Matías Real-López, psiquiatra y ponente en el Congreso de Educación y Diversidad: "Utilizar frecuentemente las pantallas a edades tempranas interfiere en el desarrollo humano"
"El diseño de las redes y el nivel madurativo de los niños genera una combinación muy adictiva"El Congreso Internacional de Educación y Diversidad arranca hoy en Teruel con 250 expertos de varios países que debatirán hasta el viernes sobre diferentes aspectos relacionados con la enseñanza inclusiva. Además de las cuestiones más académicas y científicas, se abordarán temas de gran interés social como el uso de las pantallas y la salud mental, con una ponencia plenaria el viernes por la tarde que se abrirá al público general y que impartirá Matías Real-López, reconocido psiquiatra especializado en infancia y adolescencia, que pone el foco en que los padres tengan toda la información para detectar los síntomas de alerta de las conductas adictivas relacionadas con el uso de las nuevas tecnologías.
-En 2021, su equipo en el Hospital Provincial de Castellón fue el primero en documentar un ingreso hospitalario por adicción a videojuegos. ¿Cuáles son las características que aconsejan este tipo de ingresos y cómo han evolucionado desde entonces?
-Hemos de ser conscientes de que llegar a programar un ingreso hospitalario es el resultado de que todos los pasos previos (que son varios) han fracasado y el problema en lugar de mejorar se ha ido agravando. Ante el abandono de actividades básicas de la vida diaria, como la higiene personal o la alimentación, por estar jugando, el aislamiento social, la irritabilidad asociada al juego y/o a los intentos de que deje de jugar; junto a una negativa a acudir a la consulta para recibir ayuda, puede hacer necesario el planteamiento de un ingreso hospitalario.
-¿Cómo debe ser el tratamiento ante esa adicción a los videojuegos? ¿Son necesarios equipos multidisciplinares?
-Sin duda, los equipos multidisciplinares son necesarios en el abordaje de la mayoría de los problemas de salud mental y en todos los casos de adicciones. Además de las unidades de salud mental ambulatorias, sería aconsejable que cada área sanitaria contase con un hospital de día infanto-juvenil compuesto, al menos, por especialistas en psiquiatría, psicología clínica, enfermería especialista en salud mental, y terapeuta ocupacional. Existe también la opción de tener algún programa específico de seguimiento ambulatorio que permita realizar seguimientos intensivos y coordinarse con otros recursos.
-¿Debería haber unidades específicas en los hospitales para atender a este tipo de casos?
-Es un hecho que los recursos asistenciales para la infancia y la adolescencia no están distribuidos homogéneamente en todo el territorio; y también es cierto que, según la distribución geográfica y poblacional, los recursos deben optimizarse para poder ser eficientes. Lo que debería estar asegurado es que cualquier persona que necesite ser atendida tenga acceso a los recursos adecuados.
-Recientemente se han planteado medidas en los colegios e institutos para la limitación del uso de los teléfonos móviles. ¿Este tipo de medidas son efectivas?
-Nos encontramos en un periodo de reflexión social intensa acerca del uso de los teléfonos móviles, porque los ciudadanos nos hemos ido percatando de que el uso que se ha realizado hasta ahora tiene sus consecuencias; especialmente en el caso de la infancia y la adolescencia. Hemos constatado que dejar esos dispositivos a los niños pequeños genera problemas en su desarrollo. Y como es en los centros educativos donde mayor tiempo pasan nuestros menores y donde más interacciones entre iguales se producen, es lógico que sea en ese entorno donde hayan aparecido las mayores alarmas. Desde mi punto de vista, es necesario establecer la limitación de uso por varios motivos: para poder plantear un uso adecuado de algo, primero hay que frenar el uso inadecuado que se está haciendo; a pesar de los mensajes que se lanzan a favor, no hay ningún dato concluyente que demuestre que introducir las pantallas en la educación de los niños aporte ningún valor ni ventaja; y por último, cualquier adulto que hoy está utilizando las pantallas creció sin ellas, por lo que es falsa esa idea que nos dicen de que si no empiezan a usarlas desde pequeños “se quedarán atrás o fuera de juego”.
