La pandemia hace aflorar las adicciones: Abattar aumenta 70 socios en los últimos dos años

La Asociación Bajo Aragonesa Turolense de Toxicómanos y Alcohólicos Rehabilitados (Abattar) ha aumentado 70 socios desde el año 2019 para situarse en 955 a finales de 2021. Son 340 más que los 615 que había en 2010, unas cifras que van en aumento aunque, según la directiva de la agrupación de ayuda con sede en Andorra, hablan de que la sociedad es cada vez más consciente de sus adicciones y se quita el estigma para tratar de remontar los problemas socioeconómicos que llevan aparejadas.

Entre 2020 y 2021, se produjeron 68 nuevas acogidas a enfermos, por 60 a sus familiares que también necesitan apoyo en el momento de dar el paso. Se trata del trámite más importante dentro del proceso de rehabilitación, pues es la toma de conciencia de que la adicción existe.

La Comarca del Bajo Aragón encabeza los ingresos de los últimos dos años con 29 personas, por 14 Andorra-Sierra de Arcos, 7 Cuencas Mineras, 6 Matarraña, 5 Bajo Martín y 2 Jiloca. También llegan de otras comarcas aragonesas y de fuera de la región.

Informa anual

“Siempre que hay una toma de conciencia sobre la adicción es que ha habido, por decirlo así, un problema muy gordo que ha desencadenado en discusiones, separaciones u obligaciones legales”, explicó el presidente de Abattar, Manuel Martín.

El informe anual, que este año recoge agrupados los datos de 2020 y 2021, refleja que las conductas adictivas y sus problemáticas asociadas se han evidenciado con motivo de los confinamientos decretados al inicio de la pandemia de covid 19.

En 2020 creció el número de socios hasta los 923, 38 más de los que había en 2019, mientras que en 2021 se registraron 32 adictos nuevos. La media anual hasta entonces no llegaba a 30.

Abattar triplicó en 2020 las llamadas telefónicas que solicitaban información. “Con independencia de que se haya consumido más o menos en el periodo de confinamiento, está claro que se ha puesto de manifiesto un consumo que con anterioridad estaba disimulado porque se realizaba en los locales de ocio”, apunta la asociación en la memoria.

El primer paso es la voluntad

“Durante la cuarentena yo lo que hacía era consumir, consumir y consumir. Bebía por la mañana, por la tarde, por la noche... El no tener nada que hacer, no hablar con la gente y no tener motivaciones hace que estés peor, y sólo bebes. Había mucho tiempo libre, estaba como aplatanado. No quería hacer nada. No tenía una rutina, como no trabajaba... Yo antes no bebía tanto, pero estando en casa todo el día fue a más”. Son palabras de un entrevistado por Abattar que se convirtió en adicto al alcohol en cuarentena.

Por contra, la inmensa mayoría de antiguos adictos que ya llevaban un tiempo en terapia de abstinencia lograron resistir y no recaer, como apunta otro testimonio que refleja el informe: “Yo en la cuarentena ya no consumía, pero es verdad que a veces se hizo más difícil. Me venían en algunos momentos más ganas. Las cargas o problemas se hacían más grandes. Pero lo llevé bien, porque ya sabía manejar las emociones y el tiempo”.

“Además de dejar de consumir, desde Abattar creemos muy importante aprender habilidades de manejo de la frustración, ganar conciencia del futuro y sus consecuencias, así como del pasado y sus cambios, y trabajar por encontrar actividades estimulantes y motivadoras para combatir esa sensación desagradable que es el aburrimiento”, destaca la asociación.

“El problema de la adicción es público y notorio. La gente sabe quién ha tenido problemas en cada pueblo, y también que después de venir a Andorra se han recuperado. Esa publicidad es la que verdaderamente ayuda a otras personas”, destacó Martín.

“La esencia del tratamiento es que estés con otro que ha pasado por donde tú estás pasando, sin descalificarte. Y también contamos con la ayuda de los profesionales, que se ciñen a la parcela de su despacho tanto en trabajo social, como en psicología y medicina”, explicó Martín.

El alcoholismo predomina

Según las gráficas de la última memoria anual de actividades de Abattar, en este momento el tratamiento principal sigue siendo contra el alcohol, que mantiene en terapia a 118 personas (56%). El segundo gran grupo es el de los politoxicómanos (52, un 25%), seguidos por ludópatas (23, el 11%).

El resto tienen problemas con varios grupos de adicciones, combinando alcohol con ludopatía (2%), alcohol con politoxicomanía (3%), o politoxicomanía con ludopatía (2%). Hay una persona en tratamiento por dependencia de nuevas tecnologías.
 

“Ha habido un incremento de ludopatía”, admitió Martín, que destacó el auge de los “policonsumos” en la nueva ornada de enfermos. “Es cierto que la adicción principal puede ser el alcohol, pero este acompaña a todo lo demás”.

En cuanto al juego, el presidente de Abattar explicó que ha cambiado la forma de consumirlo. “Antes era público porque lo hacías en un bar con una máquina, pero ahora se ha trasladado a la intimidad de tu habitación y eso aumenta el peligro”, evidenció.

Otra gráfica significativa de la memoria habla de la relación familiar del adicto con quien le ha acompañado al tratamiento. “La mayoría son madres y esposas, lo cual no quiere decir que la mujer adicta no esté acompañada, pues sus maridos están con ellas al cien por cien”, dijo Martín. El presidente subrayó que “se ha incrementado el número de mujeres adictas, de la misma manera que lo ha hecho la toma de conciencia de que el problema tiene solución”, por lo que “llegaremos a un momento en que conseguiremos la paridad” también en este ámbito.

Por otra parte, es reseñable el trabajo que realiza el área de asesoría legal fruto de las derivadas de las adicciones, con hasta 92 informes emitidos hacia abogados, Audiencia Provincial y Juzgado de lo Penal de Teruel, Dirección General de Instituciones Penitenciarias, Guardia Civil o Subdelegación del Gobierno en Teruel.