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La segunda fase de exhumación de la fosa de Alcañiz se da por terminada La segunda fase de exhumación de la fosa de Alcañiz se da por terminada
Una máquina terminó de cubrir los sondeos realizados en la parte vieja del cementerio donde se ha encontrado la fosa común

La segunda fase de exhumación de la fosa de Alcañiz se da por terminada

Las dos zanjas principales y los sondeos realizados en otros puntos ya se han tapado
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La exhumación en el cementerio de Alcañiz de los cuerpos de las 10 personas que fueron encontrados este mes de noviembre en una fosa común se ha dado por concluida. El equipo de arqueólogos que ha trabajado en los últimos 15 días en el cementerio cubrió el miércoles con tierra, con la ayuda de una máquina, las cuatro zonas prospectadas, una vez que los restos óseos ya se han trasladado a Zaragoza.

Los directores del proyecto de exhumación, Javier Ruiz y Nacho Piedrafita, y su equipo dieron por concluidas las labores de prospección de esta segunda fase, que ha sido fructífera, porque se ha encontrado lo que se buscaba. El 21 de noviembre pasado, después de una semana de búsqueda, fue localizada la primera fosa común con restos de 10 personas, presumiblemente todos hombres, aunque será el estudio antropológico que se lleve a cabo en laboratorio el que lo determine de manera definitiva. 

El miércoles por la mañana, se tapó la zanja que dio la primera pista para la localización de los restos y la propia fosa, que se encontraba ubicada perpendicularmente al sondeo. La sepultura con los restos de los 10 asesinados se encuentra junto a una gran cruz de madera y junto a las losas de piedra que rodean esta cruz y  dibujan el mismo símbolo religioso en el suelo.

También se han tapado los otros dos sondeos realizados por el equipo de trabajo, uno en la misma explanada donde fue hallada la fosa y otro al inicio del cementerio, nada más entrar a la izquierda, donde distintos testimonios de familiares que buscan desaparecidos durante la guerra civil y el Franquismo aseguran que fueron enterrados sus antepasados. Sin embargo, lo que se ha prospectado allí no ha dado resultados hasta el momento. “Hemos mirado los enterramientos que habían salido en las zanjas y solamente han aparecido restos humanos correctamente enterrados en filas y además en ataúd”, explicó el arqueólogo Javier Ruiz.

Que no hayan aparecido, no obstante, “no significa que no estén”, porque en la zona en la que ha aparecido la fosa se prospectó al principio sin que se obtuvieran resultados. Hay que tener en cuenta que en ese punto “tan solo se ha excavado una parte muy pequeña y estamos seguros de que si hay una fosa pueden aparecer más”. 

En cuanto al sondeo realizado en la parte inicial del cementerio, Ruiz señaló que “si en su momento se decide seguir, se puede prospectar un poco más, porque la zona da para continuar”.

En cualquier caso, por el momento los arqueólogos se centrarán en buscar financiación para realizar el estudio antropológico de los restos de los 10 fusilados y el correspondiente análisis de ADN. Actualmente, el equipo de trabajo cuenta con muestras de sangre de 30 familias que han acudido a la asociación Pozos de Caudé, entidad promotora del proyecto de exhumación. De estos familiares se han extraído muestras de sangre, de las que se obtendrá el ADN -cuando haya nueva financiación- con el fin de cotejarlo con el ADN de los restos óseos encontrados en la sepultura. También será necesaria nueva financiación para realizar este estudio. El ADN de los cuerpos de la fosa se extraerá de muelas y fémures. En cuanto estén las dos analíticas, se sabrá si hay coincidencia o no entre unos y otros y se podrá conocer la identidad de las 10 personas que fueron enterradas en la fosa.

Información en archivos

Entre tanto llega la financiación para la identificación de los cuerpos, el equipo de investigadores que ha trabajado en Alcañiz continuará con el estudio de la documentación que han localizado en el archivo municipal de Alcañiz. Asimismo, Javier Ruiz hizo hincapié en que el Archivo general militar de Zaragoza será otra de las fuentes a las que acudirán para encontrar más información. Igualmente, continuarán con búsquedas en otros archivos nacionales.

“Ahora sabemos que en septiembre encontramos otro enterramiento”

Los arqueólogos que han estado trabajando en el cementerio en las últimas semanas saben hoy que en la primera fase de prospección realizada en septiembre sí encontraron una fosa común, aunque estaba vacía. Sólo había tierra y algunos restos óseos removidos. Se han dado cuenta de que lo era cuando han encontrado la fosa  con los restos de 10 personas este pasado mes de noviembre. La cal les ha dado la pista”.

“Sabemos que en septiembre encontramos una fosa común, lo que pasa es que había sido vaciada y solo había restos sueltos”, afirmó el arqueólogo Javier Ruiz.

En la  zanja que realizaron en septiembre  había una primera linea de enterramiento y una segunda linea en la que vieron mucha cal. “Encontramos cal, pero en ese punto no había restos humanos”, explicó Ruiz. Así que ha sido “al descubrir ahora la fosa con los 10 asesinados cuando hemos visto que aquí en Alcañiz echaban cal, por lo que deducimos que esa segunda linea de enterramiento era una fosa común”. Ruiz señaló que “de ella, en algún momento dado, se sacaron los restos de las personas que habían sido enterradas”.

Lo que queda por saber es si la totalidad de esa fosa no investigada contiene algún resto humano. “Existen posibilidades de prospección, y una opción es realizar un sondeo en este punto para ver si fue vaciada por completo o sólo parcialmente”, comentó Ruiz. Para ello “se tendrá que seguir la linea de enterramiento”.

Con esta deducción, los arqueólogos conocen al menos el método de enterramiento de  las personas que fueron fusiladas. “Se usaba cal, a diferencia de lo que nos hemos encontrado en otras localidades, donde no hemos encontrado nunca cal en las fosas”. 

Ruiz dijo que “resultó extraño” encontrar cal en la linea número dos en septiembre, “pero solo había restos y tierra removida y no podíamos afirmar que era una fosa. Ahora estamos más seguros de que sí lo es”.

Según el equipo de arqueólogos, “podría tratarse de una sepultura de 1936”, donde se enterró a personas de derechas asesinadas en los primeros meses de la guerra. Según Ruiz, “en el Ayuntamiento hemos encontrado documentación de solicitudes de familias que pedían abrir fosas, porque sabían que su familiar estaba enterrado en algún punto”. Asimismo, “también hay un documento con órdenes desde el gobierno civil de Teruel en el que se pide que no se abran fosas en verano por razones higiénicas. La intención de las familias seguramente era llevarse los restos a un nicho o una sepultura familiar”.