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La CHE valora extraer agua del acuífero de Calanda para salvar la sequía del Guadalope La CHE valora extraer agua del acuífero de Calanda para salvar la sequía del Guadalope
Embalse de Calanda, en situación de emergencia por reservas insuficientes. Juanma Bernad

La CHE valora extraer agua del acuífero de Calanda para salvar la sequía del Guadalope

Realizará pruebas inminentes en Los Fontanales para apoyar la campaña de riegos de la cuenca
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La intensa sequía que afecta a la cuenca del Guadalope ha llevado a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) a explorar la posibilidad de realizar un bombeo de agua desde los pozos de la cola del embalse de Calanda. El organismo de cuenca ha tomado la decisión de indagar la posibilidad de usar las aguas  subterráneas del manantial de Los Fontanales, como medida in extremis para paliar la situación de emergencia por escasez en la que se encuentra la cuenca en su cauce alto y medio.

La posibilidad de uso de las aguas subterráneas está recogida en el Plan Especial de Sequías vigente, según informó el organismo de cuenca este viernes, y ha sido tenida en cuenta a petición del Sindicato central de regantes  del Guadalope ante las malas previsiones de agua para esta campaña. Según informó la CHE, el sistema de elevación desde el manantial de cola -situado entre Mas de las Matas y Calanda, en el término municipal de La Ginebrosa- se intentará poner en marcha “en el plazo más breve posible”, puesto que solamente habrá que colocar las bombas. Los pocos están hechos desde la fuerte sequía de 2007, cuando se planteó esta medida para abastecer con hasta 4,8 hectómetros cúbicos (Hm3) a la Central Térmica de Andorra.

En cualquier caso, fuentes del organismo de cuenca no garantizaron que la elevación vaya a efectuarse con total seguridad: “se va a indagar si se puede realizar sin perjudicar al río ni dañar al acuífero”, puntualizaron.

Esta medida figura recogida en el Plan de Sequías de 2018. Según fuentes del organismo de cuenca, se ha optado por este recurso, porque se estima que las demandas del Guadalope para esta campaña, que ascienden a 80 hectómetros cúbicos (Hm3), no se van a poder cubrir. No en vano, a fecha 4 de julio la reserva del embalse de Calanda era de 12 Hm3 (23%) y cinco de éstos están reservados para abastecimiento a las poblaciones.

Según el informe de indicadores del mes de mayo, las unidades UTS 06 (cuenca del Huerva), UTS 7 (cuenca del Aguas Vivas), UTS 8 (cuenca del Martín) y UTS 9 (cuenca del Guadalope)  se encuentran en sequía prolongada. En esta última, las aportaciones están siendo muy reducidas durante el año hidrológico 2023/2024, y así se ha visto reflejado en el indicador de escasez de la UTE 09A (Guadalope alto y medio), que se encuentra en situación de emergencia desde el mes de abril.

Cuatro fases

Ante la continuidad de la sequía, los representantes de la Comunidad de regantes han solicitado que se aplique de manera excepcional el uso de los recursos adicionales que pueda haber de manera subterránea, por o que se han iniciado “trabajos de planificación de una experiencia de bombeo con carácter de investigación, en uno de los sondeos situados en la cola del embalse de Calanda”. A los trabajos se incorporarán “informes ambientales  y un plan de seguimiento” que constará de cuatro fases: redacción del informe con los objetivos, metodologías de trabajo, presupuesto y seguimiento de los efectos del bombeo en los caudales circulantes en el río Guadalope; solicitud de autorización ambiental, puesto que la zona en la que se efectuará la investigación de esos caudales se encuentra en una zona protegida, el  Lugar de Interés Comunitario (LIC) del Río Bergantes; contratación de los trabajos y su ejecución. A continuación, se elaborará un informe final que describirá los efectos producidos.

Dede la CHE puntualizaron que en el supuesto de que se produjeran afecciones significativas al medio o una recirculación significativa de agua superficial se suspendería la extracción del agua. Inicialmente, está prevista una extracción de 0,5 hm3 en esta fase de pruebas.

“La situación no es irreversible, pero es difícil; hay que regar el melocotón”

“La situación no es irreversible, pero es difícil, porque hasta finales de septiembre hay que regar el melocotón, por lo que estamos en un momento complicado”, afirmó José Fernando Murria, presidente del Sindicato de Regantes de la Cuenca del Guadalope, para referirse a la situación de sequía en la cuenca.

Siempre optimista y con una gran experiencia en la gestión de la cuenca, Murria emplazó a “este fin de semana, que dan agua, y veremos si las reservas mejoran, porque en una semana puede cambiar todo”, afirmó.

El presidente de los regantes estimó que “solo entre Calanda y Alcañiz hay alrededor de 1.000 hectáreas de arbolado, aunque la mayoría es almendro y olivar y en menor medida melocotonero”. A este último cultivo habrá que dedicar gran parte del agua de riego, puesto que el fruto se encuentra en plena maduración; otras cosechas como la del cereal ya han acabado.

En relación a las restricciones en los usos del agua de riego, apuntó que “en este momento ya no se puede hablar de riegos cada tres semanas, porque cada comunidad de riegos tiene repartida la asignación de agua y cada una se tiene que administrar con lo que dispone”.

Por otra parte, Murria deseó que tras la prueba inicial de bombeo “no haya complicaciones y nos autoricen a sacar al menos tres hectómetros de agua, con lo que salvaríamos la situación, aunque llegar a 4,5 hectómetros cúbicos (Hm3) sería muy positivo”. En ese caso, recordó que ya se probó esta medida durante “la sequía tremenda del año 2007 para abastecer a la Central Térmica”. Desde entonces, “los pozos están hechos y solo hay que colocar las bombas de extracción en el acuífero”, añadió el presidente.

Seguimiento detallado de los efectos sobre el acuífero

La Confederación  Hidrográfica del Ebro (CHE) informó de que las pruebas en las que se realiza un uso conjunto de aguas superficial-agua subterránea, como es este el caso, requieren de comprobaciones en la que se demuestre su viabilidad técnica, económica, ambiental y social. Además, deben acometerse en el periodo de sequía y con un seguimiento detallado de los posibles efectos que esta medida puede acarrear.

Según el organismo de cuenca, la incertidumbre asociada a las características del funcionamiento hidrogeológico del acuífero no permite estimar con precisión el volumen que se vaya a extraer. La Confederación baraja la posibilidad de que pueda llegarse a una extracción del orden de 200-250 litros por segundo (l/s) durante un máximo de tres semanas, no obstante, si el seguimiento indicase una situación de riesgo para el medio hídrico, para los caudales ecológicos o una afección a los manantiales, el bombeo se suspenderá. En el caso de que la prueba fuera exitosa el volumen total extraído sería de medio hectómetro cúbico, aunque se valorará la continuación de los bombeos de apoyo a los regantes en función de la situación hídrica del momento y las conclusiones que se extraigan, añadieron fuentes del organismo de cuenca.

Esta acción se integra en el eje de gestión de la CHE para un Ebro Sostenible. Responde al eje 1 Mejora del conocimiento. Los otros 4 ejes son: la mejora general de la gestión, con medidas que incrementan la eficiencia de los sistemas, mejora del estado ecológico de las masas de agua, renovación de la dinámica fluvial y garantía de suministro para usos esenciales.