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La producción total de aceite aumenta  un 11 % sobre las previsiones iniciales La producción total de aceite aumenta  un 11 % sobre las previsiones iniciales

La producción total de aceite aumenta un 11 % sobre las previsiones iniciales

Quedan 397.722 toneladas para enlazar con la siguiente cosecha

La Mesa Sectorial del Aceite de Oliva y la Aceituna de Mesa ha actualizado al alza las cifras de producción de esta campaña olivarera 2023-2024, marcada en el último año por el aumento de precios en un alimento tan básico para la dieta mediterránea como es el aceite de oliva. Según los datos hechos públicos esta última semana por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la cosecha de la actual campaña ha registrado a finales de abril un crecimiento de la producción hasta alcanzar las 850.157 toneladas, lo que supone un incremento de un 11% sobre las estimaciones iniciales de principios de campaña y un 28 % sobre la campaña anterior.

La reunión de la Mesa sectorial constató también un mejor ritmo de comercialización del aceite de oliva, tras el estancamiento vivido en los primeros meses de la campaña como consecuencia de ese alza de precios en el oro líquido.

Las estimaciones del Ministerio apuntan a una mejora de la producción en la siguiente cosecha, lo que a priori debería poner punto y final a esta desorbitada subida de precios que ha lastrado su comercialización. Las precipitaciones caídas este mes de abril y la mejora de las condiciones climáticas en general hacen pensar que el año que viene España tendrá una cosecha mucho mayor que la de este 2023-2024. Si fuera así y estas estimaciones se cumplen, los precios del aceite empezarán a regularse a la baja. En cualquier caso, habrá que esperar a ver qué cuajado de la flor del olivo se da a lo largo de este mes de mayo en las regiones productoras españolas.

Según el Avance de la situación de mercado de aceite de oliva de la campaña 2023-2024 que ha hecho pública la dirección general de Mercados Agrarios, a fecha 13 de mayo se han producido unas salidas de aceite de oliva en nuestro país de 559.492 toneladas, por lo que quedarían 397.722 toneladas de existencias hasta el enlace con la campaña siguiente.

El informe menciona que los recursos totales de aceite de oliva en el ecuador de la campaña se encuentran por debajo de la media de las cuatro campañas anteriores y ligeramente por debajo de la anterior. Hay que recordar que la campaña 2023-2024 ya comenzó en septiembre-octubre con muy bajas existencias iniciales. En relación con la campaña pasada las almazaras tienen actualmente un 16% más de reservas oleícolas mientras las envasadoras tendrían un 30% menos. Se trata, según este informe, de una distribución entre operadores similar a la media.

En consonancia con lo anterior, las importaciones en la primera mitad de campaña superan la media de los últimos cuatro años y también los datos de la campaña pasada, al ser esta una cosecha muy inferior a la media de las últimas cuatro registradas.

En relación a los niveles de comercialización de esta campaña  el último Boletín de Situación los coloca a la par que los registrados en la campaña anterior, con una media mensual de 93.800 toneladas vendidas. Y en este mismo sentido, los precios sufren un notable incremento, superando ampliamente las campañas anteriores, con niveles máximos en todas las categorías.

Aragón

En Aragón, el aceite producido en esta campaña ha sido de 17.908 toneladas, y es la provincia de Teruel la mayor productora de la comunidad, con 10.086 toneladas de aceite, a pesar de contar con menos almazaras (29) que la provincia de Zaragoza (43), cuya producción aceitera ha rondado las 5.491 toneladas. La producción oleícola de la provincia de Huesca se ha situado esta campaña 2023-2024 en 2.330 toneladas.

Las almazaras de la Comunidad tendrían todavía almacenado el 32% del aceite que han fabricado este año. En este sentido, quedan, según los datos que constan en el Avance de situación hecho público por la dirección general de Mercados agrarios, 5.742 toneladas pendientes de vender, la mayoría de ellas en la provincia de Teruel, donde se acumula todavía el el 41% de la producción oleícola de esta campaña con 4.148 toneladas de aceite en reserva. En Zaragoza quedarían 1.292 toneladas y en Huesca una cantidad mucho más residual, 302 toneladas por salir al mercado.

En este aspecto, el gerente de la Cooperativa del Mezquín, Pedro Antonio Sancho, corroboró las existencias de aceite que se mantienen en las almazaras. Apuntó que “en los graneles ha habido una bajada de precios desde enero hasta ahora de alrededor de un euro el kilo”. En cualquier caso, añadió que es muy prematuro avanzar por dónde se decantará el mercado, ya que “ni en España ni en el resto de Europa hay aceite en estos momentos”. En cualquier caso, apostó por que “se van a mantener” en los próximos meses hasta enlazar con la siguiente campaña, que se prevé “nefasta” en el Bajo Aragón, en opinión del almazarero.

