La ampliación del balneario de Ariño “no puede esperar ni un minuto más”

El balneario de Ariño pasará de 55 a 80 empleados en el momento en que se inaugure la ampliación que ansía el Ayuntamiento, propietario del equipamiento, y la empresa adjudicataria. El alcalde, Joaquín Noé, urgió este miércoles la financiación, que debería proceder de fondos Miner porque así lo priorizó la Mesa de la Minería de Aragón y los Presupuestos Generales del Estado (PGE) 2018 cuentan con fondos para ello.

“No podemos esperar ni un minuto más”, afirmó Noé aprovechando la visita al balneario de la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, con motivo de la puesta en marcha del Programa de Termalismo Social que ha recuperado este año el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS).

Broto mostró el apoyo del Gobierno de Aragón a la ampliación del balneario la víspera de la visita a Andorra del presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, para reunirse con los agentes institucionales, políticos y económicos del territorio tras el anuncio de cierre de la central térmica el 30 de junio de 2020.

“Es un proyecto importante para la comarca”, sobre todo “para la creación de puestos de trabajo”, valoró Broto, quien habló de “poner en valor este territorio que en otro momento lo tuvo desde otro punto de vista y plantearnos que se pueden hacer otras cosas”. Y qué mejor, añadió, que invertir en algo que “ya está funcionando”.

Noé resaltó que la ampliación del balneario como alternativa a un sector minero-eléctrico en depresión “va a estar encima de la mesa” de la reunión que presidirá Lambán. “El presidente está poniendo todo de su parte porque ve que el problema es muy grave y hay que poner cosas en marcha”, dijo el alcalde minero.

El proyecto, presupuestado en 3 millones de euros, “está priorizado por la Mesa de la Minería en segundo lugar” tras la residencia de Mequinenza (Zaragoza) y “hay dinero en los PGE” a través del capítulo de Infraestructuras del Plan del Carbón, por lo que “hay que ponerlo en marcha ya”, apremió el alcalde. 

La reforma conllevará incrementar en 20 (hasta las 76) las habitaciones del hotel, a las que hay que sumar las villas –otra modalidad de alojamiento– inauguradas recientemente. También ampliará el comedor y la zona termal para que se puedan prestar más tratamientos.

Crecimiento exponencial

El balneario es una apuesta segura. “En su día nos cansamos de decir que, en el momento en que lo pusiésemos en marcha, se iban a crear puestos de trabajo. El compromiso eran 30 y, en tres años y medio, casi se han duplicado”, pues “estamos en 55”.

“Es el momento de invertir porque se pueden alcanzar cifras muy importantes” de empleo, dijo el gerente del hotel balneario de Ariño, Pedro Villanueva, “lo cual garantiza el éxito de la ampliación”.

“No sólo hablamos de 55 empleos para diez meses” en este momento –ampliables a 80 con la inversión–, sino que “podemos llegar a hacer hasta once meses de apertura y sólo hacer el cierre técnico de un mes” por mantenimiento de instalaciones. Ello “consolida sí o sí la población y arraiga a los vecinos para que se queden a vivir aquí”, apostilló Villanueva.

En “una comarca en reconversión”, el balneario “se está demostrando como una herramienta útil”, destacó el gerente. “El turismo de salud tiene que empezar a sonar encima de las mesas de decisión”, pues “los turistas se desplazan a Alcañiz, Belchite, Matarraña, Zaragoza o Cuencas Mineras” manifestó. “Esto hay que ponerlo encima de la mesa y quizás empezar a romper límites comarcales, simplemente burocráticos, y empezar a consolidar este producto como una herramienta verdadera para el desarrollo económico”.

El balneario cerrará este año batiendo por tercer año consecutivo su récord de pernoctaciones, que superan las 25.000. Se trata de un 21% más que en 2017.

Emplea a 55 personas de las que 48 son “gente de la zona verdaderamente muy motivada y con cuya capacidad estamos poniendo a flote un nuevo recurso endógeno en la zona”, concluyó.

La consejera valoró positivamente la “colaboración público-privada para poder llevar a cabo este proyecto” y lo puso como “ejemplo de cómo los territorios nos tenemos que plantear nuevas propuestas para mantener nuestra economía y población”.

“Los servicios sociales –añadió Broto– mejoran la calidad de vida de la gente y crean puestos de trabajo que no se pueden deslocalizar”. Es “un éxito” y “una buena noticia” que se pretenda ampliar, dijo, por lo que “el Gobierno de Aragón no puede hacer más que ver de qué manera puede colaborar”, sea con fondos propios o con “fondos de otro tipo” como es el caso del Miner.