La Diputación de Teruel mejora el acceso a la Sima de San Pedro y al poblado ibérico de Oliete
En el arreglo se han invertido 44.000 euros para actuar en cuatro tramos que suman casi tres kilómetrosEl camino a la Sima de San Pedro y al yacimiento del poblado ibérico Cabezo de San Pedro en la localidad de Oliete es ahora más accesible gracias a la inversión en la mejora de la pista que lleva hasta estos dos importantes enclaves culturales y turísticos que atraen cada año a miles de personas. La actuación la ha llevado a cabo el Ayuntamiento de la localidad gracias a un convenio con la Diputación de Teruel que ha financiado el 90 por ciento de los 44.000 euros del coste, destinado a mejorar el firme del camino, que se encontraba en muy mal estado.
“La sima y el yacimiento son valores culturales a proteger, por supuesto, pero también hay que saber aprovecharlos para el desarrollo de los pueblos y en Oliete han sabido ver muy bien que son puntos de atracción turística, y por tanto arreglar la pista para facilitar el acceso era una necesidad importante” ha destacado el vicepresidente de la Diputación de Teruel y diputado delegado de Infraestructuras, Alberto Izquierdo, durante su visita a la zona.
Izquierdo ha estado acompañado por el alcalde de Oliete, Rogelio Villanueva, y el director del Parque Cultural del Río Martín, José Royo, que han puesto de manifiesto la importancia de la actuación para los habitantes de la zona. Y es que facilita un acceso adecuado para visitar estos enclaves a los que cada fin de semana, y especialmente en verano, acuden no solo investigadores sino también muchos turistas que lo convierten en dos de los lugares más visitados del Parque Cultural del Río Martín.
En concreto, la obra se ha realizado en cuatro tramos desde el camino principal que nace en el cruce con la carretera A-1401 y va descendiendo hasta el cauce del río Martín para luego continuar hasta el desvío, que lleva por un lado hasta la Sima de San Pedro y por otro al yacimiento ibérico.
En total se ha actuado en casi 3 kilómetros de camino en los que se ha realizado una mejora del firme existente, se ha compactado y aplicado un doble tratamiento de riego asfáltico, además de limpiar las orillas y perfilar las cunetas, como principales actuaciones.
Esta actuación se puso en marcha en el marco del Programa 113 de la Diputación Provincial de Teruel que tiene, entre otros cometidos, promover la revitalización de los pueblos de la provincia apoyando actividades que generen actividad económica y empleo. Se trata de prestar el mayor número de servicios posibles orientados a impulsar el emprendimiento en los pueblos de Teruel.
Dos enclaves de gran valor
Los dos enclaves cuyo acceso se ha mejorado tienen un gran valor. En el caso de la Sima de San Pedro se trata de un pozo troncocónico de origen Kárstico con una boca próxima a los 100 metros de diámetro y una profundidad de 108 metros hasta la superficie del lago que ocupa su fondo. Sus dimensiones y la verticalidad de sus paredes le convierten en un lugar espectacular, considerado único en Europa por su estructura es un refugio de biodiversidad con un valor ecológico excepcional.
De hecho, existen proyectos de investigación en la zona, como uno dedicado al estudio de los murciélagos presentes en la sima con fines médicos, que se combinan con otros proyectos que preparan para facilitar la observación y visita a la sima.
También el yacimiento del Cabezo de San Pedro está arrojando espectaculares hallazgos en las últimas campañas arqueológicas que ha dirigido además la Diputación de Teruel. Así, el pasado verano se hallaron en la segunda campaña de excavaciones un túmulo funerario que contiene restos de huesos incinerados y varios cuencos de cerámica con más de 2.000 años de antigüedad, según explicaba José Royo. El túmulo se compone de 15 tumbas que formaban parte de una gran necrópolis de la que esperan los investigadores conseguir más información sobre este asentamiento íbero y la vida de sus pobladores.
Además, destaca de este yacimiento, que cumplió una función defensiva y militar, la torre que, con sus 15 metros de altura, está considerada la más antigua en altura de las que se conservan en la península. Y también el horno encontrado porque, continúa Royo, por sus dimensiones se le considera destinado a una fabricación de cerámica a nivel industrial.