Higini Alfageme, vicepresidente ejecutivo de Precast Business de Molins: “Creceremos de forma sostenida en construcción industrial de vivienda por la falta de mano de obra”
La compañía catalana garantiza el largo plazo para la planta de prefabricados de La Puebla de HíjarLa falta de mano de obra que ya se empieza a notar en la construcción va a suponer una revolución en el sector para la que grupos empresariales como Molins ya están preparados. El vicepresidente ejecutivo de Precast Business de la compañía y máximo responsable de las instalaciones de la planta de prefabricados de hormigón de La Puebla de Híjar, Higini Alfageme, está convencido de que la edificación industrializada hará crecer a la compañía, que en estos momentos emplea a 425 personas en el polígono industrial de la Venta del Barro. Allí, Molins acaba de acometer una inversión de 10 millones de euros para la mejora de la eficiencia, seguridad y sostenibilidad de unos equipamientos que, repartidos en 700.000 metros cuadrados, suponen la fábrica del sector más grande del sur de Europa y la segunda que más empleo crea en Teruel.
-¿Qué evolución ha experimentado la planta de La Puebla desde que hace tres años la adquiriera el grupo Molins?
-El 1 de enero de 2022 nos hicimos con la gestión y propiedad de Pretersa-Prenavisa. El motivo es que desde Molins queremos ser grupo referente en las diferentes vías de negocio de cemento, hormigón, áridos, soluciones para la construcción, soluciones en prefabricados, mobiliario urbano y economía circular. Yo tengo la responsabilidad sobre el sector de prefabricados y nos apareció la posibilidad de adquirir Pretersa. Nos pareció interesante por la ubicación geográfica y era un actor importante que aportaba una serie de soluciones atractivas para continuar siendo un poquito mejores.
-¿Han abierto nuevo mercado desde entonces?
-Molins es un partner global de soluciones para la construcción, una marca unificada sólida que ofrece un servicio completo y que engloba diferentes negocios. No tenemos un negocio asociado a cada fábrica como pueda ser aquí el prefabricado de hormigón. La construcción industrial es la principal fuente de facturación por las soluciones que damos a centros logísticos, escuelas, hospitales, industrias y cualquier tipo de construcción no residencial. Otro negocio es la obra civil. Hacemos vigas de puentes, pilares y muros para infraestructuras viarias y ferroviarias, túneles y falsos túneles, y otras grandes piezas. Otro negocio es fabricar las traviesas para el ferrocarril. Y desde hace tres años iniciamos un cuarto consistente en edificaciones industrializadas para uso residencial, un sector que creemos que va a crecer mucho en los próximos años y no porque vaya a aumentar la construcción de viviendas, sino porque cada vez va a haber más dificultades para hacerlas con métodos tradicionales por la falta de mano de obra. Nosotros podemos ayudar a hacer las construcciones que el mercado demanda llevando la industrialización de la construcción al ámbito residencial. Aquí tenemos puestas nuestras esperanzas y consideramos que nos va a dar un crecimiento importante y sostenido durante los próximos años para todas nuestras fábricas.
-¿Estas viviendas serán más baratas?
-En el corto plazo, más o menos tendrán el mismo precio que las viviendas convencionales. Cada sistema tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Lo que sí es cierto es que, a medida que la industria vaya creciendo, vamos a conseguir ser más eficientes y mejorar los costes de producción, y por lo tanto los costes de adquisición serán más baratos.
-Acaban de hacer una inversión de 10 millones de euros para mejorar sus instalaciones. ¿Con qué objetivo?
-Decidimos invertir porque esta planta llevaba muchos años en manos de fondos de inversión, con muy poca inversión en mantenimiento, en evolución y mejoras. Desde una perspectiva de una empresa industrial como somos nosotros, que siempre pensamos en el medio y el largo plazo, digamos que la vida y la salud de las instalaciones es fundamental. Dentro del plan de negocio que planteamos teníamos previsto invertir 10 millones de euros y en este momento ya hemos ejecutado el 80%. El año que viene acabaremos. Además, aquí al lado Endesa quiere hacer el Nudo Mudéjar famoso y tenemos un acuerdo con ellos si se lleva a cabo, que espero que sí, para realizar la fabricación de lo que son las bases, las columnas de los aerogeneradores que van a montar. Estos grandes proyectos suelen tener tendencia a retrasarse, pero si se lleva a cabo haremos una inversión adicional de 6 millones de euros para dar servicio a este nuevo proyecto muy bonito aquí.
-¿Qué plazos manejan?
-Digamos que las fechas las tienen que dar los promotores, que no somos nosotros. Estamos esperando que nos digan de empezar a fabricar y entonces nosotros lo haremos encantados. Nos hablan que durante el año 2025 tienen que acabar de decidir para empezar en el año 2026.
-Buena parte de la inversión realizada es para mejorar la seguridad en el trabajo.
-Hemos invertido 10 millones de los que el 40% han sido para mejorar las instalaciones en cuanto a la ergonomía del trabajo de nuestros trabajadores, y después para evitar algunos de los riesgos que cualquier industria en sí misma comporta. Nuestro objetivo es el accidente cero y estamos trabajando muy intensamente para que esto sea una realidad. Nosotros venimos aquí para ganarnos la vida y no para hacernos daño. Y es una máxima que intentamos aplicar. Toda actividad humana comporta riesgos que tenemos que intentar analizar desde una perspectiva muy profesional y minimizarlos al máximo posible y, en el caso que podamos, eliminarlos. La formación del personal es fundamental. En esta planta, durante este proceso hemos cambiado el layout, la estructura organizativa de la fábrica. Con ello hemos disminuido 120 movimientos de vehículos durante el día. Cada movimiento de vehículos es un riesgo que tratamos de eliminar. Todas las inversiones que estamos desarrollando en La Puebla de Híjar son para mejorar los equipos que tenemos, haciéndolos mas modernos, más automáticos y menos dependientes de la mano de obra. Con la misma gente, hemos de ser capaces de fabricar más y ser competitivos.
