Una granizada caída la tarde del miércoles en Ejulve causó graves daños en vehículos, canaletas y en la cosecha de cereal, que estaba pendiente de ser recogida, precisamente en la zona donde la tormenta fue más virulenta, entre Majalinos y Ejulve.
Según el alcalde, Ovidio Ortín, la pedregada se inició entre las ocho y ocho y media de la tarde y duró unos 20 minutos, primero “con granizo pequeño y después fue aumentando de grosor”. El pedrisco, relató Ortín, “era de un tamaño considerable, además de que llegaron a caer piedras como planas”.
Al menos 15 vehículos se vieron afectados por los golpes del pedrisco, que durante 10 minutos cayó con una intensidad “que daba miedo”.