Retiran el Monumento al Minero y al Labrador en Andorra para su restauración

A cualquiera que pasee por la plaza del Regallo de Andorra le llamará la atención algo fundamental: falta su elemento más característico, el monumento al Labrador y al Minero, que ha sido retirado esta semana para proceder a su rehabilitación.

Una grúa desmontó este miércoles por la mañana esta simbólica escultura, que fue trasladada acto seguido a un almacén municipal, donde se procederá a su puesta a punto. Dadas las dimensiones y el peso de la pieza, realizada en bronce y chapa, se requirieron medios especiales para sacarla del pedestal en el que lleva colocada casi 42 años.

Los trabajos de restauración del monumento al Labrador y al Minero consistirán en soldar y reforzar la base y todas aquellas partes de la estructura que se encuentran oxidadas y deterioradas, según informaron fuentes municipales. Además, se procederá a pintar el interior de la escultura con pintura antioxidante para garantizar su mayor conservación durante bastante tiempo. Con ello se quieren evitar los efectos de la corrosión y el deterioro por acción de los diferentes agentes externos y climatológicos a los que está sometida la pieza. Una vez esté colocada en su lugar habitual, el acuerdo de la Junta de Gobierno de Andorra también incluyó el cambio de la iluminación

Los trabajos de rehabilitación correrán a cargo de la propia brigada municipal, que cuenta con personal cualificado y “con los materiales necesarios para realizar la restauración”, indicaron desde el Ayuntamiento de Andorra.

Esta escultura es un símbolo para Andorra y representa a los protagonistas de dos actividades económicas que han sido muy importantes en la villa: la agricultura y la minería.

Obra de José Gonzalvo

La obra es obra del escultor de Rubielos de Mora José Gonzalvo. Inaugurada el 7 de septiembre de 1981, se compone de dos figuras masculinas de cuerpo entero. La primera de ellas, representa a un minero con casco y pico en las manos, arrodillado bajo una forma curva que simboliza el interior de una mina. La segunda encarna a un labrador que mira al frente sosteniendo una azada en sus manos. Ambas figuras presentan una geometrización de sus formas, rasgo distintivo del estilo escultórico que caracterizaba a su autor.

Anterior al monumento, en este emplazamiento se situaba un pequeño kiosco y en la parte superior del mismo se colocaba la banda municipal de música para actuar en muchos de los acontecimientos públicos que  se celebraban en Andorra.

En la actualidad, el monumento se ha convertido en un auténtico símbolo para la villa de Andorra y en el frontal se presenta la inscripción “Andorra a su labrador y minero”.

A su alrededor acontecen, a lo largo del año, numerosos actos populares y concentraciones como el acto de romper la hora, festividades, encuentros de tambores y bombos de la Ruta, eventos de las fiestas patronales, eventos de todo tipo como los toros de fuego, manifestaciones y diferentes actos públicos.

El Ayuntamiento de Andorra creó una réplica en tamaño reducido que se entrega como obsequio y trofeo de la villa para otorgar premios y reconocimientos destacados relacionados con la localidad.