Gerardo Villarroya, embajador del Pacto Europeo por el Clima: “El Matarraña y el Maestrazgo deberían ser protegidos como parques naturales”
El ingeniero alcorisano desarrolla un proyecto de autoconsumo basado en minihidroeléctricasA sus 30 años, el alcorisano Gerardo Villarroya ha sido nombrado como uno de los 16 embajadores del Pacto Europeo por el Clima en España por su compromiso con el medio ambiente. Ingeniero de caminos especializado en la rama hidráulica y medioambiental, desarrolla un proyecto de autoconsumo energético basado en pequeñas centrales hidroeléctricas apoyadas en minieólica y fotovoltaica. Colabora con el Centro de Estudios Locales de Alcorisa y es miembro del club de escalada Trepadores Cavernícolas y de la Plataforma a favor de los paisajes de Teruel.
-¿Cómo llega a ser embajador del Pacto Europeo por el Clima?
-Después de un proceso de selección que convoca la Unión Europea y al que puede presentarse todo el mundo. La semana pasada me confirmaron que pasaba a formar parte después de una especie de entrevista de trabajo. Siempre me ha gustado el activismo y especialmente la lucha contra el cambio climático, que es algo que nos afecta a todos. Me motiva cambiar las cosas. Este es el momento. No tenemos otro planeta.
-¿Qué requisitos se tienen en cuenta para la designación?
-Se tenía en cuenta la descripción de tu perfil como científico y como particular que tiene interés por revertir la situación climática. También valoran que seas activo y comunicativo. A mí me ayudó mucho un vídeo que realicé hace unas semanas en una actividad de plogging (recogida de basura mientras se hace deporte) que organizamos en Alcorisa.
-¿A qué se dedica?
-Una parte de mi trabajo consiste en desarrollar por cuenta propia algunos modelos de minicentrales hidroeléctricas. La idea es crear un sistema de autoabastecimiento combinándolo con fotovoltaica y eólica para las viviendas. Con cien microgeneradores no necesitamos un aerogenerador de los grandes, y estaremos dando trabajo a muchos instaladores y locales. Mi objetivo es sacar la licencia libre, sin patente, para que realmente tenga sentido medioambiental lo que hago. También pienso que reducir la demanda energética es punta de lanza para frenar el cambio climático.
-Igual que la Plataforma a favor de los paisajes de Teruel, ¿piensa que es mejor la energía distribuida que los macroproyectos de parques renovables?
-Estoy a favor del autoabastecimiento, pero también de que haya una buena red, como es Red Eléctrica de España, que nos proporciona muchos beneficios. No estoy de acuerdo para nada con el modo en que las grandes eléctricas van a entrar de forma salvaje en nuestra provincia, sobre todo en lugares de gran riqueza ambiental y biodiversidad como son el Maestrazgo y el Matarraña. De hecho, soy miembro a título individual de la Plataforma a favor de los paisajes de Teruel, desde donde se está haciendo un gran trabajo. Aunque como ingeniero he estado trabajando en la eólica, en la zona de Muniesa y Fonfría, creo que no es esta la forma en que queremos que se sigan construyendo y haciendo las renovables.
-¿Y cómo debe hacerse?
-Primero hay que hacer una delimitación de los lugares que se deben proteger. Matarraña y Maestrazgo deberían ser parques naturales, a mi modo de ver. Además, hay que hacer una distribución de las centrales eléctricas más equitativa. En Aragón hay un superávit energético que aquí no necesitamos. Nuestros montes tienen un valor y estamos sobreproduciendo para otros porque aquí no tenemos industria. Las eléctricas vienen prometiendo una cifra de empleos que no es cierta y aquí hay mucha gente que ha apostado por el futuro, haciendo inversiones turísticas basadas en los paisajes en los últimos 20 años. ¿Cómo afecta todo esto a esas personas?
-El cierre de la térmica de Andorra es positivo para el medio ambiente, pero no hay demasiadas alternativas para generar el empleo perdido.
-Si desde el principio se hubiera equiparado la producción energética a la industrialización estaríamos en otra situación. Ha habido empresas que han venido y se han marchado. Ahora se intenta paliar con aerogeneradores, pero no es la forma. La fuerza está en nosotros y en no esperar a nadie que venga a solucionarnos la papeleta. Hay que apoyar a pymes, autónomos y emprendedores.
-Vive en Alcorisa, donde hay un movimiento ecologista muy fuerte impulsado por los jóvenes como es Fridays for Future.
-No pertenezco a ellos pero siempre he participado en sus acciones. Les admiro por su valentía y por el trabajo que se ha hecho desde aquí. Son un ejemplo de que la juventud es consciente de la problemática ambiental y no mira para otro lado. Ahora, como embajador, me gustaría seguir trabajando codo con codo con ellos, pero también con otros frentes que hay abiertos en Alcorisa, como el Observatorio frente al Cambio Climático que publica un boletín cada dos meses respaldado por la Concejalía de Medio Ambiente, que a su vez hace un trabajo muy bueno con jornadas medioambientales. También se está peleando para hacer un punto limpio. Además, el Centro de Estudios Locales de Alcorisa es una de las 37 entidades que ha pedido la moratoria renovable al Gobierno de Aragón para trazar un plan de ordenación energético sensato.
-¿Qué tareas tiene encomendadas como embajador?
-Entre los cometidos está seguir con la concienciación social sobre el cambio climático, hacerlo de una forma rigurosa y científica y servir de enlace entre la sociedad y la UE. Se trata de interconectar a los activistas por el clima y llegar a acciones que den forma al mensaje. No me voy a autonombrar coordinador, sino que sumaré con quien ya está colaborando.
-En su descripción en la web del Pacto Europeo por el Clima dice que planta árboles cada año.
-Sí, la plantación es una parte de las jornadas medioambientales que organiza la concejalía. También me gustaría reconocer el trabajo que se está haciendo en Majalinos con las reforestaciones tras el incendio.
-¿La pandemia está arruinando la lucha contra el plástico? ¿Nos hemos vuelto más individualistas y consumimos más residuos?
-Al comprar un paquete de galletas adquirimos tres envases de plástico y uno de papel. El Gobierno debería regular el exceso de plástico y el plástico usado con una ley de envases. Prescindir de él no está reñido con la higiene ni con el diseño. Hay un exceso de material que es perjudicial.