Pamesa ya explota cuatro minas de arcillas en la provincia de Teruel, tres de ellas de porcelánico

Pamesa explota en estos momentos cuatro minas de arcillas en la provincia de Teruel, un recurso autóctono imprescindible para el grupo empresarial castellonense para no depender de materia prima extranjera, y más en un contexto de guerra en Ucrania, “el gran abastecedor”.

Así lo explicó el presidente de Pamesa, Fernando Roig, durante la presentación de los resultados de 2021.

El grupo cerámico trabaja desde hace cuatro años en el abastecimiento y cercanía al origen de las materias primas para no depender del exterior. En concreto, se surte de la provincia de Teruel, donde explota en Galve, Seno, Mas de las Matas y Estercuel.

La primera mina que abrió el grupo fue la llamada Galve, en octubre de 2018, de “material rojo”, explicó Roig.

En octubre de 2020 Pamesa estrenó Valdecastillo, en Seno, en esta ocasión de arcilla blanca o porcelánico.

Con la compra del grupo Azuliber, Pamesa adquirió mina Pilón, también de blanca y ubicada en Mas de las Matas. Según detalló Roig, este activo no estaba siendo usado por su anterior propietario, pero la compañía compradora la puso en marcha y hoy “ya está en plena producción”.

Por último, en enero de 2022 Pamesa abrió la mina Elena, en Estercuel. Roig reconoció que “lo hemos hecho en tiempo récord”, motivo por lo que, públicamente, quiso dar las “gracias al Gobierno del señor Lambán” porque “en año y medio hemos conseguido que nos dieran todos los permisos”.

El nombre de la mina de Estercuel, cuya apertura ha generado polémica en una localidad que cuenta con otra cantera del grupo Samca, no es casual. “Es por mi hija y por mi mujer”, que se llaman así, reconoció Roig. Este recurso está capacitado para extraer 60.000 toneladas al mes.

115.000 toneladas mensuales

Pilón, Valdecastillo y Elena “suponen una extracción mínima de 115.000 toneladas de arcilla blanca al mes”, indicó Pamesa en una nota de prensa.

“La crisis de las materias primas empeoró con la invasión de Rusia a Ucrania, pero gracias a su apuesta por las minas nacionales, Pamesa puede garantizar hoy el suministro de arcillas durante los próximos años”, detalló.

En mayo, mina Mancilla, en Alcora (Castellón), logró la declaración de impacto ambiental para un proyecto de arcilla roja.

“Estamos haciendo un gran trabajo en las minas para poder conseguir cambiar las fórmulas” de importación de arcilla ucraniana, destacó Roig. Marruecos es también un aliado “necesario para dar seguridad a nuestros clientes y colaboradores”, de modo que “tenemos arcilla en cantidad y calidad”, garantizó.

Carbón y renovables

“Hemos quitado el carbón antes de venir las energías renovables”, lamentó Roig durante su intervención, en la que criticó que los proyectos se demoren hasta “cuatro o cinco años”.

“La gran barbaridad que hemos hecho es transformar un fósil español por un fósil extranjero”, dijo en relación al gas, que encarece los costes de producción de sus plantas.

En esta línea, Pamesa realizó una fuerte inversión en hidrógeno modulable en la empresa americana eCombustible con el objetivo de sustituir el gas en el proceso productivo ya en 2023.

Resultados positivos en 2021

A pesar de las dificultades del último trimestre del 2021 debido a la situación derivada de la crisis energética y de materias primas, Pamesa alcanzó en 2021 una facturación consolidada de 1.220 millones de euros. Esta cifra representa un crecimiento del 56% respecto a los 782 millones de euros de 2020, mientras que las ventas de producto cerámico han alcanzado un crecimiento de 43% frente al mismo periodo del ejercicio 2020. El grupo cuenta con 3.192 empleados, 1.039 más respecto a febrero de 2020, lo que supone un incremento del 48% desde el inicio de la pandemia.