 3 se terminarán este año, además de las balsas, cuya ejecución ya está muy avanzada.
Tres pozos
El agua se obtiene de tres pozos, dos ubicados en la zona comprendida entre el Llano del Pobo y Lomas de Babor. Estos acuíferos llenarán una balsa de 62.000 metros cúbicos de capacidad que se construirá en una extensión cercana a las 2 hectáreas de terreno. El tercer pozo está en la zona de la Cruz-Ermita de San Cristóbal que abastecerá a una balsa que es la que se está construyendo en la actualidad y que tiene capacidad para 10.000 metros cúbicos.
En el año 2003 se hicieron los tres sondeos de investigación en función de los que se establecieron unos caudales de explotación de 80 y 90 libros por segundo en los de la zona de las Lomas de Babor y de 60 litros para el pozo de la ermita de San Cristóbal.
Las expropiaciones se iniciaron a mediados de junio de 2019 y en septiembre de 2020 se publicaron las fincas pertenecientes a propietarios desconocidos con los que no se ha contactado.
El proyecto del regadío social de Sarrión contempla una segunda parte que ya está en proceso de evaluación ambiental y que sumará 333 hectáreas distribuidas en 515 parcelas. Afectan a 112 propietarios y se localizan en los términos municipales de Sarrión, Albentosa, Manzanera y La Puebla de Valverde. Se apoya en la red y elementos principales de las obras en ejecución por l que supondrá un abaratamiento de los costes. El coste por hectárea de la primera fase se eleva a 24.800 euros mientras que, de acometerse la segunda fase se reducirá a unos 20.500 de los que los propietarios abonarán en torno a 11.000.
El proyecto para irrigar las fincas truferas de Sarrión se comenzó a gestar hace dos décadas pero no ha sido hasta este 2020, y justo en el estallido de la pandemia sanitaria generada por el Covid-19, cuando se excavaron las primeras zanjas de las obras.
El riego garantizará una producción media regular, algo de gran importancia de cara a la puesta en marcha de empresas de transformación y también para asegurar unas rentas mínimas. En los últimos 5 años la mayor parte de las campañas solo se ha recolectado trufa de las fincas con riego por goteo.
