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La devolución del canon a Aquara no generará deuda adicional en Alcañiz La devolución del canon a Aquara no generará deuda adicional en Alcañiz
Javier Baigorri, teniente de alcalde y delegado del Agua, y María Milián, concejal de IU de Participación Ciudadana

La devolución del canon a Aquara no generará deuda adicional en Alcañiz

Las obligaciones reconocidas son inferiores en 856.532 euros a las reclamadas por la empresa
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El Ayuntamiento de Alcañiz no  verá incrementada su deuda en este ejercicio 2021, a pesar de que tendrá que devolver 1.423.468 euros a la empresa Aquara en concepto de canon e intereses reconocidos por el adelanto de 2.300.000 euros que la empresa gestora del agua realizó a las arcas municipales en 2012. El Ayuntamiento de Alcañiz previó un endeudamiento de 2.280.000 euros en su presupuesto de 2021, pero el departamento de Tesorería ha reconocido obligaciones con la empresa por un importe que es 856.532 euros inferior. 

Esta cantidad quedará como colchón por si el Ayuntamiento tiene que hacer frente a otras contingencias inesperadas, por ejemplo, una sentencia desfavorable en Pui Pinos que reconozca la responsabilidad patrimonial del Ayuntamiento en aquel incidente, según hipotetizó el teniente de alcalde y concejal delegado del Agua, Javier Baigorri.
Baigorri compareció en Alcañiz junto con María Milián, delegada de Participación Ciudadana e Igualdad y concejal de Ganar-Izquierda Unida, la formación política que, en 2012, denunció el contrato suscrito por el equipo de gobierno del PP con la empresa gestora del agua -entonces Aquagest- y que dos fallos judiciales, uno en septiembre de 2013 del Tribunal de lo Contencioso Administrativo de Teruel, y otro en mayo de 2016 del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), consideraron “nulo” por no ser conforme a la legalidad. Ambos concejales comparecieron un día después de que el pleno de Alcañiz ratificara la deuda con Aquara y acordara su devolución.
Ni Baigorri ni Milián se pronunciaron sobre si se exigirán responsabilidades políticas por tener que devolver ocho años después un montante de casi un millón y medio de euros, tras ponerse de manifiesto una vez más (los dos fallos judiciales ya lo hicieron en su momento) que en 2012 el Ayuntamiento de Alcañiz no siguió los procedimientos que exige la ley de contratación pública. No en vano, tal y como se puso de manifiesto en el pleno de esta semana en el que se debatió sobre la deuda de Aquara y su reconocimiento y volvieron a recordar ayer los dos concejales del equipo de gobierno, ningún informe técnico municipal, ni favorable ni desfavorable, informó del contrato con Aquara. 
Hasta el informe de Tesorería que se ha hecho público esta semana, solo una interventora municipal, en un informe adjuntado a una Cuenta General, apuntó que aquella operación fue un endeudamiento. Desde 2012, solamente en la Cuenta General de 2018 fue contabilizada como tal.

De 3 meses a 8 años
Por otra parte, llama la atención que si la sentencia firme del TSJA del 25 de mayo de 2016 en la que se declaraba nulo el contrato de gestión del agua debía ejecutarse en un plazo de tres meses -según Baigorri, así lo señala el artículo 24 de la Ley General Presupuestaria- ni la administración procedió a devolver el dinero prestado ni tampoco la empresa reclamó la devolución. 
Aquara esperó tres años y medio a reclamar la deuda. Lo hizo en enero del año pasado, ya con un nuevo equipo de gobierno en Alcañiz que anunció que sacaría a licitación un nuevo contrato de gestión del agua. Es decir, el Ayuntamiento de Alcañiz dejó pasar tres años sin realizar ningún movimiento que indicara que iba a cumplir la sentencia. A juicio de Baigorri, “una dejación de funciones” que ha hecho que un fallo judicial en firme vaya a cumplirse no tres meses después de hacerse público sino cinco años más tarde. Tampoco el servicio jurídico del Ayuntamiento de Alcañiz instó al cumplimiento del fallo judicial, lo que para el teniente de alcalde es “una mala praxis”.
En resumidas cuentas, la asunción de responsabilidades técnicas y políticas parece harto “complicado” a estas alturas, según lo que se desprende de las palabras del teniente de alcalde. El equipo de gobierno actual ha fijado su objetivo más en saldar la deuda y pasar página que en buscar culpables. No en vano, “en los últimos años han pasado muchísimos interventores por el Ayuntamiento”, dijo Baigorri, funcionarios que no contabilizaron como deuda lo que ahora parece que sí que es. En cuanto al departamento jurídico municipal, “lo que se recomendó es no hacer nada hasta que Aquara no reclamara la deuda”, enfatizó el concejal.
El Ayuntamiento de Alcañiz ha mantenido desde enero de 2020 sendas reuniones con la empresa Aquara. Lo ha hecho desde que ésta solicitó acceder al expediente de la Cuenta General de 2018 en el que se reconocía la deuda, a través de una carta en la que también demandaba la devolución de 2.165.517 euros en concepto de canon y de 126.000 euros por las inversiones realizadas en los últimos años.  
La diferencia entre lo que reclama la empresa al Ayuntamiento y lo que éste ha reconocido como deuda son casi 750.000 euros. El teniente de alcalde alcañizano no supo decir si la empresa demandará al Ayuntamiento ante esta falta de acuerdo en las cantidades a devolver e insistió en que “el departamento de Tesorería ha realizado un gran y exhaustivo trabajo” en los últimos meses en los que se han tenido en cuenta los intereses de demora desde que la empresa reclamó la deuda, esto es, los correspondientes a 17 meses y no a ocho años como pide Aquara. Más aún, no sólo se han considerado los intereses del canon de este último año y medio sino también los correspondientes a las inversiones por importe de 126.000 euros que la empresa ha realizado en las instalaciones de saneamiento y agua desde 2012.
La concejal María Milián enfatizó que se pone punto y final a “una lucha que empezó en 2012 por una denuncia de IU y que tiene un culpable, el PP, que era quien gobernaba en aquel momento y que no sólo no devolvió la deuda cuando una sentencia falló que el contrato era nulo, sino que no reconoció que aquel canon era deuda”.