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Un nuevo ataque contra un rebaño, esta vez en Samper, termina con16 animales muertos Un nuevo ataque contra un rebaño, esta vez en Samper, termina con16 animales muertos
Dos trabajadores de Simón Peguero colocando el pastor eléctrico grande el pasado domingo

Un nuevo ataque contra un rebaño, esta vez en Samper, termina con16 animales muertos

Hay un mastín y otras 30 ovejas heridas tras la agresión, ocurrida el domingo de madrugada
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Esta vez ha sido en Samper de Calanda y le ha tocado por segunda vez al mismo ganadero que sufrió, en marzo en Valmuel, uno de los ataques más feroces de lobos de todos los que se han contabilizado desde diciembre del año pasado en el Bajo Aragón. El balance en esta ocasión es de 16 animales muertos (12 ovejas y 4 cabras) y 30 ejemplares malheridos, además de un mastín de dos años, que se recupera de una dentellada en el cuello.

Simón Peguero encontró su rebaño desperdigado y herido este domingo por la mañana cuando acudió a los rastrojos con cercado eléctrico en los que tenía pastando el ganado. “Me avisó el pastor a primera hora de que fuera para allá, que había pasado algo, y cuando llegué me encontré varias decenas de animales heridos y unos 16 muertos”, explicaba con la emoción contenida y una evidente sensación de impotencia ante algo que  no ha podido evitar, a pesar de tener un mastín de dos años de vigía, dos más de varios meses y una perra del Cáucaso.

Esta vez, Simón hizo lo que le dijeron tras el primer ataque que su rebaño sufrió en Valmuel en marzo y en el que fueron afectadas 98 ovejas (entre muertas, heridas y desaparecidas -el rebaño huyó del ataque-), llamar al 112, desde donde avisaron al Seprona de la Guardia Civil y a los Agentes de Protección de la Naturaleza (APNs) del Gobierno de Aragón, que han trasladado dos ejemplares al centro de recuperación de La Alfranca para determinar si las mordeduras son compatibles con un ataque de lobo.

El ganadero afectado intuye que el lobo o lobos accedieron al interior del pasto saltando el pastor eléctrico de un metro de altura que tenía instalado (estaba esperando a instalar el de dos metros para cuando se secara el terreno), el rebaño se asustó, volcó el vallado y huyó de la zona.

Dentro del cercado había 950 animales. Por cómo han sido localizadas las ovejas muertas -todas fuera del pasto vallado- el ganadero y sus trabajadores suponen que el depredador o depredadores “las atacaron cuando huían”. Simón Peguero cree que “por cómo están las ovejas y por el ataque sufrido por el mastín, pensamos que los atacantes serían por lo menos dos, uno se quedó con el mastín y otro fue a por las ovejas”, muchas de las cuáles tienen heridas de muerte en el cuello, mientras otras también han aparecido con las tripas fuera y con heridas en las piernas.

Salvo una, todos los ejemplares muertos fueron localizados lejos, a una distancia de “un kilómetro y medio o dos” de la zona donde dormían, explicó el ganadero, que todavía no ha recibido ninguna indemnización por parte de la Administración por las 98 pérdidas que tuvo en marzo. Entonces “estuvimos buscándolas durante una semana entera, después tuvieron que venir los veterinarios, perdiendo 10 días de trabajo, y no he recibido ninguna compensación, más que la que me ha dado el seguro que tenía contratado y que no cubre las pérdidas ocasionadas como correspondería”, se lamentó el ganadero, que ha realizado varios viajes a otras comunidades autónomas para encontrar mastines y perros que puedan enfrentarse al lobo, con el consiguiente gasto que ello acarrea. “Lo único que me han dado, y desde la Diputación de Teruel, es un mastín”, explicó. “La Administración nos reunió en Alcañiz para darnos ninguna solución y todavía no se ha dirigido a nosotros desde el primer ataque para preguntar qué necesitamos”, enfatizó, matizando que en estas críticas no incluye a los APNs o al Seprona: “ellos son amables, pero la que ha de responder es la Administración”, exigió.

En cuanto a los mastines, recordó que estos animales acarrean unos gastos importantes: “las vacunas cuestan unos 200 euros, y a los más grandes les he hecho un seguro aparte, porque son animales grandes que pueden ocasionar daños a terceros, y a eso hay que añadir que comen alrededor de un kilo diario de pienso cada uno, así que el gasto en alimentación se va a unos seis o siete euros diarios solamente para los perros”, añadió Peguero, que el domingo por la tarde empezó a colocar el cercado de 1,80 metros de altura que tenía comprado desde hace días (le ha costado unos 2.000 euros) y que estaba esperando instalar para cuando el terreno estuviera más seco.

No llegó a tiempo. Su rebaño, con unas 950 ovejas que estaban pastando en Samper de Calanda el fin de semana, resultó demasiado apetitoso para los depredadores que rondan por el Bajo Aragón histórico, entre el Plano de Alcañiz, Andorra y el Bajo Martín desde finales del año pasado.