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Los derribos de  la calle Trinidad continúan su curso con la quinta casa Los derribos de  la calle Trinidad continúan su curso con la quinta casa
Obras de derrumbe de la quinta vivienda en la calle Trinidad. Pedro Llombart

Los derribos de la calle Trinidad continúan su curso con la quinta casa

Algunos de los vecinos muestran su descontento por la situación que viven
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El proceso de demolición en la calle Trinidad de Alcañiz sigue adelante con el derribo de la quinta vivienda, en este caso la número 14 afectada por la fuga prolongada de agua en la red de abastecimiento, que comprometió la estabilidad de varias casas en la zona. Este nuevo derribo se une a los realizados en los números 16, 18, 20 y 22, todos declarados en ruina inminente tras la aparición de grietas y daños estructurales severos.

Algunos de los vecinos expresaron críticas por falta de información pública sobre el desarrollo de las obras. Uno de ellos, Pedro Llombart, mostró su descontento con la situación tras vivir más de 40 años en el casco viejo de Alcañiz. El afectado sostiene que una parte del problema pudo haberse evitado si se hubieran atendido sus quejas previas sobre las filtraciones en su bodega. “Llevo más de un año alertando de este problema, pero no me hicieron caso hasta que fue demasiado tarde”, explicó. Aseguró que la gestión actual está causando un “deterioro irreversible” en las viviendas que aún permanecen en pie y que el manejo del proceso de demolición está “dañando casas vecinas” que, según él, “no tendrían por qué verse afectadas”.

Sin embargo, José Ángel Gil, el director de obra en los derribos de las casas, explicó que lo que ha ourrido es “un efecto dominó donde la caída de algunas viviendas provocó daños irreparables en las adyacentes”. Aseguró que uno de los puntos importantes por los que se tomó esta decisión fue “la antigüedad de las construcciones, la existencia de muros maestros y pilares compartidos, además de la existencia de varios muros y paredes de tapial”. También incidió en que las decisiones tomadas son fruto de un “exhaustivo análisis técnico”. Gil subrayó que la prioridad fue asegurar las zonas para evitar así daños personales.

Problemas desde abril

El inicio del problema comenzó a principios del pasado abril, cuando varias familias de esta calle fueron desalojadas de sus viviendas, como consecuencia de una conducción de agua averiada. Además, uno de los inconvenientes que propició este hecho fue la “poca cimentación” que algunas casas tenían debido a ser demasiado viejas, según explicó entonces el alcalde de Alcañiz, Miguel Ángel Estevan. La responsabilidad de las actuaciones, según apuntó Estevan también en ese momento, “es de la empresa gestora del agua Aquara, puesto que se trata de una fuga” de una tubería que estaba bajo su supervisión.

Un mes después, a finales de mayo se ordenó el derribo de las dos primeras casas, los números 16 y 18 del casco viejo de este vial del casco viejo de la ciudad. Las casas en cuestión estaban habitadas cuando hubo que desalojarlas por las grietas aparecidas. Una de ellas estaba ocupada por un vecino y la segunda por una pareja. A ambas unidades familiares se las realojó en pisos. La tercera casa fue derruida por el mismo motivo a principios de julio y estaba situada en el número 20 de la Calle Trinidad. En el inmueble vivía una familia con su hijo que en este momento vivía en una casa en alquiler que “les facilitó Aquara”, la empresa gestora del agua. Por otro lado, el número 22 también se decretó en ruina a finales de ese mismo mes y por lo tanto, los técnicos del ayuntamiento procedieron a realizar las obras pertinentes para su derrumbe.

Según Gil, los técnicos todavía se encuentran pendientes de los resultados de un estudio geotécnico que indica la estabilidad del terreno y aseguró que “no va a ser fácil” saber qué va a pasar con el resto de casas de esta calle próximamente.