Los comercios de Alcañiz se equipan con EPIs, máquinas de ozono y ultravioleta
Cambios de uso en las compras: más acompañamiento del dependiente y menos "tocar" la ropaGeles hidroalcohólicos, mascarillas y guantes a la entrada, un acompañamiento constante del cliente, mucho espacio, zonas de desinfección y, sobre todo, cambios en las costumbres del antiguo comprador, que ahora tendrá que habituarse a tocar lo justo, dejarse acompañar del dependiente y sólo probarse lo que le guste más. Esa es la situación que se encontró el lunes el cliente que acudió a comprar a los comercios de Alcañiz, que la semana pasada limpiaron, desinfectaron y pusieron nuevo mobiliario a la entrada de las tiendas para que los equipos de desinfección estén al alcance de todos.
Algunos establecimientos han optado por retirar mobiliario para que los espacios sean más amplios. Es lo que ha hecho, por ejemplo, Ángela Pascual, de la tienda de ropa infantil y juvenil Pekes de Alcañiz, que ha retirado la mesa, la silla y los juguetes que tenía en un rincón de la tienda para que los niños que acompañan a sus padres o hermanos se entretengan un rato. "Lo he dejado todo despejado, porque nuestra intención es atender en dos mostradores distintos, y queremos que haya espacio suficiente", comentó.
La comerciante explicó que su intención es realizar un "acompañamiento del cliente" en todo momento y procurará "que la gente toque la ropa lo menos posible". La idea, añadió, es "hacer una atención más personalizada", ni más ni menos. Se trata de "cumplir todo el protocolo que se necesita para este momento", así que Pascual ha limitado el aforo de la tienda a seis personas, "incluyéndonos los dos dependientes", precisó.
A las puertas de su comercio ha colocado un mueble con el gel de desinfección para que la gente se lave las manos antes de entrar. Además, "es obligatorio acceder al establecimiento provistos de mascarilla si son adultos, y los niños de más de tres años también". Aunque avisa de esta obligatoriedad, Ángela Pascual compró por su propia cuenta mascarillas por si alguien se presenta sin ella.
Al tratarse de un comercio de ropa, la desinfección resulta un poco más complicada que en el caso de otros artículos. "Lo primero que recomendamos es que la gente no toque la ropa, porque nosotros se la enseñamos, y les pedimos que se prueben sólo lo necesario, el mínimo número de prendas posible, porque la ropa que se prueben ha de meterse acto seguido en una caja, estar allí 48 horas, como si fuera una cuarentena, y finalmente, pasado ese plazo, le voy a dar vapor". El vapor en caliente acaba con los restos de virus en el caso de que los hubiera.
Esta comerciante tiene altas expectativas en la apertura del sector del comercio. "En nuestro caso, la semana pasada varias clientas nos pidieron cita previa, sin que ni siquiera nosotras se la ofreciéramos, porque a los niños se les queda la ropa pequeña", añadió.
Máquina de ozono
Donde también va a cambiar el aspecto del establecimiento es en tintorería Alejandre, también de Alcañiz, donde Ana Cases está preparando "una cámara estanco para meter todas las prendas de ropa que nos traigan y hacerles un tratamiento de choque con ozono". Antes de decidirse por esta máquina miró muchas opciones, pero es la que más le convenció por el tipo de trabajo que realiza. "Miramos de usar una plancha de vapor, también los sistemas de luz ultravioleta y los de ozono, pero como nosotros en la tintorería ya trabajamos con vapor, buscando información por Internet y consideramos que lo que más nos cuadraba era el ozono, porque después de aplicar el tratamiento y lavar la ropa el virus, si lo ha habido, ha desaparecido por completo".
Este tratamiento con ozono se realizará dentro de la cámara-estanco que le van a montar a esta tienda esta semana. "Antes de limpiar las prendas, las colocaremos dentro de la cámara y allí recibirán el tratamiento con ozono, que es un gas desodorante y desinfectante válido, porque es bactericida, viricida, fungicida y deodorante, elimina también los malos olores, es muy completo", enfatizó. La ropa se quedará dentro de la cámara estanco durante un periodo de cuarentena. "Después, ventilaremos bien para que el aire se convierta en oxígeno y ya podremos limpiar la ropa", explicó Cases.
El tratamiento se realiza por una cuestión "de prevención, para que cuando cojamos la ropa, si ha habido virus, éste haya desaparecido y podamos trabajar con seguridad". Cases valoró la posibilidad de utilizar la luz ultravioleta, "pero nos dio miedo por si pudiera deteriorar la ropa". Ambos, ozono y luz ultravioleta, serían válidos en su caso, "pero el ozono se está usando para esterilizar quirófanos, así que finalmente lo hemos preferido como sistema".
