Mercadillo solidario en Valdeltormo a cargo del alumnado del Criet

El alumnado de los CRAs Matarranya y Algars se despidió del Criet de Alcorisa y de sus actividades este viernes con un mercadillo solidario organizado en Valdeltormo en el que los jóvenes emprendedores vendieron a las familias y vecinos del pueblo todo tipo de manualidades que han estado diseñando esta semana y el resto del curso.

La batucada con la que animaron el inicio y el fin de la jornada festiva los pequeños aprendices de músico fue una de las sorpresas que deparó el día. Con materiales reciclados (piezas de sillas que ya no sirven, palos de madera y envases de plástico, entre otros enseres), los componentes de la batukada del Criet demostraron -siempre bajo la guía de su profesora- sus grandes dotes para interpretar estos ritmos.

En cualquier caso, el evento más importante de esta jornada de convivencia fue el mercadillo que se celebró en la plaza de España y que atrajo a familias de alumnos y a vecinos del pueblo, que compraron desde imanes con cerámicas que han pintado los propios alumnos, marcos de fotos, cianotipia, tres en raya realizados a mano, marcapáginas y jabones hechos a mano, entre otras artesanías.

Actividad mercantil

Tal y como explicó el director del Criet de Alcorisa, Alejandro Labay, la actividad mercantil forma parte de “la Semana del Emprendimiento”, un proyecto en el que los crietes han creado su propia cooperativa, han diseñado distintos materiales para vender a sus potenciales clientes y, además, han ideado actividades y talleres (pintacaras) con los que apoyar la recaudación.

En suma, todo lo recaudado en esta jornada solidaria “irá destinado a la Sociedad Protectora de animales Amigo Mío”, explicó el director del centro.

Con todo, Alejandro Labay, destacó como “muy satisfactoria” esta jornada que da por finalizada la convivencia del alumnado de los dos CRAs en este tercer trimestre y también en el curso 2024-2025.  En este sentido, el director manifestó que “estamos muy satisfechos, porque una de nuestras intenciones era acercarnos a los pueblos de los niños que vienen al Criet alguna de nuestras actividades”. No en vano, Labay hizo hincapié en que “son pueblos que nos tienen mucho cariño, que se portan muy bien con nosotros y a los que nos encanta visitar para devolverles toda esa atención que nos prestan”.