Aceituna de mesa

Por otra parte, la Mesa sectorial ha actualizado también los datos de producción correspondientes a la aceituna de mesa, cuya campaña ha llegado a su octavo mes. La producción ha alcanzado las 408.000 toneladas y se registra una ligera reducción de la comercialización, según los datos publicados esta semana.
 

El CRDO Aceite del Bajo Aragón certificará 2,5 millones de kilos este año

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen (CRDO) Aceite del Bajo Aragón certificará este año casi 2,5 millones de kilos de aceite de oliva virgen extra. Aunque los datos exactos no se conocerán hasta finales de este año, es probable que los altos precios que ha tenido el ‘oro amarillo’ en los últimos 12 meses (cuando se han llegado a sobrepasar los nueve euros por kilo en origen en el aceite de máxima calidad) terminen lastrando a la baja la certificación con el marchamo de calidad Aceite del Bajo Aragón. Así lo apuntó el presidente del Consejo, Alfredo Caldú, quien reconoció que  las alzas han “provocado que el consumo se resienta”.

El Bajo Aragón histórico ha tenido este año una cosecha récord que podría rondar los 14 o incluso 15 millones de kilos totales, según las estimaciones apuntadas por Caldú. Pero la de 2024-2025 ha sido una campaña muy desigual en la provincia de Teruel, con zonas olivareras con una sobreproducción hasta ahora nunca vista (caso de la Comarca del Matarraña) y con otras con una cosecha media tirando a baja.

En este último caso se encuentran algunos municipios de la antigua Mancomunidad del Mezquín o términos municipales como Alcorisa y Calanda. No obstante, la baja producción de estas zonas olivareras se ha compensado con la superproducción que han registrado comarcas como la del Matarraña, donde la floración del año pasado cuajó muy bien, y la del Bajo Aragón Caspe, en la provincia de Zaragoza, (también perteneciente a la D.O.), donde hay un gran número de hectáreas en regadío.

“Ha sido una cosecha récord,  excelente, la mejor que hemos tenido en años”, apuntó el presidente del Consejo Regulador, quien, no obstante, señaló que lo que viene a continuación es todo lo contrario: “ahora vendrá una cosecha muy complicada, que será la del año que viene”. Es decir, un año bueno al que sigue otro malo, “algo a lo que estamos acostumbrados los agricultores”, que tradicionalmente ven como sus producciones se ven mermadas o bien por las sequías o por otros fenómenos meteorológicos adversos. En cualquier caso, en este momento la mayor preocupación del sector agrícola es la sequía. La falta de lluvias lastrará, según apuntó el presidente del Consejo, no solo a las producciones de secano, sino también a algunos regadíos de las provincias de Teruel y Zaragoza, puesto que el agua ha empezado a escasear en algunos embalses. Hay que recordar que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ya declaró a la cuenca del Guadalope en situación de alerta y en prealerta a la del Matarraña.

Caldú coincidió con el gerente de la Cooperativa del Mezquín, Pedro Antonio Sancho, con los negativos augurios para la cosecha 2024-2025. Según apuntó, “los precios de este año han ido al alza, y los agricultores lo han agradecido, porque llevaban mucho tiempo sufriendo, pero también es cierto que hay pocas espectativas sobre lo que pueda deparar la próxima cosecha en general y la siguiente si no llueve”.

La sequía, dijo, “afectará al olivar, que la mayoría está en secano, pero también incluso al que se encuentra en parcelas de regadío”, puesto que “si sigue sin llover los agricultores lo van a pasar mal, incluso en cuencas hídricas como la del Guadalope, que ya están teniendo restricciones”, enfatizó.

En cuanto al río Matarraña, “la poca reserva de agua que queda en las obras de regulación para este año se va a acabar esta misma campaña y ya veremos qué ocurre el año siguiente; si el tiempo lo arregla, no pasará nada, pero habrá que esperar a que el tiempo mejore la situación actual, que es muy negativa”, añadió.

Floración de mayo

Los agricultores esperan que este mes de mayo se produzca el cuajado de la flor en el olivo, pero no hay grandes espectativas. “En el Matarraña, con la superproducción que tuvimos el año pasado, es complicado que vaya a cuajar, y más con la falta de agua que estamos soportando, porque ya llevamos siete meses sin que llueva”, afirmó el presidente del CRDO. A su juicio, “en secano la cosecha se va a dar por perdida y en los regadíos habrá que verlo, pero si tenemos cosecha en 2024-2025 será la mínima”, auguró.

En relación a los precios del aceite, que han subido un 70% en el último año, recordó que “no somos los agricultores los que los marcamos, y mucho menos los del Bajo Aragón, que representamos muy poco frente a otras zonas que son las grandes productoras de aceite del país como puede ser Andalucía”.