La Burreta abarrota de público la iglesia de Santa María y la plaza España de Alcañiz
Multitudinaria bendición de ramos y procesión posterior“La bendición es para los ramos pero, sobre todo, para las personas. Así que es muy posible que algo de agua les caiga”. Y así fue. Llovió el sábado en el Bajo Aragón, y salió ventoso, pero soleado, el Domingo de Ramos.
Pero en la iglesia mayor de Santa María en Alcañiz lloviznó agua bendita, hacía falta, para los centenares de ramilletes que abarrotaron, ni un hueco libre en las bancadas, el templo principal de la ciudad. Alcañiz dio por iniciada de manera completa su Semana Santa de 2023 con la bendición de los ramos.
“Si alguno se ha quedado sin agua o quiere que le eche más, sólo tiene que avisar”, llamaba el sacerdote, el padre Juan Esteban, ante el ávido agitar de las palmas.
Tras la bendición, a mediodía, fue el turno de la procesión de La Burreta, en realidad llamada Entrada de Jesús en Jerusalén, el primer evento a pie de calle de la Semana Santa de la ciudad, bajo el auspicio de la Cofradía del Santo Entierro.
Esperaban el recorrido centenares de vecinos, la mayoría de ellos ramillete en ristre, y de visitantes, estos armados con cámaras de fotos. Es el Domingo de Ramos en Alcañiz festividad tan religiosa como turística, tan histórica como patrimonial y social. La cruz encabeza la procesión. Tras ella, la bandera de la cofradía del Santo Entierro, y a continuación la banda de música, La Lira Alcañizana en este 2023. A su ritmo, todo el cortejo.
Completaba el decorado el verde multitudinario de los ramilletes entre familias vestidas con sus mejores galas. “Habremos repartido más de un centenar de ramilletes sólo nosotros”, contabilizaba el presidente de la Cofradía del Santo Entierro, Alfredo Barberán, que confirma una maravillosa respuesta de la ciudadanía al recorrido de La Burreta, a pesar del cierzo reinante. Desfiló la conocida borrica con Jesucristo como jinete, en una peana sobre ruedas.
Sólo aquellos que llevan el paso y el portaestandarte visten túnica, reza la imperturbable tradición; “es una de las procesiones más queridas y esperadas por los alcañizanos”, confiesa Barberán, y es cierto que el inicio de estos días grandes en el Bajo Aragón, antes del recogimiento del Jueves Santo, es luminoso y alegre. Detrás de la bandera, el cura guió el recorrido; el padre Juan Esteban llevó una palma en su mano, “es novedad, no es habitual”, matiza el representante de la cofradía.
Detrás de la rodada de La Burreta desfilaron los miembros de la actual Corporación municipal, a menos de dos meses de someterse al veredicto de las urnas, acompañando un recorrido que se inicia en Santa María para continuar por las calles Blasco y Alejandre escoltado en la parte trasera por el Mayordomo y el Prior.
Fue un recorrido circular ágil que concluyó de nuevo en la Iglesia, momento en el que la misa recordaba cuál es el sentido espiritual de la entrada de Jesús en la Jerusalén de hace dos milenios. Alcañiz, como el resto del Bajo Aragón, liderado por los nueve pueblos de la Ruta del Tambor y el Bombo que es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, comienza su Semana Santa. El pistoletazo oficial de salida, esta misma tarde, tendrá la voz de Pilar Omella, hermana de la Congregación de Santa Ana, en un pregón para el que el Teatro municipal aspira al lleno más absoluto.