Protegen el abrigo del Estrecho del Regallo de Valmuel, dos años después de su descubrimiento
Siguen estudiándose los motivos representados, llevados a cabo en techos e interioresLa dirección general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón culminó este mes de enero el cerramiento del abrigo del Estrecho del Regallo I colocando rejas de protección para impedir el acceso a las pinturas rupestres levantinas que fueron descubiertas hace dos años y medio por José Carlos Villanueva y José Antonio Benavente.
El abrigo recién protegido forma parte de un conjunto de tres cuyo descubrimiento se dio a conocer en agosto de 2021. Dentro de este refugio rocoso fue localizada distinta iconografía, entre ella una figura de un arquero de importantes dimensiones considerada hasta ahora como la mejor representación gráfica de un ser humano del arte levantino.
A pesar de que han transcurrido dos años y medio desde su descubrimiento, hasta este mes de enero no se ha ejecutado la protección del habitáculo rocoso mediante una verja que, ahora sí, ya impide el acceso directo a las pinturas rupestres, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Según informaron fuentes del departamento de Presidencia, Interior y Cultura del Gobierno de Aragón, las obras de protección quedaron terminadas el 23 de enero tras efectuarse una inversión de 6.655 euros. La actuación consistió en la colocación de una valla con un tratamiento antióxido para evitar que el paso del tiempo pueda afectar a la estructura. Asimismo, se ha colocado una escalera de acceso hasta la ubicación del abrigo y en éste una superficie metálica sobre el suelo. Previamente, se había ejecutado una limpieza del interior.
Las mismas fuentes señalaron que se ha contactado con el Ayuntamiento para incorporar señalización que facilite la visita a la zona, así como la adecuación del sendero de acceso.
Dos años y medio
El abrigo de pinturas rupestres levantinas en donde se acaba de intervenir fue descubierto en 2021 junto con otras dos localizaciones por parte de Jesús Carlos Villanueva, en colaboración con José Antonio Benavente, arqueólogo que ha realizado numerosas investigaciones en el Bajo Aragón a lo largo de su carrera profesional. Los tres emplazamientos se encuentran en la cuenca del Regallo, en las inmediaciones de la pedanía alcañizana de Valmuel.
El descubrimiento se enmarcó en su día dentro de las investigaciones que llevó a cabo el Taller de Arqueología de Alcañiz en relación al arte rupestre y bajo el nombre de Inventario de evidencias humanas sobre soportes rupestres y otras estructuras rurales en el término municipal de Alcañiz. Según el estudio efectuado de las pinturas de Regallo I, los motivos representados en este emplazamiento entroncan dentro de las convenciones estilísticas propias del arte rupestre levantino del área geográfica de las comarcas del Bajo Aragón, Matarraña y Maestrazgo, si bien el abrigo recién protegido presenta unas peculiaridades que han sido investigadas (y siguen siéndolo), entre las que destaca la localización de elementos pictóricos en el techo y en el interior del abrigo, lejos de la observación desde el exterior.
Motivos de animales
Los motivos de animales del abrigo serían cérvidos principalmente, uno de ellos idéntico desde el punto de vista técnico y estilístico (e incluso en actitud) al descubierto en 2016 en el Corral de las Gascas, también en Alcañiz. Junto a las figuras de animales, también ha sido representada en este abrigo una escena de índole social, poco común en este territorio, en la que destaca la figura de un arquero, en un excelente estado de conservación y cuyas dimensiones, detalles, calidad técnica y determinadas convenciones le convierten, posiblemente, en la más destacada representación de arquero de todo el arte levantino peninsular y para el que, de momento, no se conocen paralelos que le igualen en calidad.
Así lo ponen de manifiesto los arqueólogos Manuel Bea, José Antonio Benavente, Jesús Carlos Villanueva y Jorge Angás en un artículo titulado Más que un arquero, novedades en el sector septentrional del arte rupestre levantino y publicado en el número 80 de la revista Trabajos de Prehistoria. Según afirman, “la documentación y estudio de este abrigo, unido a una ampliación de los trabajos de prospección y análisis de otros próximos, supone un avance esencial en el estudio del arte levantino”.
Estos expertos apuntan a que la distribución de las pinturas en techo e interior es “una novedad en cuanto a la tipología tradicional de abrigos decorados”, como también lo son las “relaciones estilísticas y temáticas”, que apuntarían, según creen, a un abrigo de arte rupestre levantino que estaría vinculado con algún “componente ritual y simbólico, tal vez mitológico”. El hecho de que haya sido localizada iconografía pintada en el techo del abrigo y en el interior, lejos de la visualización humana desde el exterior, es un hecho que, por su rareza, ha llamado mucho la atención de los arqueólogos y que se sigue investigando.