Jatiel quiere reabrir el bar, tienda y albergue municipal para la Feria del Libro el 15 de junio

Jatiel quiere disfrutar de nuevo del servicio de bar y tienda, y se marca un plazo de reapertura: el 15 de junio, fecha en la que la localidad más pequeña del Bajo Martín celebrará la segunda edición de su exitosa Feria del Libro. Para ello, acaba de sacar a licitación la gestión del albergue y multiservicio rural municipales después de arreglar los desperfectos ocasionados durante los dos años que el inmueble permaneció okupado por la última gestora, a la que hubo que desalojar en septiembre de 2021 con una orden judicial.

Esta mala experiencia no ha desanimado al consistorio, que hasta el próximo 20 de mayo mantendrá en concurso el servicio por 250 euros mensuales y cuatro años, prorrogables hasta un total de seis años. El importe total del contrato será de 18.000 euros por la gestión de todo el equipamiento, que incluye tienda, bar y albergue a modo de multiservicio rural.

En el precio están incluidos los gastos de agua, basuras y alcantarillado. El resto de recibos correrán por cuenta del contratista, según el pliego de condiciones. El pleno municipal acordará las tarifas y precios.

Dada la última mala experiencia, se establece un periodo de prueba de seis meses. El contratista deberá contar con un seguro de responsabilidad civil “que cubra daños y lesiones que sufran los clientes, por hechos o actos jurídicos que puedan ser imputables” a los “titulares o a las personas dependientes de los mismos, con una cuantía mínima de cobertura de 300.000 euros”, indica el pliego. Además, el adjudicatario estará obligado a constituir una póliza de seguros de daños para el edificio al objeto de resarcir de los posibles desperfectos que pudiera ocasionar a la administración local como consecuencia del funcionamiento del establecimiento.

Para la Feria del Libro

El consistorio quiere abrir las instalaciones el próximo 1 de junio, con la idea de que el servicio esté ya rodado dos semanas después para la II Feria del Libro, en la que se cuenta con una veintena de casetas y más de 30 autores. “Hemos restaurado el albergue y repuesto lo que esta mujer había robado. Ahora que está más o menos en condiciones, esperamos tener algún posible adjudicatario que formalice una oferta. De momento tenemos una persona interesada con mucha ilusión”, explicó el alcalde de Jatiel, Luis Javier Gómez.

Principalmente, este pueblo de apenas 46 habitantes censados necesita dotarse de servicios de bar y tienda. Además, el albergue, que cuenta con 28 camas, puede dar un empujón turístico al municipio, que cuenta con una cripta subterránea gótico-mudéjar de los siglos XIV y XV, con un Lignum Crucis en su interior.

Jatiel está cerca de Motorland  y en la zona están previstos desarrollos renovables que requerirán mano de obra llegada de fuera que demandará servicios de alojamiento y restauración.

“Puede tener afluencia de gente, sobre todo viendo que en la zona no hay mucha oferta de camas”, valoró el regidor, quien señaló que una de las modificaciones que se han hecho es habilitar alguna habitación doble con baño privado para que no todo sean literas.

“El pueblo lo que necesita es el servicio de bar y tienda. Que nos podamos tomar un café a diario o ir a cenar un sábado. El edificio está totalmente preparado para alguien con ganas de trabajar y que quiera sacase un beneficio extra con las camas”, amplió el alcalde.

Suciedad y abandono

Después de echar a la gerente okupa, el anterior equipo de gobierno se encontró muebles destrozados, puertas arrancadas, deposiciones de mascotas y una dejadez extrema. También echó de menos electrodomésticos y otros enseres que ha tenido que reponer en los últimos meses.

Antes de la pandemia, el ayuntamiento sacó a concurso la gestión de las instalaciones tras la marcha del antiguo gerente y solo recibió una propuesta para reabrir las puertas del albergue y el multiservicio.

La candidata, en aquel entonces vecina de Samper de Calanda y natural de Castelldefels (Barcelona), mostró su predisposición a comenzar de inmediato, pero sin embargo no entregó toda la documentación requerida para formalizar el contrato. Pese a todo, el consistorio actuó de buena fe y le prestó las llaves del edificio para que fuera preparando la reapertura del albergue, la tienda y el bar-restaurante a cambio de una fianza de 2.000 euros.

Ella cambió las cerraduras de las puertas principales sin ningún tipo de permiso municipal. El contrato de cesión de las instalaciones –por un alquiler de 100 euros mensuales– no se llegó a oficializar porque la mujer nunca llegó a entregar la documentación requerida para poder cerrar el acuerdo.

Tras requerirle las llaves sin éxito y ante un flagrante caso de okupación, el ayuntamiento trató de ejecutar el desalojo lo más rápido posible, pero no fue una tarea sencilla porque ella se había empadronado en Jatiel con domicilio en el propio albergue. Fue necesaria una orden judicial que se ejecutó con presencia de la Guardia Civil en 2021.

Finalmente el juez dio la razón al consistorio y a ella “la condenó incluso a nueve meses de cárcel”, dijo Gómez, por los destrozos y los robos perpetrados. “El abogado demostró la mala fe con la que actuó porque alquiló camas a los montadores de placas solares a los que no les daba ni de desayunar. Les compró dos microondas”, indicó el edil.

“Conseguimos cortar este alquiler fraudulento porque eran unos ingresos considerables. Solamente en abogados nos hemos gastado 12.000 euros, más reponer los destrozos”, concluyó el ahora responsable municipal.