Renovables, hidrógeno y arcillas son las bazas de Teruel ante el cierre de la térmica de Andorra
Cuatro expertos comparecen en la comisión especial de estudio de las Cortes sobre la transición energéticaLas energías renovables sumadas a la generación de hidrógeno y a la explotación de arcillas como recurso endógeno son algunas de las potencialidades que debería explotar Teruel para suplir las consecuencias del cierre de la central térmica de Andorra.
Así lo han manifestado este jueves en las Cortes el decano del Colegio de Ingenieros Técnicos de Minas de Aragón, Emilio Querol, los presidentes de los clústeres de la Automoción y de la Energía de Aragón, Benito Tesier y Pedro Machín, respectivamente, y el director de la Fundación Hidrógeno de Aragón, Fernando Palacín, informa Efe.
Los cuatro han comparecido en la comisión especial de estudio para analizar la transición energética en Aragón y la continuidad de la central de Andorra, un propósito para el que la comunidad, en opinión de Querol, llega "tarde". "Todos -ha dicho- somos culpables", aunque ha apostado por sacar lo mejor del ingenio y buscar alternativas desde la unidad, por una vez, y existen en la propia minería, en concreto, en las arcillas.
Un sector, ha afirmado, puede crecer mucho unido al dinamismo de las azulejeras, el 90% ubicadas en Castellón, y en ese aspecto, ha reclamado agilidad a la administración porque "no es de recibo" que un permiso de explotación pueda tardar hasta 10 años.
En todo caso, ha incidido en que toda la zona va a sufrir el cierre de la central y en que la reindustrialización no va a llegar por dar "pena", sino por el retorno económico de las inversiones, y en ese aspecto, ha planteado la promoción de un polígono industrial en una localización que no diste más de 45 minutos de Zaragoza y de las poblaciones afectadas del norte de Teruel para que sea atractivo, en concreto, en la Puebla de Híjar.
Sería una "copia" de lo conseguido en Figueruelas y su entorno con la llegada de Opel, esta vez, en el sur de Zaragoza, ha explicado.
Tesier, por su parte, ha incidido en que sean cuales sean los criterios de la transición energética, por encima de todo lo que lastra la competitividad de la industria es la disponibilidad de energía a precios competitivos.
Además, ha considerado que "quizá los cambios abruptos no sean la mejor solución" y ha apostado por una electrificación paulatina, porque tampoco la automoción la puede afrontar "de hoy para mañana" ni el consumidor lo demanda.
Por tanto, ha insistido en que ponerse "la medalla del medio ambiente" no es la solución si no se mira por las 25.000 familias que dependen de la automoción y ha defendido la búsqueda del "equilibrio" y de una transición tecnológica "inteligente".
En su turno, Machín ha expuesto que la transición energética se basa en las renovables, la eólica y la fotovoltaica, que son hoy las fuentes más competitivas, pero su intermitencia hace que no sean gestionables y es necesario invertir en I+D+i en almacenamiento energético, en soluciones TIC de industria 4.0 e integración del vehículo eléctrico, en infraestructuras energéticas y de telecomunicaciones y en formación.
Ha destacado que aumentar la capacidad de evacuación es una oportunidad de generar empleo y riqueza en la zona, que se está convirtiendo en una gran productora de energía verde y en el corto plazo se conectarán casi 1.700 Mw de eólica y 700 de fotovoltaica en las subestaciones de Teruel en funcionamiento, y para la futura subestación Mudéjar incluida en la planificación 2015-2020 de Red Eléctrica se han solicitado más de 5.000, lo que indica el potencial en este sector de las cuencas mineras.
Así, ha cuantificado el potencial de generación de empleo en 3.000 puestos directos en la construcción de los proyectos de la zona y más de 900 durante los 25 años de explotación de los mismos, sin contar con los necesarios para dar servicio a esta realidad.
Además, ha destacado que la producción de energía genera impuestos locales a corto y largo plazo, y ha estimado que estos últimos supondrán unos 2.000 euros por Mw durante los próximos 25 años, de forma que los ayuntamientos de la zona, con los proyectos ya previstos, ingresarán casi 5 millones de euros al año, y si se aumenta la capacidad de evacuación se podrían conectar otros 5.000 Mw que triplicarían esos ingresos.
Finalmente, Fernando Palacín ha explicado las iniciativas que existen en Aragón en el ámbito de las tecnologías del hidrógeno, un gas combustible libre de emisiones que se tiene que producir y que precisa de agua y electricidad, abundantes de manera suficiente en las cuencas mineras y en todo Aragón, pero que hoy se extrae del gas natural.
Ha destacado que este combustible puede obtenerse de manera sostenible con electricidad producida por renovables para utilizarlo en distintos sectores, entre ellos la industria, la movilidad y la logística, que se puede disponer de manera local a partir de recursos endógenos y que ofrece oportunidades al sector de las renovables en la región porque se puede utilizar como almacenamiento energético.
Además, la utilización de ese hidrógeno se podrá utilizar en otros sectores con un elevado impacto, fundamentalmente el gasista, en todos aquellos equipos que funcionen con gas natural, y en la movilidad sostenible que culminará con la electrificación.