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Quejas en Fórnoles por los abonos de la piscina que distinguen entre estar empadronado o no Quejas en Fórnoles por los abonos de la piscina que distinguen entre estar empadronado o no
Piscina municipal de Fórnoles

Quejas en Fórnoles por los abonos de la piscina que distinguen entre estar empadronado o no

El alcalde alega el déficit del servicio y que 90 vecinos mantienen un pueblo que ahora tiene 400
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Vecinos de la localidad bajoaragonesa de Fórnoles no empadronados en el pueblo han mostrado esta semana su malestar por la decisión del Ayuntamiento de aplicar tarifas distintas en los abonos de las piscinas municipales de esta temporada, diferenciando entre residentes empadronados y no empadronados.

Los afectados consideran que se trata de “un trato discriminatorio entre vecindario”, que ha empezado a llegar este mes de julio al pueblo, pero que todavía lo hará más en agosto, cuando se espera llegar al pico máximo de habitantes y que el censo se multiplique casi por cinco.

El Ayuntamiento de Fórnoles ha colgado en la puerta de las piscinas los precios de los abonos de esta temporada de verano, con el coste que tiene el acceso a las instalaciones en función de la edad (menores de 4 años; personas de 4 a 14 años; mayores de 14 años y familias). No obstante, este año la novedad es que, por primera vez, se distingue entre empadronados (con mínimo de un año de registro) en el municipio y no empadronados.

Aunque los menores de 4 años no van a pagar por el uso de las piscinas municipales (estén o no registrados en el padrón municipal), sí hay diferencias en las otras dos categorías. De esta manera, los niños y niñas de 4 a 14 años que están empadronados pagan por el abono de la temporada 10 euros, mientras que los de su misma edad que vienen a pasar el verano al pueblo asumen un coste de 25 euros. Lo mismo ocurre con la categoría de ‘adultos’: la diferencia entre empadronados y no empadronados es de 15 euros, pagando los primeros 20 euros y los segundos 35 euros. Eso sí, el Ayuntamiento permite a los no empadronados que se saquen un abono familiar, esto es, para 2 adultos y dos menores de 14 años (según especifica el documento municipal) por un montante de 100 euros. En este caso, respecto a comprar el abono individualmente supone a una familia con cuatro miembros un ahorro de 20 euros.

Las personas que han manifestado sus quejas alegan que una resolución del Defensor del Pueblo estipula que “no se pueden aplicar tarifas distintas en los precios de los servicios en función de si un ciudadano está o no empadronado”, enfatiza un vecino no empadronado que prefiere mantenerse en el anonimato.

Según argumenta, “el año pasado pagábamos 25 euros y han aplicado una subida de 10 euros, pero lo discriminatorio es que solamente lo han hecho con los que no estamos empadronados, lo cual va contra una recomendación del Defensor del Pueblo, que ya se ha pronunciado sobre ello”, alega este ciudadano que reconoce que no ha presentado su queja formalmente ante el Ayuntamiento ni elevado un escrito poniendo de manifiesto el “trato discriminatorio” del que se lamenta. Con quienes sí lo ha “comentado” es “con otros usuarios empadronados y no empadronados”, reconoce este residente no empadronado, quien explicó que “otros equipos de gobierno anteriores lo valoraron, pero nunca lo aplicaron”.