Dificultades
-También hay estudios que alertan de dificultades de adquisición del lenguaje y de socialización en niños muy pequeños por el uso de pantallas. ¿Hasta qué edad no es aconsejable que los niños utilicen estos dispositivos?
-Deberíamos retrasar al máximo su uso. Aunque lo más importante no es tanto hablar de una edad sino de unas condiciones. No se trata de no tener ningún contacto directo con una pantalla hasta los 16 años, por ejemplo, y a partir de ese día darle un dispositivo sin más control. Lo adecuado sería hacer una educación progresiva desde la primera infancia, de la misma forma que les vamos explicando cómo funciona el coche, respondemos a la curiosidad sobre cómo se ponen las marchas, cuáles son las señales de tráfico… Lo que está claro, es que utilizar frecuentemente las pantallas a edades tempranas, interfiere en el desarrollo evolutivo del ser humano.
- ¿Qué formación hay que dar a los padres para que acompañen a sus hijos en el uso de la tecnología?
-Espero que después del Congreso que se está celebrando en Teruel, y de otras actividades que están por llegar, se vaya difundiendo este tipo de información. Lo que es fundamental es que, como padres, reflexionemos sobre estos temas, y que seamos conscientes de que mientras nuestros hijos están delante de una pantalla no están haciendo otras cosas que son muy importantes para su vida: jugar, leer, hablar cara a cara con amigos, aburrirse…
- ¿Cuáles son las señales de alarma sobre las que tienen que estar atentos los padres?
-Aumento del tiempo de uso, abandono de actividades básicas de la vida diaria, irritabilidad, interferencia con la organización y planificación de sus tareas… todo eso son señales de alarma para consultar con su pediatra y valorar la situación.
- ¿Cuáles son los principales problemas de salud mental y de desarrollo de los niños y jóvenes vinculados con el uso de las pantallas?
-En función de la edad a la que estén utilizando las pantallas, nos encontramos desde dificultades en la interacción social (niños que no mantienen la mirada, con retraso en la adquisición del lenguaje) hasta problemas relacionados con el aislamiento y situaciones de acoso. Por otro lado, se favorecen también los problemas alimentarios -en los que cada vez es más precoz su aparición- y todo ello facilita la aparición de cuadros depresivos, más o menos graves.
- ¿Cuáles son los riesgos de las redes sociales y por qué resultan tan “adictivas” para los adolescentes?
-Son adictivas, para los adolescentes y para cualquier edad, porque están diseñadas para serlo. En realidad, todos los productos diseñados para interactuar con una pantalla comparten diseños adictivos con las clásicas máquinas tragaperras: el diseño atractivo combinado con el refuerzo positivo intermitente; y se han añadido características mucho más potentes como son el scroll infinito, la sensación de quedarte aislado si no están continuamente mirando lo que ocurre en las redes… Hace tiempo sabemos que la heroína, por ejemplo, es muy adictiva porque sus propias características le permiten llegar al cerebro rápidamente y así genera unos determinados efectos. El propio diseño de las redes sociales, junto al hecho de que los niños y adolescentes no se han desarrollado totalmente a nivel madurativo genera una combinación altamente adictiva.
- La tecnología evoluciona muy rápido y la Inteligencia Artificial se está incorporando cada vez más. ¿Puede generar unos problemas específicos de salud mental diferentes a otros vinculados con las nuevas tecnologías?
-Debemos ser capaces de no dejarnos cegar por el culto a la innovación en el que estamos situados como sociedad y valorar adecuadamente qué nos aporta de positivo cada nueva tecnología que nos incorporan y que no nos dejan rechazarla. Tendremos que estar atentos, pero ojalá no reaccionemos cuando los resultados sean muy negativos.