Los escolares de Ariño volverán a representar su particular leyenda del dragón
La localidad volverá a disfrutar de la recreación por el 23 de abril
Ariño volverá a ponerse patas arriba este lunes, 23 de abril, durante la representación de la Leyenda del Dragón por parte de los escolares de la localidad, que este año se reeditará por cuarta ocasión como acto central de la celebración del Día de Aragón.
Aunque la representación está dirigida por la agrupación Puro Teatro Insolvente, en ella participa la mayor parte de la población de Ariño, que se viste a la usanza medieval para ambientar el montaje. Toda la acción discurre por diferentes plazas y calles del pueblo, convirtiéndolo en un escenario gigante.
Los actores y actrices protagonistas son 24 escolares de Ariño, siete de los cuales serán darán vida a un impresionante dragón que fue creado por ellos mismos hace cuatro años. Es una bestia absolutamente llamativa, ya que gruñe y ruge al ritmo de varios tambores y bombos de las cofradías de Ariño, y a través de divertidos y logrados efectos especiales bufa bocanadas de humo denso y escupe fuego en forma de bocanadas de confeti rojo y amarillo, tiñendo de los colores aragoneses todas las calles que recorre sembrando el pánico.
La Rondalla de la Tercera Edad de Andorra situarán y contextualizarán al inicio cada una de las tres escenas de la representación, con jotas escritas a tal efecto. Del mismo modo, el grupo de ballet Condanza, coordinado por una exalumna de la escuela de Ariño, Susana Garín, participa en la representación con tres danzas que se representan en diferentes momentos de la historia.
El libreto de la historia está elaborado por Salvador Peguero basándose en las ideas y sugerencias de los escolares, que han ensayado durante los últimos meses.
Pero lo mejor de todo es que los chavales de Ariño han sido capaces de mejorar sustancialmente la leyenda; el caballero Jorge no es tal, sino que es Georgina, una chica rescatadora. Y el dragón, que no deja de ser una criatura con sus sentimientos aunque tenga mala leche, no muere, sino que es engañado para que deje de dar mal.