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Los herederos del Temple promulgan sus valores en un congreso en Híjar Los herederos del Temple promulgan sus valores en un congreso en Híjar
La OCAIT recibe al alcalde de Híjar, Jesús Puyol, el sábado en la ermita del Carmen

Los herederos del Temple promulgan sus valores en un congreso en Híjar

La OCAIT celebra el décimo aniversario con conferencias de Ávila Granados
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La Orden de Caballería Ancestral Internacional Templaria (OCAIT) celebró el pasado fin de semana su décimo aniversario en la ermita del Carmen de Híjar con la organización del III Congreso Internacional Templario, en el que 50 personas se reunieron para conocer la villa medieval del Bajo Martín y disfrutar de varias conferencias, entre ellas las del investigador y periodista Jesús Ávila Granados.

La Orden de los Pobres Compañeros de Cristo del Templo de Salomón, cuyos miembros son conocidos como caballeros templarios, fue una de las órdenes monásticas militares católicas más poderosas de la Edad Media. Se mantuvo activa durante dos siglos y tuvo como principal propósito participar en las cruzadas para recuperar el terreno ganado por los musulmanes siglos atrás. En el camino de sus 196 años de historia, los monjes hicieron importantes contribuciones al patrimonio, la cultura o la economía.

Fue fundada en 1118 por nueve caballeros franceses liderados por Hugo de Payns tras la primera cruzada. Su propósito original era proteger las vidas de los cristianos que peregrinaban a Jerusalén tras su conquista.

Con manto blanco y cruz ancorada roja sobre él, los caballeros templarios estaban mejor entrenados que la media del resto de las órdenes religiosas, mientras que los miembros no combatientes gestionaron una compleja estructura económica en el mundo cristiano.

La pérdida de Tierra Santa supuso la desaparición de los apoyos a la orden y en 1312 el Papa Clemente V cedió a las presiones de Felipe IV para disolver la orden de forma abrupta y con represalias a sus últimos líderes.

En Aragón, la orden tuvo 19 encomiendas, seis de ellas en Teruel: Alfambra, Villel, Libros, Fuentes Calientes, Castellote y Cantavieja. Se conserva parte del castillo de Castellote, en forma de torre del homenaje y refectorio. Allí, Jaime I, criado bajo educación templaria en Monzón (Huesca), autorizó mercado propio en 1268.

Guardianes de sus valores

Siete siglos después, la OCAIT presume de preservar los valores templarios, que en pleno siglo XXI pasan por “traer virtudes que los caballeros tenían como primarias: justicia, nobleza, honestidad, caridad, fe, honradez y honorabilidad”, destacó el gran maestre de esta orden de nuevo cuño, Juan Antonio Ortega.

“Lo que pretendemos los caballeros templarios es que esas virtudes, que son cristianas pero responden al comportamiento que debe tener todo ser humano, vuelvan a tener vigor”, resumió Ortega, que fundó la orden de nuevo cuño en Bordón en 2014.

“Hace unos meses hicimos un retiro en la ermita del Carmen de Híjar y hemos decidido hacer un congreso internacional en el mismo lugar que tan bien nos acogió, en conmemoración de nuestro décimo aniversario”, detalló. Han participado órdenes hermanas de Italia, España, Francia y Países Bajos.

A través de estos congresos, charlas y mesas de debate, los templarios dan a conocer su etilo de vida e inciden en las virtudes que quieren trasladar, que para ellos son “puntales para la convivencia tan válidos hoy como en el siglo XII”.

“Salvando el tiempo y los cambios sociales que han habido, una de las cosas que promulgamos en nuestra orden es que la mujer tenga el mismo nivel, estatus, obligaciones y derechos que pueda tener un hombre. Una dama templaria es lo mismo que un caballero templario a todos los efectos”, destacó.

La OCAIT se divide “en tres casas o comendadurías y en cada una habrá unas 15 o 20 personas”, indicó el responsable.
 

Los neocaballeros y damas templarios vistieron hábito en el congreso celebrado el fin de semana en Híjar

Ávila Granados

Tras la recepción y bienvenida del viernes, la intensa jornada del sábado comenzó a las 10:30 horas con la apertura del congreso a cargo del alcalde de Híjar, Jesús Puyol. El programa indicaba que Josep Guijarro abordara “El legado egipcio del Temple”, Jesús Ávila Granados “El legado templario” y “Castillos templarios de España”, Sergio Solsona “El santo grial y los templarios, el final de la búsqueda”, y Narciso Ortega “San Bernardo de Claraval y el temple”.

El domingo, los asistentes disfrutaron de una visita guiada a la villa medieval de Híjar, barrio cristiano y judío, y la cuarta sinagoga más importante de España. También conocieron la Semana Santa de la Ruta del Tambor y Bombo, que en Híjar acumula más de cinco siglos de historia. Cerró una mesa redonda bajo el titulo “El temple en el siglo XXI”.

Ávila Granados es periodista, escritor, conferenciante y coordinador de eventos culturales. Ha escrito 122 libros, muchos de ellos relacionados con el Temple. “Para mi fue un placer atener esta llamada del gran maestre de la OCAIT. Del legado templario es importante destacar todo el caudal cultural, científico, tecnológico, humano y social que nos ha dado la Orden”, subrayó.

Entre otras cosas, los monjes “crearon el concepto social de farmacia”. Elaboraban su pan y aceite, hacían vidrio soplado y las damas templarias regentaban escuelas como responsables de mantener la cultura de futuras generaciones. En los territorios en los que se asentó había escuela gratuita y obligatoria.

A ellos se les debe la protección de caminos de peregrinación a los santos lugares (Tierra Santa, Roma, Santiago de Compostela, Rocamadour, Caravaca de la Cruz y Liébana). Crearon una raza equina única, mediante el cruce del caballo percherón con el árabe.

Transformaron el arte románico en el gótico, a través del estilo cisterciense. Y contribuyeron a crear las primeras universidades, escuelas de traductores, castillos y 75 catedrales en toda Europa.

Económicamente, se les debe la creación de la primera letra de cambio. Tenían banca propia, que cobraba un 10% de interés a instituciones y empresas. Recuperaron el culto a la Virgen María.

Ávila Granados aprovechó para ensalzar el patrimonio de Híjar, especialmente la sinagoga del siglo XV, de la que celebró su reciente consolidación y la próxima investigación de sus pinturas ocultas por parte del Gobierno de Aragón que darán muchas alegrías a la localidad.