Las obras de la N-232 en Monroyo ya van por su tercer modificado

Las obras de acondicionamiento de la carretera nacional 232 entre la intersección de la carretera de Ráfales y el límite provincial con Castellón ya van por su tercer modificado de proyecto. El último responde a la mejora de los accesos a Monroyo por el sur, a una salida directa desde la carretera hasta la ermita de la Consolación y a las conexiones de caminos  con la carretera en Torre de Arcas.

El ministerio de Fomento ha hecho público el listado de afectados (14 propietarios) por los cambios en el proyecto que supondrán la expropiación de 17 parcelas de los términos municipales de las dos localidades antes mencionadas. Según fuentes ministeriales, este tercer modificado obedece a cambios solicitados por los dos ayuntamientos.

En el caso de Monroyo, el modificado consiste en la mejora de la curva de acceso sur de Monroyo, así como a la realización de una salida directa hasta la ermita de la Consolación, en los alrededor del túnel. Igualmente, las mismas fuentes apuntaron a que se van a realizar varias conexiones de varios caminos entre sí y entre éstos y la carretera nacional 232. De la misma manera, está prevista la construcción de un paso separado para resolver el cruce con una via pecuaria en el enlace con Torre de Arcas.

Retraso

Las obras de la carretera nacional 232 entre el límite provincial con Castellón y la intersección con la carretera de Ráfales afectan a un tramo de 14 kilómetros y llevan un retraso de varios meses. Iniciadas en mayo de 1015, su finalización estaba prevista para diciembre de este año, pero los plazos han tenido que alargarse como consecuencia de un modificado del proyecto, tal y como puso de manifiesto el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna  durante la colocación de la primera piedra de las obras de desdoblamiento de la N-232 entre Gallur y Mallén. Según el ministro, el retraso de varios meses en la obra obedecía a un modificado del proyecto que no especificó.

Las obras de acondicionamiento de este tramo de 14 kilómetros en la provincia de Teruel han sufrido algunos imprevistos durante los últimos meses. El más significativo fue el derrumbamiento de un talud en el túnel de la Consolación, de 240 metros de longitud.