Menos es más: la sobreiluminación con leds de los municipios afecta al incipiente astroturismo

Las subvenciones que reciben los ayuntamientos para sustituir alumbrados públicos antiguos y caros por otros más modernos y asequibles económicamente han disparado la potencia y el número de luminarias hasta el punto de perjudicar actividades incipientes de astroturismo que se topan con la contaminación lumínica. De ello alertó una jornada organizada por la asociación Caelum y Adibama, que animaron a los consistorios a comprender que más no siempre es mejor.

La jornada, celebrada el pasado 11 de diciembre en Albalate, estuvo abierta a todo el público, pero especialmente dirigida a responsables de los ayuntamientos, técnicos municipales y comarcales, electricistas e instaladores, hosteleros, propietarios de viviendas rurales, monitores starlight y emprendedores.

Contó con diversos especialistas: Saltoki Iluminación, el Comité Español de Iluminación, ATP (fabricante de alumbrado público led y mobiliario urbano) y Soltec por el sector de la iluminación; y la asociación Caelum y el Monasterio del Olivar como especialistas en observación astronómica y astroturismo.

Eficiencia energética

Mejorar la eficiencia energética es un objetivo declarado de la Unión Europea. Desde hace algún tiempo, tanto las entidades públicas como las empresas y los particulares se esfuerzan en aligerar los costes de la factura eléctrica. Pero poco se habla de reducir la contaminación lumínica, y todavía queda mucho por hacer en materia de eficiencia energética y disminución de los efectos contaminantes de la iluminación en espacios exteriores (núcleos urbanos, polígonos industriales, empresas, edificaciones singulares), según apuntan los organizadores de las jornadas en un comunicado.

“Todo ello ocurre mientras estamos poniendo de manifiesto que nuestro territorio posee un gran potencial para el astroturismo, un recurso y una gran oportunidad que ya se está comenzando a poner en valor con la organización de diversas actividades en torno a esta novedosa temática”, señalan. Uno de sus referentes es el Monasterio del Olivar, en Estercuel, cuyos moradores, media docena de padres mercedarios, han sabido encontrar un nuevo nicho turístico gracias a los cielos de Teruel.

El gerente de Adibama, José Vicente Querol, explicó que en los últimos meses el grupo de acción local que gestiona fondos europeos ha estado realizando actividades de promoción del astroturismo y “surgió el problema de la contaminación lumínica”, sobre el que existe “desconocimiento y falta de interés por parte de los ayuntamientos para controlarlo”.

“Existen diferentes modalidades de contaminación medioambiental y nadie piensa en la contaminación lumínica”, pero “afecta a la fauna y flora” y “tiene connotaciones económicas”.

Y es que en ocasiones la intensidad de las ayudas de entidades como el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), en torno al 80 por ciento, es tan atractiva que invita a sobreiluminar calles y edificios monumentales. “Es un tema que los ayuntamientos deberían tener muy en cuenta y también el sector turístico”, indicó Querol.

En este sentido, César Insa, técnico de Saltoki, recordó que en febrero salen nuevas ayudas del IDAE. Hay poco tiempo para presentarlas y tendrán más posibilidades los buenos proyectos. Una vez obtenidas, el pliego administrativo para la contratación del proyecto debe ser esmerado y tener en cuenta no sólo criterios económicos para la adjudicación: también la calidad técnica.

Por parte de Caelum, Juan Carlos Peguero explicó que se trata de una asociación cultural sin ánimo de lucro fundada en 2023 con la idea de fomentar el turismo de estrellas. Realizan divulgación, talleres de fotografía y eventos de observación.

Los fotógrafos nocturnos, además de preguntar por los equipos técnicos, también se interesan por la calidad de los cielos. “En Teruel, como estamos poquitos habitantes, los tenemos muy buenos”, explicó.

No obstante, la mejora del alumbrado público en los municipios “se ha hecho un poquito de manera desordenada: como ahorramos dinero con los led, pecamos de meter más luz”.

“Lo que ocurre con el led es que el espectro que emite de luz azul se refleja en el suelo y contamina más que la amarilla”, indicó el fotógrafo. “Cada vez quedan menos reductos para poder disfrutar de estas actividades y Teruel es uno de ellos”, indicó.

Peguero valoró que, tras la sensibilización realizada en Cuencas Mineras, “hay pueblos que han cambiado el alumbrado siguiendo estas directrices”. De esta forma, se evita despilfarro energético y las fotografías de larga exposición de la Vía Láctea salen con más estrellas en el horizonte y menos auras artificiales.