Defensor del Pueblo

La recomendación del Defensor del Pueblo a la que alude este vecino deriva de una queja presentada por un tema similar en el Ayuntamiento de Illescas, en Toledo. La resolución señala que “todos los usuarios de los servicios e instalaciones deportivas municipales tienen que pagar la misma cantidad como consecuencia de la igualdad del artículo 14 en conexión con el 31.1 de la Constitución”. Añade que “eso no significa uniformidad absoluta, pues se admite el trato diferente, como tarifas reducidas o bonificadas, cuando concurran circunstancias que están legalmente previstas y a favor de sectores económicamente desfavorecidos”. En cualquier caso, pone de manifiesto que “lo que no cabe es el trato diferente entre personas, categorías o grupos que no se puedan encuadrar en alguno de esos supuestos legalmente señalados, ya que ello dará lugar a una discriminación prohibida”. Y en este aspecto, el Defensor del Pueblo concluye que “cuando algún ciudadano tiene que pagar una tasa o un precio público más elevado por el mero hecho de residir en otro municipio se vulnera el principio de igualdad (artículo 14 en relación con el 19 de la Constitución), pues esa diferenciación está basada en el empadronamiento y no en criterios de capacidad económica. Esa diferencia de trato es artificiosa por no venir fundada en un criterio objetivo suficiente, y da lugar a una discriminación”.

En relación a la polémica, el alcalde de Fórnoles, Javier Vidal, argumenta que la jurisprudencia actual del Tribunal Supremo “habla de tasas y no de precios públicos, y los abonos de las piscinas son precios públicos”. (La resolución del Defensor del Pueblo menciona ambos indistintamente).

El regidor reconoce que “es un asunto controvertido”, pero recuerda que “para Fórnoles mantener la piscina abierta durante tres meses es un lujo”. En este sentido apunta a los gastos que ha acarreado su puesta a punto y su apertura: 6.000 euros, sumando la contratación de los responsables de la instalación, la adquisición de los productos de limpieza y cloración, las tasas de la inspección y la revisión de la maquinaria, entre otros. A Vidal le parece “ridículo que la gente se queje porque hemos puesto un abono de 35 euros para toda la temporada, porque calculando los días que está abierta la piscina no sale más que a 50 céntimos diarios”, y añade que “para sufragar todos los costes habría que subir el abono a 100 euros”.

90 censados

El pueblo, según señala, tiene 90 habitantes empadronados , pero durante la mayor parte del tiempo “solo viven 44 personas de manera permanente”. Hay, asegura, “un déficit estructural en el Ayuntamiento” por el escaso número de habitantes y el volumen de servicios y costes que tiene vivir en el pueblo. De hecho, enfatiza que “hay que aumentar todas las tasas este año, porque hay que mantener unos servicios mínimos”.

Por tanto, no comparte la queja de quienes se han visto perjudicados por la subida de precios de los abonos: “intentamos premiar a los residentes empadronados, porque son quienes se ocupan del pueblo todo el año, quienes lo mantienen limpio para que después, los que vienen de fuera, se lo encuentren completamente limpio”. Recordó que “desde hace un mes y medio hemos sufrido actos vandálicos por parte de chicos jóvenes no residentes que han dejado los extintores vaciados y unos baños inutilizados y eso nos va a generar unos costes que no esperábamos”, enfatizó.

Por otra parte, Javier Vidal señaló que “premiar a los vecinos empadronados es una manera de intentar hacer ver a la gente que también puede empadronarse, porque cuantos más empadronados tengamos más ingresos recibe el Ayuntamiento”. Con todo, manifestó que “la gente no puede pretender que todo le salga medio gratis cuando vienen a los pueblos, porque hay costes, todos los días hay que llenar los depósitos de agua y en agosto pasamos a ser 400 personas residentes en un pueblo donde somos menos de 100 empadronados”, añadió el alcalde.

Empadronamientos

La recomendación del Defensor del Pueblo a la que se aferran los vecinos que se han quejado de la diferenciación de precios en Fórnoles insta al Ayuntamiento donde se produjo la queja a “modificar las ordenanzas fiscales en vigor para que todos los usuarios de las actividades o servicios municipales que se presten queden sujetos a las mismas tasas sin diferenciación por el lugar de residencia, pues las bonificaciones, subvenciones o ayudas que se otorguen lo serán atendiendo a su capacidad económica y demás circunstancias legalmente previstas. Asimismo, planteaba la necesidad de buscar “alternativas, conformes con la ley y distintas de la vía tributaria, cuando se pretenda reconocer algún tipo de deferencia o atención con los residentes”.