Los jubilados culpan a Endesa de su próxima ´pobreza energética´
Los miembros de Amepea salen de su encierro, pero el comité permaneceLos jubilados de Endesa pusieron punto y final el martes a su encierro de cuatro días en el salón de plenos del ayuntamiento de Andorra para protestar por la eliminación por parte de la empresa de los beneficios sociales –tarifa eléctrica y ayudas a estudios para familiares– que disfrutaban en concepto de salario en especie.
En una carta abierta al consejero delegado de Endesa, José Bogas, a la que dieron lectura a la salida de su encierro entre decenas de personas que apoyaron la movilización desde el viernes, los miembros de la Asociación minero eléctrica de pasivos y prejubilados de Endesa Aragón (Amepea) transmitieron su “profundo malestar y decepción por el intento” de la compañía de “eliminar unilateralmente los derechos históricos”, algo que consideran “ilegal” y un “atropello”.
Los pasivos recuerdan en la misiva que los beneficios sociales “se conquistaron a lo largo de las décadas en el ámbito de la negociación colectiva” y que “provienen de la masa salarial” de los trabajadores. En el caso de la tarifa de empleado, “suponen un salario en especie que pertenece al trabajador”, mientras que “para algunos colectivos, como los mineros de Andorra o Encasur, el cupo de energía bonificada proviene del histórico vale de carbón reconocido en la ordenanza de trabajo para la minería del carbón de 1973 y en todos los planes de reordenación minera habidos desde 1991 hasta 2017”. Asimismo, “se reconoce el derecho a energía bonificada en la ordenanza de trabajo de las industrias eléctricas de 1970”, apuntan.
Entre las consecuencias de la eliminación de la bonificación de la tarifa eléctrica, que cuenta con el soporte de la sentencia de la Audiencia Nacional –aunque los pasivos la mantienen recurrida en el Tribunal Supremo, del que esperan medidas cautelares hasta que resuelva–, los afectados advierten de que “miles de pensionistas, sobre todo los más ancianos y beneficiarios por viudedad u orfandad, con pensiones muy pequeñas”, entrarán “directamente en una situación de pobreza energética al no poder afrontar el pago de la tarifa normal o el cambio del sistema de calefacción a otro no eléctrico”.
“No se imagina usted lo duro que es el invierno en nuestra provincia de Teruel”, espetan los pasivos a Bogas, al tiempo que le aseguran que “no es posible mantener caliente una casa con “todo eléctrico” – el sistema que, argumentan, la empresa ha incentivado para sus trabajadores– con 3.500 kilovatios”, que fue la última propuesta de la empresa.
Ante los argumentos de responsabilidad social o corporativa que aduce la empresa, los jubilados se preguntan si lo es “sumir a miles de sus antiguos trabajadores, que hicieron grande esta empresa, en una situación de pobreza energética”, o “invitar a los 27.000 antiguos trabajadores a dejar Endesa y buscarse otra distribuidora”, o “dejar plantadas a las autoridades municipales de Andorra en una reunión previamente concertada”, o “tener la empresa incendiada con encierros, manifestaciones, concentraciones y huelgas en todos sus centros de trabajo por su actitud intransigente en la negociación del Convenio y por su empecinamiento en quedarse con los derechos de los jubilados”.
Por último, los jubilados, que advierten de que lucharán por sus derechos “hasta las últimas consecuencias”, lamentan “cómo hemos pasado de la antigua Empresa Nacional de Electricidad”, que “velaba por el bienestar de sus trabajadores, a esta situación en que la ‘madre Endesa’ le quita la merienda a sus hijos para repartírsela con sus amigotes”.
Ocho días lleva el comité
Por su parte, el presidente del comité de la central térmica, Hilario Mombiela, explicó que los sindicalistas cumplían el octavo día de encierro en las oficinas de la planta, que se mantendrá hasta que se desbloquee el convenio. Esta semana está prevista una nueva reunión con la dirección de la que se espera algún gesto que ayude a relajar el ambiente. Mientras tanto, los sindicatos de Endesa han convocado huelga general “para el mes que viene, cinco días del 11 al 15”, explicó Mombiela.