Las máquinas de Alcorisa echan humo y ya han cosido 13.000 mascarillas
Unas 45 mujeres dan puntadas solidarias para proteger a trabajadores esenciales y vecinosLa escasez de mascarillas de la que se habla en los medios de comunicación nacionales no tiene nada que ver con la realidad de Alcorisa. Un total de 45 mujeres han cosido más de 13.000 que han repartido entre los trabajadores esenciales y los vecinos de la localidad. Como tenían excedente y de solidaridad es de lo que se trata, han distribuido por los pueblos de alrededor, como Molinos, Seno o Berge, donde también hay voluntarias dando puntadas. Además, han mandado a las residencias que han abierto en Gea de Albarracín y Alfambra para atender a los ancianos enfermos de Covid-19.
Las costureras tienen entre 40 y casi 80 años y todas tienen en común una máquina de coser y un corazón solidario. El equipo se formó cuando desde la residencia de ancianos La Purísima de la localidad solicitaron ayuda a la presidenta de la Asociación Española Contra el Cáncer en Alcorisa, Rosa García Nuez, que enseguida respondió que sí porque sabía que sus asociadas no tendrían reparo en echar una mano –en este caso unas puntadas- por una buena causa. A ellas pronto se sumaron las de la Asociación de Amas de Casa.
Las primeras mascarillas las cosieron con las sábanas que les facilitaron en el geriátrico y los patrones que les mostraron desde el centro de salud, donde les indicaron que para que fueran efectivas tenían que ser de algodón y llevar tres capas. En esa primera partida se confeccionaron 200 mascarillas para que personal y residentes de La Purísima estuvieran protegidos.
Los sanitarios del centro de salud también les pidieron, pero en su caso las querían de una tela especial de tejido sin tejer que les facilitó el Ayuntamiento de Calanda. Cuando se agotó, el consistorio de Alcorisa adquirió una bobina de la que aún siguen haciendo mascarillas.
También llevaron a la residencia Kalathos y algunas mujeres usaron tela desus propias sábanas, del ajuar de boda y de las antiguas que tenían guardadas. En total han confeccionado 13.000 protectores que se distribuyen entre los vecinos a través del estanco y se han repartido por otros sitios, como Teruel, Zaragoza, o las localidades de Gavá, en Barcelona, y Cambrils, en Tarragona.
Las encargadas de coordinar al equipo son Rosa García y Mamen Azuara, secretaria de la AECC, que llevan las telas por las casas y recogen las mascarillas ya confeccionadas. Para facilitar el trabajo a las costureras, Rafaela Mata, presidenta de la Asociación de Amas de Casa, corta en su domicilio todas las piezas.