Licitan por un 10% más las viviendas de camineros de Alcañiz

La empresa pública Suelo y Vivienda de Aragón (SVA) ha vuelto a licitar la segunda fase de las obras de rehabilitación de seis viviendas del parque de maquinaria de Alcañiz, en las que ya se actuó el año pasado con una primera fase en la que se intervino en los elementos comunes del inmueble y en una de las viviendas situadas en la planta primera. En esta primera fase se invirtieron 430.635 euros a través del Fondo de Inversiones de Teruel (Fite). 

Una vez acondicionado el edificio con la mejora de las infraestructuras comunes y la puesta a punto de la vivienda situada en la planta baja, la empresa pública ofertó el pasado verano las obras para acometer la segunda fase, pero el contrato quedó desierto al no presentarse ninguna empresa interesada. 

Ahora, esta segunda fase vuelve a salir a información pública por un montante de 273.071 euros, unos 25.000 euros más que en la oferta fallida, lo que supone un incremento del 10% del precio inicial. El plazo de ejecución de los trabajos será de seis meses.

Las cinco viviendas se destinarán al alquiler y se rehabilitarán bajo los criterios Passivhaus para la incorporación a la bolsa de alquiler social. El estándar Passivhaus consiste en la simplificación de los sistemas activos de calor y frío, generando edificios que necesitan de muy poca energía para mantener unas buenas condiciones de confort climático en su interior y con costes asequibles.

Este tipo de arquitectura se basa en el establecimiento de un protocolo con una demanda energética muy reducida. Para ello, se invierte especialmente en el aislamiento térmico, que es superior que en los edificios convencionales. Asimismo, se realiza un tratamiento en todos los puentes térmicos del inmueble, con ventilación controlada y recuperación de calor. 

El estándar Passivhaus no impone el uso de un determinado número de materiales, sino que busca que el consumo energético sea muy bajo, en función de la orientación del edificio y de su propia tipología. En este sentido, la colocación de las ventanas y su hermeticidad es clave para conseguir los objetivos de consumo energético que se pretenden obtener.

La primera fase

La obra ejecutada en la primera fase consistió en la mejora energética de la fachada y la colocación de SATE (revestimiento de fachadas de un edificio con aislamiento). Asimismo, se instalaron carpinterías con altas prestaciones térmicas y se mejoró la cubierta y la solera del edificio, incrementando también su aislamiento. 

Asimismo, se instalaron máquinas de aerotermia para que aporten el agua caliente sanitaria y la escasa calefacción que requieren este tipo de edificios. Igualmente, una vivienda de la planta baja quedó totalmente finalizada en esta primera fase, con todas las instalaciones y acabados. En ésta se instaló un aparato de aireación mecánica para la recuperación de calor.

Por otra parte, se realizaron dos ensayos denominados Blower Door en la vivienda terminada para comprobar que se cumplían las condiciones de aislamiento requeridas para el estándar Passivhaus. El primero de estos ensayos se realizó cuando se hubo terminado de instalar la capa de hermeticidad y estuvieron colocadas las carpinterías. El segundo ensayo tuvo lugar tras los acabados de obra.

Estos mismos ensayos también se llevarán a cabo en las obras de la segunda fase, tal y como consta específicamente en el pliego. No en vano, las pruebas Blower Door se efectúan para demostrar que la ejecución de la obra se ha realizado de manera adecuada a como consta en los pliegos. Su realización correrá a cargo del Laboratorio de Calidad de Edificación del Gobierno de Aragón o  bien de otro laboratorio de control de calidad que contratará directamente Suelo y Vivienda.