Las minas de Teruel produjeron el 66% del carbón nacional en el año 2017
La competitividad del cielo abierto turolense salva la caída de la extracción nacionalLas minas de Teruel produjeron el 66 por 100 del carbón nacional en 2017
La competitividad del cielo abierto turolense salva la caída de la extracción nacional
La provincia de Teruel produjo el año pasado 1,83 millones de toneladas de carbón, el 66 por 100 de la extracción nacional (2,78 millones de toneladas) que repuntó con respecto a 2016 debido a la ausencia de precipitaciones y viento pero que aún así se situó un 58% por debajo de los valores de 2011 (6,62 millones de toneladas).
Los datos estadísticos forman parte de un informe que la patronal de las empresas mineras, Carbunión, hizo público recientemente. Estos reflejan la “disminución drástica” de la participación del carbón autóctono en el mix de generación eléctrica en el periodo 2011-2017, “aunque casi iguala en 2017 la habida en 2015, tras la importante bajada de 2016”, indica.
El ejercicio pasado fue un oasis en el desierto de la minería del carbón en España, que vive amenazada por una desaparición inminente si las eléctricas confirman el cierre en junio de 2020 de las centrales térmicas que se alimentan con mineral nacional.
Las condiciones climáticas de 2017, con ausencia de precipitaciones y de viento, redujeron sustancialmente la generación eléctrica con renovables, tanto hidráulica como eólica. Ello repuntó la producción y combustión de carbón, tanto de importación como local, pero lejos de los valores de hace seis años.
En concreto, la producción creció un 60% a nivel nacional con respecto a 2016 (de 1,74 millones de toneladas a 2,78), mientras que la provincia pasó de 0,73 a 1,83 (un 151 por 100 más).
No obstante, los datos que ofrece el global del periodo 2011-2017 hablan de un descenso de la producción notable con “una repercusión directa a la baja en la generación de empleo en el sector y en el número de explotaciones que subsisten, que en el ejercicio pasado fueron solamente ocho”. En 2011 había 21 operativas, informa la patronal.
Dos de los ocho centros de trabajo que quedan abiertos son los de Samca y Compañía General Minera, que operan en los desmontes de Ariño y Estercuel, respectivamente. Su competitividad ha permitido que el tonelaje tan solo haya disminuido un 19,1 por 100 (de 2,26 millones de toneladas a 1,83) en seis años. Cerraron las últimas minas de interior, pero se mantuvieron los desmontes. El empleo, eso sí, se resintió.
En Asturias la producción bajó un 88,4 por 100, por un 72,1 por 100 en Castilla y León. Castilla La Mancha pasó de producir 414.000 toneladas en 2011 a 618 en 2013, para dejar de extraer a partir de 2016.
Por contra, el carbón importado pasó de 16,1 millones de toneladas a 19,17 en este periodo. Cabe resaltar que, mientras de 2016 a 2017 el aumento de carbón estatal fue apenas de un millón de toneladas, el de importación se elevó en 4,5 millones.
En cuanto al empleo, el sector cerró 2017 con 2.197 mineros (1.592 de empresas matrices y 605 de contratas) frente a los 2.054 del año anterior (1.675 y 379), aunque quedan lejos de los 5.825 (3.963 y 1.862) de 2011.
Con todo ello, Carbunión observa en su comunicado que la producción y el empleo asociado se han reducido en un 58% y en un 62 por 100 respectivamente en el periodo 2011-2017. Sin embargo, el año pasado ambas cifras aumentaron en relación a 2016: la producción en casi un 60 por 100 y el empleo un 7 por 100.
Carbunión pide estabilidad
Por lo que respecta a la participación del carbón nacional en el total del carbón térmico consumido, ésta se limita al 14%. Las centrales de hulla, tanto de importación como local, aportaron el 17,2 por 100 al mix energético.
Los datos de generación eléctrica en 2017 con energías no renovables (68,7 por 100) frente a las renovables (31,3 por 100) evidencian, para la patronal, “la necesidad y conveniencia del uso del carbón nacional como fuente principal de respaldo a las energías renovables, aportando además la limitación en los costes de generación eléctrica y la garantía de un suministro adecuado a la demanda”.
Por todo ello, Carbunión pide al Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital que mantenga “el diálogo y la colaboración en la búsqueda de situaciones sostenibles de cara a la finalización del Plan de Cierre, que deseamos se realice de manera ordenada, al ser de vital importancia para el conjunto de los territorios afectados”.
Además, solicita al Gobierno que negocie en Bruselas que las empresas competitivas no tengan que devolver las ayudas estatales recibidas desde 2011 para seguir operativas más allá de 2018.
Por último, pide al Gobierno que implemente “las medidas necesarias” para que las eléctricas puedan acometer las inversiones medioambientales en sus plantas.
De esta forma, las mineras podrían planificar su actividad productiva a partir de 2019 con garantías, con el reto al que aspira Carbunión de aportar entre cuatro y seis millones de toneladas al año de combustible. “Ello permitiría reducir la dependencia energética del país de fuentes de generación importadas y colaborar activamente en la política de garantía y seguridad del suministro, dando respaldo a las energías renovables y permitiendo la contención de los precios”, concluye.