Toñín Lizana, presidente de la Asociación cultural Las Ranetas de Alcañiz: “Queremos descansar, ver actividades y no pelearnos con las instituciones de turno”
La entidad se despide por falta de apoyo tras dos intensas décadas de conciertos, festivales y exposicionesDespués de 20 años realizando actividades culturales de todo tipo (conciertos, exposiciones, festival de cortos y series, realidad virtual, Retro Alcañiz, cursos y viajes), editando y distribuyendo material (fanzines, música y cortos), apoyando a grupos musicales y asentando la extensa red de festivales de la provincia de Teruel, la Asociación Cultural Las Ranetas de Alcañiz pone el punto final a su trayectoria por la falta de manos y de apoyo institucional. El vacío cultural que deja será irreparable, aunque el presidente y alma mater, Toñín Lizana, confía en que otros colectivos e instituciones sigan su estela.
- ¿La decisión es irrevocable?
- Sí, ya llevábamos tiempo planteándolo y es que para llevar a cabo toda la labor que hacemos es necesaria una gran cantidad de tiempo y esfuerzo, y somos pocos. Necesitaríamos al menos a una persona a jornada completa durante todo el año trabajando para Ranetas. Cada evento lleva muchas horas de trabajo al margen de lo que se ve y esto no es una productora, sino que lo hacemos por afición. No cobramos e invertimos nuestro tiempo, salud, material propio y los escasos 1.300 euros que recaudamos al año de cuotas de socios más lo poco que nos dan las instituciones. En total, unos 2.500 euros.
- ¿Cuántas personas han estado implicadas últimamente?
- Depende de cada actividad. Para el festival de cortos necesitamos a personas que visualicen los cortos durante meses, otras colaboran en Retro Alcañiz, y así con cada evento. Luego estoy yo, que hago como nexo de unión a lo largo de todo el año.
- Vamos, que se ha quemado.
- No me gustaría decirlo así, pero sí. Últimamente estaba trabajando más para Ranetas que para mí, y así es imposible. Si al menos contases con algo de dinero… Porque a base de pedir favores a la gente no se puede funcionar. La asociación es inviable.
- Pero Alcañiz es grande. ¿Tanto cuesta mover a la gente?
- En eventos puntuales que le interesan, la gente se puede implicar, pero a lo largo de todo el año es complicado. El público responde y por eso no hay problema, pero la historia es lo que hay detrás. Aparte de eso, nos llaman mogollón de grupos para buscarles sitios para tocar y otros colectivos culturales nos piden asesoramiento. Hemos trabajado mucho y hecho muchísimas cosas que no se ven. También la coordinación entre festivales de la provincia. Todo esto son muchísimas horas.
- ¿El apoyo institucional ha estado a la altura de las actividades programadas?
- Lo hemos echado en falta. Como anécdota, hemos llamado para pedir subvenciones para el festival de Realidad Virtual a la Diputación de Teruel y no sabían ni lo que era, pero es que tampoco se han molestado en pasar a conocerlo. Me chocó mogollón que estuvieran pagando unos anuncios en unas publicaciones de China para atraer visitantes cuando nosotros, mediante el festival, conseguimos portadas en webs asiáticas. Alguna vez hemos recibido 300 o 400 euros del Ayuntamiento o de la Comarca del Bajo Aragón, pero casi todo se financia con fondos propios de nuestros socios. Sí queremos agradecer la colaboración de la Brigada municipal de Alcañiz.
- De todos los grupos musicales que han pasado por Alcañiz, ¿con cuáles se queda?
- Hemos hecho más de cien conciertos de todo tipo, desde Melendi hasta Marea, pasando por Porretas, Skaparrapid o MCD. Tal vez me quedo con el de Soziedad Alcohólica y Subterranean Kids. También hemos montado exposiciones. Una de las más potentes fue la de la Historia del tebeo en España (1875-1975), que salió reseñada en varios sitios a nivel estatal. A parte, hemos editado fanzines, movido discos y organizado festivales de cortos y series, con charlas. Aún no habían despuntado y ya estábamos incorporándolas al festival, allá por el 2013. Y el festival de Realidad Virtual fue uno de los primeros en Europa.
- Han contribuido a conglomerar la red de festivales de Teruel, que son muchos.
- Hemos aportado bastantes cosas porque cuando surgimos nosotros no había mucho, pero la verdad es que ahora hay una buena red y a lo largo y ancho de la provincia.
- Y ahora, ¿qué?
- Ahora a descansar y ver actividades tranquilamente, sin pelearnos con las instituciones de turno para sacar las cosas adelante y dejar de atender cientos de mails y compromisos.
- ¿Qué tendría que pasar para que cambiaran de opinión?
- La asociación es inviable. No se puede tener a la gente trabajando gratis y estamos haciendo más cosas de las que podíamos hacer con 2.500 euros de presupuesto. Ahora mismo, para el cierre de la asociación, el dibujante Azagra nos ha hecho la ilustración. Y así con todo. Estamos convencidos de que otros nos sucederán.