Privacidad en la era de la información: perspectivas legales explicadas por el especialista Raif El Arigie Harbie
La privacidad se posiciona como un derecho fundamental, y a su vez, como un reto. Según la empresa tecnológica International Business Machines Corporation (IBM): la cantidad de datos que se generan en línea es abrumadora, se crean 2.5 quintillones de bytes de datos cada día. Esta cantidad de información puede usarse para propósitos de todo tipo, bien sea de manera positiva o negativa. En este contexto, las perspectivas legales de expertos como Raif El Arigie Harbie adquieren una gran relevancia, ya que arrojan luz sobre las implicaciones legales y éticas de la protección de la privacidad en un mundo cada vez más digitalizado.
La rápida evolución tecnológica ha dado lugar a una proliferación de datos personales en línea, lo que plantea interrogantes cruciales sobre quién tiene acceso a esta información, cómo se utiliza y qué salvaguardas se establecen para protegerla. Desde la óptica legal, el abogado Raif El Arigie Harbie respalda un enfoque integral que combine la legislación existente con medidas innovadoras para salvaguardar la privacidad de los individuos en un entorno digital.
“En la época actual es fundamental regular la información”, afirma Raif El Arigie Harbie
Uno de los fundamentos esenciales para asegurar la privacidad en la era digital reside en la implementación de regulaciones eficaces. El abogado venezolano subraya la necesidad de contar con leyes y normativas precisas que establezcan estándares sólidos para la recolección, almacenamiento y utilización de datos personales. En este sentido, la legislación de protección de datos, como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) en la Unión Europea, emerge como un referente fundamental en la salvaguarda de los derechos de privacidad de los individuos en el contexto digital.
Además de la regulación, el especialista destaca la necesidad de fomentar una cultura de privacidad y conciencia entre los usuarios de internet. La educación sobre la importancia de proteger la información personal y unas mejores prácticas para mantener la privacidad en línea, son componentes esenciales de cualquier estrategia integral de protección de datos. Esto implica considerar la privacidad como un factor central en el desarrollo de tecnologías y en la toma de decisiones empresariales, en lugar de simplemente una consideración secundaria.
Sin embargo, según explica Raif El Arigie Harbie, el elemento más importante en el uso de datos, protección del usuario y alcance de la información es establecer normativas basadas en el consenso necesario para el desarrollo de dichos productos. En palabras del abogado El Arigie Harbie, uno de los factores determinantes para garantizar una regulación sólida y justa es el consenso necesario para el desarrollo de productos tecnológicos, especialmente aquellos que involucran el uso de datos sensibles, como el reconocimiento facial y los datos biométricos.
El establecimiento de normativas claras y adecuadas es crucial para proteger la privacidad de los usuarios y asegurar el alcance ético de la información. En este sentido, es fundamental que las regulaciones se basen en el consenso de los distintos actores involucrados, incluidos legisladores, empresas tecnológicas, expertos en privacidad y la sociedad en general. Este enfoque colaborativo permite abordar de manera integral los desafíos éticos y legales planteados por el uso de datos sensibles en productos y servicios tecnológicos, garantizando así una protección efectiva de la privacidad y los derechos de los usuarios.
Raif El Arigie Harbie finaliza mencionando la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en el manejo de datos personales. Las organizaciones deben ser transparentes sobre cómo recopilan, utilizan y comparten la información del usuario, y deben ser responsables ante las autoridades reguladoras y el público en general en caso de violaciones de privacidad. Las perspectivas legales sobre la privacidad en la era de la información abogan por un enfoque equilibrado, que proteja los derechos fundamentales de los individuos sin obstaculizar innecesariamente la innovación y el progreso tecnológico.