Mientras le instalan la cámara y pone en marcha todo el sistema de seguridad que ha planeado, Ana Cases sigue trabajando, aunque, eso sí, no falta la mascarilla, los guantes y la bata protectora.
La Asociación de Comerciantes de Alcañiz gestionó durante las últimas semanas la compra de geles hidroalcohólicos, mascarillas y guantes para proveer a los comercios asociados. Tal y como explicó la gerente, Irene Quintana, durante el último mes han proliferado en el mercado todo tipo de ofertas para que las tiendas se preparen para la reapertura: "Hay mil cosas en el mercado, desde las máquinas de ozono o de luz ultravioleta, las alfombras húmedas, se ofrecen también termómetros para conocer las temperaturas, etc". Cada establecimiento ha optado por el sistema que mejor se adaptaba a su sector, al tipo de producto que vende o a su propio espacio.
En Óptica Bajo Aragón, Óscar Pérez ha comprado una máquina de luz ultravioleta en donde coloca las gafas que se prueban los clientes. "Es una máquina que desinfecta por luz ultravioleta del tipo C", detalla el óptico, que añade: "Está demostrado que la luz ultravioleta es buena para matar el virus y, además, tiene de positivo que no afecta a las gafas ni las daña, incluso hay gente que también tiene en casa para desinfectar las llaves, el teléfono móvil, etc"
Esta óptica se está "adaptando a los nuevos protocolos y procedimientos", y según Pérez, "la gente se lo está tomando muy bien, todo el mundo hace caso a las nuevas normas".
El centro que tiene en Alcañiz abrió la semana pasada, y el lunes lo hicieron las ópticas que tiene en Calanda y Andorra.
En la máquina de luz ultravioleta "caben 12 gafas al mismo tiempo y en cinco minutos están desinfectadas". Se decidió por este sistema porque "la luz ultravioleta es completamente inocua, no deja olor, residuos ni nada que perjudique al artículo". Además, es un procedimiento de desinfección rápido, según recordó este comerciante que aprovechó para recordar el servicio que ofrece el comercio de proximidad frente a las grandes superficies comerciales: "En el medio rural no hay aglomeraciones, en comparación con las ópticas o comercios que la gente se puede encontrar en grandes establecimientos o centros comerciales como Puerto Venecia”.
Citas distanciadas
Quienes se aproximen a las ópticas a comprar a partir de ahora también tendrán que seguir procedimientos de seguridad. "Hasta ahora hemos realizado citas distanciadas, una cada hora, e intentamos que los clientes vengan solos, aunque cuando son niños lo ideal es que vengan acompañados del padre o de la madre. Como hay personas que acuden sin mascarilla, "le proporcionamos un kit con una mascarilla desechable que puede llevar durante cuatro horas, unos guantes y un spray antivaho, que se agradece mucho si uno lleva la mascarilla", añadió el propietario del centro óptico.
Por otra parte, en cuanto un cliente entra en una óptica, "le hacemos un acompañamiento. Ante se podían probar cualquier cosa, pero ahora ya no es así. Si una persona quiere probarse gafas de sol, nosotros le haremos una selección con los modelos disponibles, aunque, si ya vienen con una idea, lo ideal no es que se prueben 40 gafas, sino menos cantidad. Pueden ser 10 o 12, y si no le gusta podemos añadir más, pero hay que ir en ese sentido con más precauciones".
Al 100% en Andorra
En Andorra el comercio abrió “al cien por cien, con las limitaciones higiénicas pertinentes”, por lo que la villa “va cogiendo color”, valoró el presidente de la Asociación Empresarial de Andorra-Sierra de Arcos y Bajo Martín, Roberto Miguel.
En la mañana de del lunes ya se veían “colas en la entrada de los establecimientos, respetando las medidas de distanciamiento, con mascarillas y demás”, añadió Miguel, quien explicó que los comercios se han dotado de mamparas de metacrilato, geles y guantes para extremar la higiene.
Cabe recordar que la semana pasada apenas abrió un 20% en la fase inicial de la desescalada en Andorra, por lo que “con lo que con este nuevo escenario poco a poco vamos cogiendo confianza”, dijo Miguel. En su sector, el del mueble, “se ha empezado a trabajar pero pensaba que se iba a mover más el post confinamiento”, reconoció. Y es que, vaticinó, “va a haber una desaceleración económica brutal por las expectativas que hay en cuanto al empleo, y aquí hay que recordar que cierra la central dentro de mes y medio”.