Patrimonio autoriza las dos primeras fases de restauración del Castillo de Valderrobres
La Comisión Provincial valida la obra tras dos modificaciones introducidas en el proyectoLa Comisión Provincial de Patrimonio Cultural ha aceptado las dos modificaciones en el proyecto de restauración del Castillo de Valderrobres introducidas por el arquitecto redactor, Luis Moreno, a raiz de los condicionantes que estableció el organismo supervisor en las fases I y II de las obras de rehabilitación.
Finalmente, la Comisión ha autorizado las obras en el monumento, aunque para ello fue necesario que tanto Moreno como el director de la Fundación Valderrobres Patrimonial, Manuel Siurana, expusieran ante los miembros de la Comisión los cambios incorporados y los motivos por los que consideraban que debían ser tenidos en cuenta.
Las modificaciones afectan al patio de armas, donde se han unificado los cerramientos de seguridad mediante una barandilla que aporta uniformidad al conjunto. Según Siurana, “en el proyecto habíamos previsto puertas mediante rejas para cerrar el patio, pero la Comisión nos ha sugerido que fueran de madera, porque así lo fueron antiguamente, dado que las señales en puertas, huecos y enganches así lo ponen de manifiesto”.
El segundo modificado afecta al camino de ronda, que circunda el Castillo por el tejado. En el proyecto inicial se proponía una actuación en cubierta mediante la colocación, en los últimos tramos, de unas losas de piedra arenisca que ensanchaban el paso. La propuesta no fue aceptada por la Comisión, así que ésta ha sido sustituida “por un sistema más simple de acceso, menos agresivo con respecto al tejado”, señaló Siurana. En esta zona, “se ha optado por la colocación de una barandilla que evitará que la gente que visita el monumento pueda saltar al tejado”.
De la misma manera, el redactor ha optado por la colocación de unas escaleras de hierro “discretas, y que no serán visibles desde el exterior” en la zona de acceso a las almenas, que la Fundación promotora del proyecto quiere dotar de uso, consciente de que las vistas que se alcanza del territorio desde esa altura harán mucho más atractiva la visita a la fortaleza.
La director de la Fundación anunció que las fases I y II saldrán a licitación “de manera inmediata”. Al tratarse de una organización con entidad propia, la agilidad en la adjudicación será máxima. “Hemos enviado la documentación de la obra a cinco empresas constructoras de Valderrobres para que opten y presenten ofertas y el 1 de septiembre abriremos los sobres y valoraremos las propuestas”, manifestó Siurana, quien matizó que “la adjudicataria será la empresa que presente la oferta más ventajosa”. En este sentido, añadió que “la obra debería comenzar a partir del 12 de octubre”, que es cuando se reduce el número de turistas en el pueblo y cuando merma el número de solicitudes para visitar el Castillo.
La rehabilitación integral del monumento tendrá un coste de un millón de euros, según los cálculos de la Fundación, y las dos primeras fases están valoradas en 120.000 euros. Por el momento, la rehabilitación se ejecutará con cargo a los fondos propios que tiene Valderrobres Patrimonial, que ya ha recibido una ayuda de 50.000 euros de la Fundación Universitaria Iberoamericana, que aportará otra cantidad igual el año que viene.
Por otra parte, queda pendiente la decisión del Arzobispado de Zaragoza en relación a la conexión de la iglesia de Santa María la Mayor con el Castillo. Ambos edificios son anexos y la Fundación pretende recuperar el pasadizo que los unió en época medieval. El Castillo fue construido como residencia del Arzobispo Fernández de Heredia y estuvo conectado con la iglesia mediante este paso.
Según explicó Siurana, “la apertura del pasadizo requiere de la autorización de la Comisión de Patrimonio del Arzobispado, con la que tenemos pendiente una reunión”. A priori, la respuesta que ha recibido hace una semana la Fundación es que la Iglesia no considera esta intervención “prioritaria”, algo que para Siurana “no es una negativa”. En este sentido, en septiembre “mantendremos un encuentro con el Arzobispado para establecer los oportunos acuerdos”, ya que en este momento está prácticamente todo el mundo de vacaciones.
La Fundación financiará la obra con sus propios medios y con las subvenciones que reciba.” Si las hay, serán bienvenidas, y, si no, lo ejecutaremos nosotros, porque podemos disponer de la mitad de lo que cuesta la obra en un plazo de dos años. Si no obtuviéramos subvenciones, en cinco años podríamos financiar toda la actuación”, añadió.