La Red Europea de Patrimonio Judío tendrá que esperar a finales de 2021
El Covid-19 retrasa un proyecto en el que Híjar mantiene intacta toda la ilusiónLa creación de la Red Europea de Patrimonio Judío en la que participa Híjar por tener una de las 16 sinagogas más importantes del continente tendrá que esperar a finales de 2021. La pandemia ha imposibilitado la celebración de algunos de los seminarios del proyecto Moreshet-Jewhish Heritage Network, una red de regiones, pueblos y ciudades decididos a identificar, impulsar y compartir buenas prácticas en la gestión de sus vestigios hebreos.
El proyecto, cofinanciado por el programa Europe for Citizens de la Unión Europea, celebró una reunión preliminar de toma de contacto y puesta en marcha en Zaragoza e Híjar en julio de 2019, así como dos seminarios en Worms (Alemania) y Wroclaw (Polonia), los pasados noviembre y febrero, sobre juventud y compromiso por la conservación del patrimonio cultural e implicación de las comunidades locales en la rehabilitación de sus juderías, respectivamente.
Sin embargo, la propagación del Covid-19 a nivel mundial ha obligado a aplazar los seminarios de Cracovia (Polonia), donde se iba a hablar de patrimonio intangible y preservación; Mantova (Italia), sobre nuevos usos de edificios patrimoniales; y Londres, acerca de turismo y patrimonio judío.
De estos seminarios tendrían que haber salido publicaciones científicas, pero solo se han podido ultimar las conclusiones preliminares de Worms, explicó la profesora de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, Lucía Conte, hijarana de origen y coordinadora del equipo turolense dentro de un proyecto liderado por el Malopolska Institute of Culture de Cracovia.
En el ‘top 16’ de sinagogas
“Estamos en esta red porque la Fundation for Jewish Heritage de Londres incluyó la sinagoga como una de las 16 más importantes de Europa de entre casi 4.000, la única de España”, puso en valor Conte. Entre otras cosas, esta entidad “vio que Híjar es un sitio con un alto potencial por el descubrimiento reciente de la sinagoga y la situación única de tener un elevado valor patrimonial pero que está todo por hacer para ponerlo en valor, por lo que para nosotros es ideal formar parte de una red así y dotarnos de herramientas, sobre todo las administraciones locales, para llevar adelante un proyecto de recuperación patrimonial”, valoró Conte.
La primera fase de la rehabilitación de la sinagoga, para la que el Gobierno de Aragón destinó 300.000 euros, dejó a la vista la base de la bimá desde la que el ministro oficiante leía la Torá, así como unas pinturas murales de gran valor histórico.
Se confirmaba de esta forma lo expuesto en un documento datado en 1410 que relata una solicitud de ampliación y reforma de la sinagoga, lo que supone que Híjar ya contaba con un templo hebreo consolidado al menos en el siglo XIV y que existió hasta 1492, cuando los judíos fueron expulsados de España. Hasta entonces, la judería de Híjar contaba con 32 familias (unos 150 vecinos) y disponía de horno propio, carnicería, baño ritual, cementerio y escuela talmúdica.
Un proyecto ambicioso
Es por ello que el consistorio es ambicioso y quiere acometer más intervenciones. Una en el Granero del Pilar, un edificio que conserva habitáculos de la Edad Media situado en el centro de la plaza de San Antón, frente a la sinagoga. También pretende actuar sobre el trazado urbanístico de lo que fue la antigua judería y crear incluso el Centro de Interpretación del Libro Judío, aprovechando que la localidad albergó la imprenta de Eliezer ben Alantansi, que conoció su apogeo entre 1485 y 1490. Fue una de las primeras de la península ibérica y de sus talleres salieron valiosas ediciones de obras religiosas hebreas repartidas por las más prestigiosas bibliotecas en el mundo.
“El turista quiere ver algo sólido, no cuatro cosas que tengas mal puestas, por lo que los testimonios tienen que estar en condiciones para que la gente pueda conocer la riqueza patrimonial que tenemos en los pueblos”, manifestó el alcalde de Híjar, Luis Carlos Marquesán, que destacó que con la pandemia “la gente ha echado la vista hacia los pueblos pequeños, una situación que hay que aprovechar”.
Búsqueda de socios
Para ayudar a los municipios europeos –grandes y pequeños– que integren una red que se irá ampliando –el proyecto Moreshet tan solo pone las bases–, la iniciativa creará una base de datos de expertos en distintos campos, “desde arqueólogos a gestores de patrimonio o profesionales especializados en buscar financiación”, de forma que “cada lugar encuentre la fórmula adecuada” para poner en valor sus vestigios, indicó Conte.
En el momento actual, y pese a las limitaciones de la pandemia, la iniciativa está “a la búsqueda de nuevos socios para la red que entren en la segunda fase del proyecto”, explicó Marquesán. Allí entrarían “ayuntamientos y otras administraciones locales, diputaciones” e incluso “asociaciones privadas” que puedan ser mecenas de los proyectos de restauración, como entidades hebreas, concretó Conte. “Estamos buscando socios en España y Portugal, y cada uno de los cinco socios del proyecto está buscando en su entorno geográfico”, amplió la profesora universitaria.
La experta se mostró convencida de que la creación de un referente internacional como la Red Europea de Patrimonio Judío estimulará iniciativas locales como pudiera ser una red específica a nivel de Aragón que apostara decididamente por financiar actuaciones de puesta en valor encaminadas a la creación de empleo y riqueza mediante el turismo.
Habrá un encuentro virtual extra ante el aplazamiento de algunos seminarios
El Covid-19 ha obligado a aplazar algunos seminarios, que se aplazan a 2021, si bien “en el último trimestre de 2020 haremos un encuentro virtual extra, un seminario corto para mantener actividad este año sobre algún tema concreto y puntual que está por decidir”, explicó Conte