Dicen que nadie se va del todo mientras su recuerdo perdure. Ayer nos topamos con el fallecimiento de Michael Robinson, todo un referente en nuestro país en el mundo cultural y sobre todo deportivo. Aún sin conocerlo personalmente, da la sensación que una parte de nosotros se ha ido con él, deja un legado enorme. Cuando el deporte no era el que es ahora, y el fútbol era diferente, hace ya muchos años, llegó a la televisión un exfutbolista inglés, que nos hablaba de conceptos tácticos en una pizarra magnética. Quién no ha crecido con las primeras narraciones de los partidos en Canal Plus, junto con su inseparable Carlos Martínez.
Esperábamos a los lunes por la tarde, para ver El Día Después, y mientras merendábamos se nos caía la baba viendo aquel programa, todo un referente. Y así pasaron muchísimos años. A pesar de ello Michael no lograba hablar un castellano perfecto, como buen inglés, pero con su manera de ser ya se había ganado el cariño de todo el público.
Todo el que lo conocía destacaba de él su manera de ser, su sonrisa eterna, que seguro la mantuvo hasta el final, y una bondad que sale desde dentro e inunda todo su alrededor. Sus compañeros y excompañeros hablan maravillas de él, recordando tantos y tantos momentos televisivos.
Recientemente además tuvo un programa propio, Informe Robinson, que era algo más que entrevistar a un deportista, llegaba mucho más allá. Programas muy recomendables para ver, aunque no te guste el deporte, porque se veían vidas, realidades, y él seguramente era la persona perfecta para saber hacer y llevar este tipo de entrevistas, todo un lujo.
Siempre que alguien se va, se oyen buenas palabras y agradecimientos, pero esta vez están más que justificadas, no sólo por el gran profesional que se ha ido, sino por la gran persona que había detrás. Es por eso que no queda otra forma de agradecer todo lo que nos has hecho disfrutar, aprender, entretener y muchas cosas más que dándote las gracias. Seguro que no se va a ir del todo, porque su recuerdo va a perdurar siempre en todos nosotros.