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La crecida del Guadalope en cabecera apenas incide en los embalses La crecida del Guadalope en cabecera apenas incide en los embalses
Embalse de La Estanca, en Alcañiz, el lunes por la tarde

La crecida del Guadalope en cabecera apenas incide en los embalses

Las infraestructuras de almacenamiento siguen reduciendo sus reservas
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Las lluvias caídas durante el último fin de semana en la cabecera de la cuenca del río Guadalope apenas han tenido incidencia en los embalses. Para lo único que parece que han servido es para que dejen de disminuir temporalmente los volúmenes de agua embalsados en el pantano de Calanda, que ha incorporado con estas lluvias 0,112 hectómetros cúbicos (Hm3) de agua. Un incremento del agua embalsada apenas imperceptible, aunque menos es nada.

El volumen de reservas que tenía este lunes el embalse de Calanda tras recoger los pocos caudales que llegaron el sábado y domingo desde la cuenca alta del Guadalope y Bergantes era de 12,478 Hm3. Una mejora casi imperceptible con respecto a lo embalsado a primeros de mes, cuando se acumulaban en esta infraestructura de almacenamiento en torno a los 12,391 Hm3, recuperando la situación que tenía el pasado uno de junio, con la cuenca ya en estado de emergencia por escasez.

Mucha menos incidencia todavía han tenido las lluvias torrenciales que cayeron el sábado en los embalses situados más arriba de Calanda. En el Cañón de Santolea las reservas acumuladas este lunes eran las mismas que a principios de mes, 6,061 Hm3, de manera que se mantiene medio hectómetro por debajo del agua que acumulaba el 1 de junio, esto es, 6,778 Hm3.

En cuanto al Puente de Santolea tenía este lunes unas reservas de 2,946 Hm3, muy por debajo de los 3,386 Hm3 de hace una semana y de los 5,894 Hm3 que tenía a comienzos de junio, según la información consultada a través del sistema de información Saih de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).

En lo que respecta al embalse principal de Santolea, la situación es muy parecida, con apenas variaciones en el último mes. Ayer tenía unas reservas de 1,437 Hm3, por debajo de los 1,45 Hm3 que acumulaba hace solo una semana y de los 1,446 Hm3 que el sistema Saih Ebro señala que tenía a fecha 1 de junio, hace poco más de un mes.

La Estanca, muy baja

La Estanca de Alcañiz tampoco ha recibido caudales en esta tormenta del fin de semana. Tal y como explicó Raquel García, secretaria de la Junta Central de Usuarios del Guadalope, al tratarse de un embalse de derivación que no se llena con agua desembalsada de otros embalses situados aguas arriba, de La Estanca solamente se están detrayendo caudales en las últimas semanas, y eso se nota en la evolución que presenta este embalse. A fecha de este lunes, el embalse de Alcañiz acumulaba 3,142 Hm3 de agua, cuando hace una semana eran 3.463Hm3 las reservas. Ha perdido 0,321 Hm3 en siete días. Hace un mes, La Estanca contaba con una reserva de agua de 4,772 Hm3, por lo que ha perdido en 30 días 1,63 Hm3.

Por tanto, poca agua han traído estas últimas lluvias a esta cuenca de la margen derecha del Ebro, una de las que peor lo está pasando en esta sequía de 2024.

Según señaló Raquel García, el agua caída el fin de semana “ha sido muy torrencial y ha durado poco rato, y con un terreno tan seco como había lo que ha pasado es que la tierra ha absorbido todo lo que ha caído, y ese agua ya no ha discurrido hasta los embalses”. Según la secretaria de La Junta Central de Usuarios del Guadalope, “para que se note en el almacenamiento, tiene que llover un poco más”.

Aunque se mostró poco confiada en que a partir de esta semana llegue algún caudal más a los sistemas de almacenamiento de la cuenca, señaló que “vamos a esperar unos días más, pero de momento no parece que vaya a acumularse más agua” por lo que respecta a esta última tormenta del fin de semana.

Siguen las restricciones

Con todo, se mantienen todas las restricciones en la cuenca, que está dotando a todas sus comunidades de riegos con el 50% del caudal que sería normal por estas fechas, según puso de manifiesto Raquel García. “Al principio de la campaña eran restricciones más suaves, pero en abril o mayo ya las incrementamos”. Según detalló, “ahora ya es cada comunidad la que decide qué medidas aplica; algunas están limitando riegos para determinados cultivos, mientras que otras prefieren alargar los turnos de riego; en nuestro caso nos dedicamos a gestionar el recurso para saber el volumen que podemos desembalsar mensualmente para que a final de campaña tengamos posibilidad de regar, al menos para mantener el arbolado y que no se sequen los árboles secos”.

Esperando a Los Fontanales

En relación a la posibilidad de extraer agua subterránea del manantial de Los Fontanales de La Ginebrosa, situado a la cola del embalse de Calanda, la secretaria del Sindicato central señaló que la medida “está adoptada en una situación de urgencia, pero llega tarde, puesto que con las pruebas y estudios que hay que llevar a cabo para ver cómo afecta la extracción al agua del manantial y al río, habría que haberla adoptado antes”, enfatizó la responsable del Sindicato de riegos.