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La Hermandad del Nazareno conmemora su 70 aniversario en una multitudinaria procesión La Hermandad del Nazareno conmemora su 70 aniversario en una multitudinaria procesión
El paso del Nazareno, protagonista de la procesión deslumbra a las puertas de Santa Maria la Mayor. P.A.

La Hermandad del Nazareno conmemora su 70 aniversario en una multitudinaria procesión

Alrededor de 35 nuevos hermanos fueron bendecidos por el párroco en Santa María la Mayor
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La noche del Miércoles Santo volvió a teñirse ayer de azul, blanco y rojo con la solemne procesión de la Hermandad de Jesús Nazareno de Alcañiz, una de las más representativas y multitudinarias de la Semana Santa bajoaragonesa, incluso de Aragón. Este año, sin embargo, no fue una edición cualquiera: la cofradía celebró su 70 aniversario con emotivos gestos a sus hermanos, estrenos simbólicos y el nombramiento de Antonio Navarro como Hermano Mayor de Honor, reconociendo sus 12 años de presidencia y una vida entera vinculada a la hermandad. Como figura representativa participó activamente en la ceremonia inicial y cerró la comitiva junto al párroco.

Como es tradición, la iglesia de Santa María la Mayor acogió el acto de bienvenida a los nuevos cofrades —35 en esta ocasión—, unos cuantos más que los dos años anteriores, cuyos nombres fueron leídos en voz alta ante una iglesia abarrotada de alcañizanos y visitantes de la Ruta del Tambor y el Bombo. Tras la bendición del párroco y la lectura de un texto por parte del Hermano de Honor, la banda de cornetas y timbales dio paso a la esperada salida procesional a las 22:30 horas.

Desfile por la parte baja

La procesión discurrió este año por la parte baja de la ciudad, recorriendo calles que ven cada año a los cientos de seguidores que abarrotan cada rincón, como la calle Mayor, el Barrio de los Almudines, Calle Alejandre y Blasco, con la subida final al teatro para completar el itinerario. Este cambio responde a la alternancia anual entre la zona alta y baja de la ciudad, y ofreció una estampa especialmente íntima y recogida.

Desde el interior de Santa María la Mayor, con el repique de los timbales y cornetas como telón de fondo, fueron saliendo los hermanos de fila, portando velas que iluminaban tenuemente el camino una vez caída la noche. El efecto visual fue un río de túnicas azules con capas rojas y capirotes blancos, que en orden solemne, fueron desplegando los elementos que dotan de identidad única a esta procesión: la Cruz Morada abría paso, seguida por los pasos de Jesús atado a la columna, el Nazareno y La Verónica.

Entre ellos, desfilaron los elementos simbólicos que componen el alma visual y espiritual de la cofradía: los cuatro farolillos, los cinco faroles del Misterio, los cuatro incensarios, las seis antorchas, la Cruz Guión, el estandarte de la Hermandad y los cinco estandartes de acompañamiento. Cerraban la comitiva el párroco y el Hermano Mayor de Honor, completando el conjunto de esta escenografía religiosa tan cuidada y sentida como cada año.

Uno de los grandes distintivos de la Hermandad del Nazareno es su banda de cornetas y timbales, la única con estas características en toda la ciudad de Alcañiz, ya que el resto no posee instrumentos de viento. Formada por cerca de 90 miembros, su sonido ronco y solemne —gracias al uso de piel natural en los timbales— aporta un carácter único y muy especial a la procesión.

“La incorporación de cornetas fue en su día una novedad en la Semana Santa local, y hoy en día es una seña de identidad para nosotros”, explicó Javier Martínez, presidente de la Hermandad del Nazareno. La banda, además de acompañar con su música, también guía el ritmo y marca el alma del desfile.

Este año, debido a las obras en la plaza, se realizó una modificación en el cierre de la procesión. Se dividió la banda en dos: parte de los músicos se situaron en la puerta del Hotel Guadalupe y las trompetas, en la puerta del Banco Santander. En el momento culminante, la peana del Nazareno fue colocada frente al teatro y recibió, de cara, la Marcha Real como homenaje, con los músicos girándose hacia ella, lo que transmitió una gran emoción a todos los allí presentes.

La juventud: clave del futuro

La Hermandad de Jesús Nazareno presume de tradición y raíces, pero además, también lo hace dede la cercanía. Con una base sólida en redes sociales y una apertura constante a nuevos hermanos, su apuesta por el relevo generacional es contundente. “Somos una hermandad joven, con niños y niñas que procesionan desde pequeños. Muchos de ellos lo hacen por tradición familiar, pero también otros que se acercan a nosotros porque nos ven como algo accesible, como una comunidad viva”, señaló el presidente.

El resultado es una de las procesiones más bellas, emocionantes y participativas de la Semana Santa alcañizana. Setenta años después de su fundación, aquella hermandad que nació con 49 hermanos, una cruz prestada por la parroquia y una pequeña banda, se ha convertido en un referente de fe y continuidad entre padres e hijos. Y anoche, Alcañiz volvió a rendirse al paso lento, firme y emocionado del Nazareno.

Un homenaje especial

La cifra de 70 años desde la fundación de la Hermandad, allá por 1955, no pasó desapercibida. Inspirada en sus orígenes por los jóvenes de la Asociación del Santo Ángel Custodio, la Hermandad de Jesús Nazareno se ha consolidado como la más grande de Aragón, con cerca de 2.000 hermanos activos —y cerca de 3.000 en total—, repartidos entre generaciones enteras que han crecido procesionando con orgullo.

Para conmemorar esta efeméride, la Hermandad ha obsequiado a todos sus hermanos con una pulsera con los colores conmemorativos y la inscripción ‘70 aniversario Nazareno’. El detalle se envió junto al tradicional folleto informativo anual, en el que también se incluía un imán de nevera con una imagen especial: el paso de la peana del Cirineo, a mayor escala que en años anteriores.

El presidente actual, Martínez, destacó “la importancia de este aniversario como momento de homenaje y de unión entre generaciones”, además, también subrayó una vez más la implicación de la juventud en la hermandad, ya que sin ellos “no sería posible” que las tradiciones siguiesen vivas.

Arraigo familiar

La renovación de parte de la junta rectora del Nazareno fue otro de los cambios de este año. Ana Belén Andreu, antigua presidenta, y Roberto Foz, miembro de la junta desde 2016, cedieron el testigo a David Baquero y Lorena Insa, dos jóvenes cofrades con fuerte arraigo familiar en la hermandad y larga trayectoria de implicación.

“Todos hemos empezado así, colaborando desde abajo, y poco a poco nos vamos incorporando a la junta”, señaló el presidente, quien destacó “las ganas, ilusión y compromiso” de los nuevos integrantes. La Hermandad, en su 70 aniversario, demuestra que su estructura interna también se renueva sin perder su esencia.

 

El párroco bendice a los nuevos hermanos de la Hermandad del Nazareno por el Miércoles Santo. P.A.