Valderrobres cuenta con dos médicos tras la reorganización sanitaria de zona

Los siete médicos de la zona de salud de Valderrobres han empezado a trabajar el mes de enero bajo un nuevo modelo organizativo que ha solucionado el problema de falta de personal que tenía la consulta de Valderrobres, donde un solo médico ha tenido asignadas durante años más de 2.000 tarjetas sanitarias. El Salud ha optado por reorganizar las plazas de la zona de salud, siete, y trasladar la que quedó vacante en diciembre en Peñarroya de Tastavins -por jubilación de la titular- a la capital del Matarraña, donde en pocos años ha aumentado la población residente.

La solución es parcial, en opinión de los facultativos de zona, que habían pedido que la plaza vacante de Peñarroya no fuera amortizada. Y, efectivamente, no lo ha sido, pero su traspaso de un pueblo a otro, de Peñarroya a Valderrobres, donde hace tiempo que se necesitaba un segundo médico, es para ellos como si hubiera desaparecido. Una amortización encubierta. 

El Salud ha creado una plaza de enfermera en Valderrobres. “Lo único que hemos ganado”, apuntó la coordinadora del área sanitaria, Ana Gimeno, titular de la plaza de Fuentespalda, que ahora se reparte todos los días de la semana entre las consultas de esta localidad y la vecina Peñarroya de Tastavins, que distan unos ocho kilómetros una de otra. Gimeno tiene asignadas ahora 650 tarjetas sanitarias.

“Desde nuestro punto de vista, es como si la hubieran suprimido; ha sido un trueque, y no es lo que proponíamos”, afirmó la médico coordinadora. Pero, aparte de la que tuvieron en el mes de diciembre con los tres alcaldes afectados (Valderrobres, Peñarroya y Fuentespalda) por la reestructuración, los facultativos no han convocado más reuniones para plantear otras opciones. Un encuentro entre responsables de Atención Primaria de la consejería de Sanidad, facultativos y alcaldes para poner sobre la mesa otras medidas, fue desconvocada, según apuntó Gimeno, “porque a los alcaldes les pareció bien el planteamiento” del Salud, que únicamente dio “dos opciones: o se trasladaba la plaza de Peñarroya a Valderrobres, que era prioritario, o se mantenía, pero sin crear otra plaza en Valderrobres”. Ante la disyuntiva, “evidentemente preferimos lo primero”, porque el titular de la capital comarcal “tiene más de 2.000 pacientes que atender”.

Los alcaldes se conformaron, porque el Salud se comprometió a mantener consultas abiertas todos los días en Peñarroya, Fuentespalda y Monroyo, aunque el horario se ha visto reducido. Peñarroya tiene consulta de lunes a viernes entre las 9.30 a 11.30 y Fuentespalda entre las 12.00 y las 13.30. Eso sí, la médico que ve a los pacientes a demanda -en los pueblos la consulta es sin cita previa- en los dos primeros municipios tiene que organizarse para realizar las visitas a domicilio entre las 11.30 y las 12.00 y aún ha de ver cómo prepara las consultas programadas. “Aún no he tenido tiempo de pensarlo; hay pacientes a los que quiero ver de vez en cuando, pero no sé en qué momento los meteré en agenda”, reconoció Gimeno.

El médico de Monroyo, por su parte, atiende en este pueblo entre las 9.30 y las 11.30 y se desplaza a Torre de Arcas los lunes y jueves entre las 12.00 y las 13.00 horas y a Herbés (Castellón) los martes y viernes. Para acudir a Herbés, el facultativo tiene 15 kilómetros de distancia.

Los alcaldes de los tres pueblos, que hasta diciembre tenían médico titular y consulta completa, está satisfechos, porque mantienen el servicio todos los días, pero la calidad no será lamisma. Pierden horas y, por tanto, atención. “Esta misma semana el secretario de Peñarroya me comentaba que ahora los niños del instituto no podrán acudir a la consulta cuando vuelven de clase”, explicaba Gimeno, “y es así, porque a esa hora antes yo estaba en la consulta del pueblo, pero ahora ya no”. Las horas, dijo, “son las mismas, pero estamos en ubicaciones diferentes y además de organizarnos para colocar las consultas programadas de los pacientes que están, por ejemplo, encamados y que hay que ver periódicamente, también hay que pensar en otras cuestiones”, reflexionó: sesiones clínicas y de formación, reuniones de equipo para organizar el trabajo, y que suelen hacerse de dos a tres de la tarde, o también las guardias de festivos y fines de semana. La atención, consideró, “es evidente que se verá mermada, porque tener un profesional media mañana no es lo mismo que tenerlo la jornada completa”, opinó la coordinadora.