-¿Hay más empleados desde que adquirieron la planta?
-Nos mantenemos más o menos estables en el mismo nivel de ocupación. Nos movemos por proyectos: en función de si el mercado nos ofrece proyectos interesantes tendemos a contratar más o menos trabajadores. Nos gustaría mantener plantillas estables pero más menos el 10% de esa estabilidad la vamos perdiendo, arriba o abajo. En este momento el negocio de Molins en Aragón tiene contratados a 445 trabajadores, de los cuales 25 están en Zaragoza en unas oficinas técnico-comerciales y el resto están aquí. Molins ocupa en toda España a unos 1.500 trabajadores en el negocio del prefabricado de los cuales el 37% están en esta planta. Con lo cual, démonos cuenta de la importancia que tiene La Puebla de Híjar para el negocio del prefabricado de Molins en España. En Aragón, la empresa factura menos del 10%, con lo cual somos una empresa exportadora desde el punto de vista de la región. Algo que tenemos que conseguir es ser lo más eficientes y competitivos posible porque en este mundo la competencia es absolutamente brutal y tenemos que ser muy eficientes.
-¿Qué representa el prefabricado de hormigón en el total de la facturación de Molins?
-La empresa facturó 1.349 millones de euros en 2023, de los que el 18% (235 millones) fueron prefabricados de hormigón. En La Puebla facturamos 65 millones. El cemento supone el 59% del negocio total; el 12% los morteros especiales, sistemas de aislamiento y economía circular; y el 11% el hormigón.
-¿Qué puede aportar Molins y el polígono de la Venta del Barro a la reconversión de la zona tras el cierre de la térmica?
-Estamos comprometidos con nuestra instalación en La Puebla y en el polígono industrial. Digamos que desarrollamos todo nuestro conocimiento para dar lo mejor de nuestros servicios al mercado. Si el mercado nos pide, nosotros haremos. Lo que sí estoy convencido es que cada vez vamos a hacer soluciones más complejas e industrializadas. Estoy convencido de que nuestro sector va a crecer más allá de los vaivenes de la economía. Cada vez más se va a construir con sistemas industrializados en detrimento de los tradicionales. Por ahí vamos a ganar cuota de mercado. Vamos a superar los valles y disfrutar las puntas de la economía.
-¿Dónde venden los productos que salen de Teruel?
-Fundamentalmente es nacional, aunque tradicionalmente se han llevado piezas para construir algunos edificios en el sur de Francia. Esto es lo más lejos que somos capaces de llegar. Aragón, Cataluña, Madrid y la zona de Levante es nuestro mercado y aquí estamos bien situados.
-Con 700.000 metros cuadrados de instalaciones, ¿en La Puebla está la fábrica de prefabricados de hormigón más grande de España?
-Creemos que es la más grande del sur de Europa. Tenemos otras más pequeñas y todo este mix de fábrica y producto nos permite abarcar, como empresa grande que somos (6.300 empleados en el mundo), todos los nichos y tipologías.
-¿Tienen dificultad para encontrar mano de obra?
-Sí, porque estamos en un país donde la realidad es que el paro efectivo es muy bajo y nos cuesta mucho conseguir trabajadores nuevos. Si lo que queremos es potenciar nuestras industrias para ser capaces de hacer más cosas, necesitamos gente que tiene que vivir dignamente. El Nudo Mudéjar requerirá de mano de obra que hoy no existe. Algunas personas vendrán de forma transitoria y otras se tendrán que quedar. Pero todos tienen que vivir en la comarca y hoy por hoy esto no es posible. Si lo que queremos es generar nuevas actividades y que el territorio crezca para que haya una vuelta de la gente a las zonas rurales que se han ido despoblando durante las últimas décadas, tenemos que facilitarle la vivienda, servicios y comunicaciones. Tenemos que trabajarlo entre todos porque es una necesidad.
-¿Han planteado la problemática de la vivienda abiertamente a las administraciones? ¿Participan en alguna mesa de trabajo conjunta?
-Nosotros somos un actor más que opinamos, pero no tenemos ningún tipo de autoridad. Lo que podemos hacer es simplemente lo que podemos hacer. Estamos establecidos en el territorio, vemos estas dificultades a futuro y damos nuestra opinión para que los actores que toman las decisiones la tengan en cuenta.
-Como empresa que transporta mercancías voluminosas, estarán más interesados que nadie en la conversión de la carretera nacional N-232 en la demandada autovía A-68.
-Si tenemos que ‘exportar’ producto, tenemos que tener unas comunicaciones que nos permitan transportar en las mejores condiciones. Con lo cual en la medida en la que mejoremos la N-232 digamos que nos va a ayudar en nuestros trayectos. Tenemos que trabajar conjuntamente, y así lo intentamos hacer, tanto a nivel local como con la Diputación General de Aragón, con la que también tenemos muy buenas relaciones. Hay que mirar hacia el futuro y saber qué es importante para todos.
-¿Se ha resuelto ya el problema de las telecomunicaciones en la Venta del Barro?
-Afortunadamente sí. Era una pena que una planta como esta, con la importancia que tiene, no tuviera fibra. Hoy ya podemos decir que la tenemos. Nos ha costado mucho pero veámoslo en positivo: ya la tenemos, la estamos disfrutando y esto nos aporta una gran ventaja competitiva.