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Una escultura homenajea en Calanda la tradición heredada Una escultura homenajea en Calanda la tradición heredada

Una escultura homenajea en Calanda la tradición heredada

José Lamiel es el autor de una obra acorde al nivel de la celebración local
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Una imponente estatua con dos tamborileros de bronce ubicada en la plaza de San Miguel recordará esta Semana Santa a todos los que el viernes hayan ido hacia la plaza de España a presenciar o participar de la Rompida de la Hora el nivel que ha alcanzado la celebración en Calanda.
Tradición –como así se llama–, obra del Hijo Predilecto de la Villa de Calanda José Lamiel, fue inaugurada el Domingo de Ramos entre una gran expectación. “A la gente le ha encantado y la mayoría de los calandinos coincidían en que era necesaria”, explicó el alcalde, José Ramón Ibáñez, para quien “el nivel al que ha llegado la tradición en Calanda merecía tener una escultura de cierto nivel como la de Lamiel, que además de ser calandino es pintor y escultor reconocido mundialmente”.
El trabajo, presupuestado en 40.000 euros, “viene a reflejar el paso de una generación a otra” y “va dedicado a los hombres y mujeres que han hecho de la tradición algo tan importante como lo que tenemos hoy en Calanda”, continuó el regidor.
Se trata de un monumento escultórico en homenaje al tambor y bombo hecho por un artista consagrado que, a sus 90 años, sigue igual de apasionado por el tambor como cuando era un niño.
“Toco un tambor centenario que lo tengo como una joya. Era el que yo usaba cuando era niño, es de los clásicos construidos con piel”, explicó el afamado artista calandino afincado en Alcalá de Henares (Madrid).
Su afición por la Semana Santa de Calanda le llevó a idear, hace un par de décadas, el boceto de la obra que se inauguró el pasado domingo.
El monumento está formado por un pedestal de granito de 1,20 metros sobre el que se asientan las figuras en “bronce a la cera perdida” de un adulto –1,90 metros de alto– con un bombo a su costado y un niño tocando un tambor.
Lamiel fue nombrado Hijo Predilecto el año pasado. Según explicó Ibáñez, “junto al padre Mindán Manero o Buñuel son gente que ha nacido en Calanda y, pese a que han tenido que desarrollar su carrera profesional fuera, siempre han puesto por bandera el hecho de ser calandinos”.
“Para mí es un orgullo y una satisfacción, un honor muy grande recibir este nombramiento”, destacó el pintor y escultor. “Tengo muchísima alegría porque parece ser que soy profeta en mi tierra. En este país a veces se acuerdan de que un hijo del pueblo ha hecho más o menos algo después de muerto, pero en este caso tengo la alegría y el agradecimiento al Ayuntamiento de Calanda de nombrarme en vida”, declaró en aquel momento ilusionante para él.
Lamiel es uno de los pintores y escultores en vida más representativos de Aragón. Ha hecho del estilo ingenuista una de sus señas de identidad. El artista turolense ha sido galardonado con numerosas distinciones, entre ellas la Cruz de San Jorge de la Diputación de Teruel, el Premio Cervantes de Pintura o el Gran Premio Internacional de Cannes.
También es académico de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza y miembro del Salón de los Independientes de París.