Los tambores de Alcañiz protagonizan el primer Encuentro de Cofradías de la Vicaría V

Los tambores de Alcañiz se adelantaron a la Semana Santa con motivo del I Encuentro de Cofradías de la Vicaría V de la Archidiócesis de Zaragoza, un evento que sirvió para profundizar en la fundamentación religiosa de las hermandades sin renunciar a su actualización folclórica, festiva y turística acorde con los nuevos tiempos.

En esta primera edición de un encuentro de confraternización con vocación de continuidad, participaron un centenar de personas agrupadas en 17 cofradías del territorio concerniente a la Vicaría V, principalmente el Bajo Aragón histórico y parte de la provincia de Zaragoza.

El acto arrancó con recepción, saludo y oración en el salón de actos del colegio de las Anas, y acto seguido hubo una charla formativa bajo el título “Las cofradías y hermandades al servicio de la evangelización”, a cargo del laico y profesor de teología Armando Cester.

Posteriormente se celebró un colorido pasacalles por el centro de la localidad con los estandartes de las cofradías participantes, acompañados por un grupo de tambores de la Semana Santa alcañizana.

Finalmente, cerró el encuentro una concurrida eucaristía en la iglesia de Santa María.

Cester, que es hermano mayor de honor de la cofradía de la Columna de Zaragoza, profundizó en su conferencia “en la identidad de las cofradías, que eminentemente es religiosa” y “lo que las sujeta, sin despreciar otros aspectos como puede ser el folclore, la fiesta, el turismo y todo lo que conlleva” la Semana Santa del Bajo Aragón. No obstante, conviene “remarcar que el alma y fundamento de todas las hermandades es esa identidad religiosa que tienen”, indicó.

Actualizar para vivir

“Siempre hablamos de la inculturación del Evangelio. Verdaderamente, cuando se entra en una asociación, hay que ver cuál es su alma desde que está fundamentada, y esto viene desde el siglo XIII”, indicó el teólogo. “Así se sujeta y lo que hay que hacer es un esfuerzo, viviendo la tradición, de actualizarla, pues algo que no se actualiza no vive”, concedió el teólogo.

Cester ensalzó también la labor de los tambores en la “identidad” religiosa de la Semana Santa bajoaragonesa. “Es una de las cosas que la ha sujetado, junto con la incorporación de la mujer y lo que conlleva, a nivel sociológico, que la cofradía reúna a la familia”, continuó.

En cuanto al evento celebrado, Cester señaló que objetivo era “vernos después del covid” y trabajar “esa identidad religiosa, entre todos, con las características de cada ciudad, pueblo y entorno geográfico”. Además, se puso de “manifiesto en la calle lo que somos” a través de los estandartes y, finalmente, se celebró la liturgia, “la eucaristía, que es lo que a los cristianos nos fundamenta”. Para finalizar, comieron “todos juntos, pues la fraternidad es otra de las cosas que tienen las cofradías”, subrayó.

Tras este primer encuentro “habrá un segundo”, luego “es bueno comenzar algo que creemos que vale la pena”, concluyó.