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La Comarca Andorra-Sierra de Arcos trasladará su sede a la Casa Alcaine La Comarca Andorra-Sierra de Arcos trasladará su sede a la Casa Alcaine
Imagen de archivo de la Casa Alcaine

La Comarca Andorra-Sierra de Arcos trasladará su sede a la Casa Alcaine

La DGA desaconseja infrautilizar unas oficinas que costaron 1,4 millones
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La Comarca Andorra-Sierra de Arcos trasladará su sede a la Casa Alcaine después de que un informe de la Dirección General de Administración Local desaconsejara definitivamente la cesión de las plantas baja y primera de este edificio a la Oficina Comarcal Agraria (OCA) y el Instituto Aragonés de Empleo (Inaem).

“Vamos a perder todos: la Comarca, el Ayuntamiento de Andorra y los vecinos”, aseguró el presidente comarcal, Antonio Donoso, después de que esta semana el consejo comarcal aprobara –con la única abstención de CHA– el traslado de la sede desde las actuales oficinas de Endesa en el paseo de las Minas a la plaza de la Iglesia. 

Según el presidente, la Comarca verá reducido el espacio para prestar los servicios, el Ayuntamiento tendrá que asumir los costes de mantenimiento de la sede comarcal actual –las antiguas oficinas de Endesa son propiedad municipal– y los vecinos que vayan a hacer trámites a la sede territorial perderán una amplia zona de aparcamiento. 

Todo ello porque el Gobierno de Aragón ha aceptado dos alegaciones presentadas por el vecino de Andorra y ex consejero de Asamblea Abierta de Andorra, Andrés Cucalón, que advertía de que la compra y rehabilitación de la Casa Alcaine se efectuó en su día para prestar un servicio público que con la cesión a la OCA y al Inaem iba a perder ese sentido, corriendo riesgo incluso una subvención de 600.000 euros que el Gobierno de Aragón destinó para las obras. 

“El informe viene a decir que finalmente no se perdería la subvención, pero que lo aconsejable es hacer el traslado para dar utilidad a un edificio público infrautilizado”, explicó Donoso. Esa misma recomendación la hizo la Cámara de Cuentas de Aragón en su informe de fiscalización del Ejercicio 2015 de esta Comarca, donde recordaba que la administración territorial invirtió 126.000 euros en comprar la casa en 2006 y 1.320.000 euros en reformarla entre 2007 y 2010. 

El traslado se hará efectivo “a partir de febrero o marzo”, cuando esté realizada la instalación telefónica e informática, explicó Donoso, quien añadió de que habrá que adaptar los espacios y poner “alguna mampara” para preservar la intimidad de los usuarios de los servicios sociales. 

La Comarca pensó que una buena forma de darle utilidad a la Casa Alcaine y dinamizar a su vez el centro de Andorra podía ser que las delegaciones del Inaem y de la OCA prestaran servicio allí, algo que a su vez permitiría centralizar los servicios administrativos porque la plaza de la Iglesia está junto al ayuntamiento de la villa minera. 

 

Dos alegaciones

Para ello, el consejo comarcal acordó la cesión de uso de las plantas baja y primera, acuerdo que tuvo que ser posteriormente anulado porque el edificio era un bien catalogado como demanial, esto es, de dominio público, una circunstancia que impide su cesión de la que alertó la Dirección General de Administración Local del Gobierno de Aragón a petición de Cucalón. 

De modo que el consejo comarcal echó para atrás la primera intentona y fue a por la segunda: la desafectación parcial de las plantas primera y segunda de la Casa Alcaine, cambiando su calificación de bien de dominio público a bien patrimonial. Sólo esta catalogación, según se defendió en su día, permitiría la cesión de bienes. 

Sin embargo, Cucalón presentó una segunda reclamación porque, al declarar patrimonial parte del edificio, se reconoce expresamente que ya no va a tener la finalidad –ejercer de sede comarcal– para la que fue construido y recibió las ayudas.

Cucalón ha mantenido que el único interés que mueve a Asamblea es la defensa de los intereses de los andorranos, para lo que entiende que la Comarca debe “dejar de utilizar gratis un edificio que el Ayuntamiento le cedió temporalmente mientras no tuviera sede propia”. Sin embargo, argumenta Cucalón, “ahora pretenden que sea a perpetuidad y disponer de la otra casa para lo que quieran”.