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Gastronomía de Madagascar para dar un sabor solidario al Festival Aragón Negro Gastronomía de Madagascar para dar un sabor solidario al Festival Aragón Negro
Javi vigila la parrilla de su restaurante, donde tiene lugar el Festival Aragón Negro. Káralom

Gastronomía de Madagascar para dar un sabor solidario al Festival Aragón Negro

Un restaurante de Alloza se estrena en el evento con una propuesta social, ecológica e inclusiva
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Gastronomía y literatura en escasas ocasiones van de la mano; y mucho menos si se trata de novela negra. Sin embargo, la novena edición del Festival Aragón Negro, que durante el mes de mayo tiene lugar en 26 sedes repartidas por toda la comunidad aragonesa, pretende incluir una notable novedad en la celebración de este año. Las tres provincias contarán con su representación gastronómica, aunque cada una enfocará su vinculación con el género negro de una manera diferente a la otra.

En el caso de Andorra, el establecimiento que participa en esta sección del Festival es La Ojinegra de Alloza, que propone un conglomerado de actividades con carácter social, ecológico e inclusivo con el objetivo de recaudar fondos para el Proyecto Willka, una iniciativa para la construcción de un comedor en las escuelas de Willka, una aldea de Madagascar.

La sección Aragón Negro Gastronómico pretende dotar al sector hostelero de contenidos atractivos, novedosos, originales, y generar nuevos argumentos que permitan dinamizar los negocios. La idea inicial de los organizadores es que cada establecimiento encontrase su vinculación con una obre, literaria o cinematográfica, del género negro con el objetivo principal de elaborar platos que pudieran ajustarse a la esencia de un festival que cumple nueve ediciones.

Un corto de Carlos Gómez

En el caso de La Ojinegra de Alloza la opción elegida ha sido un corto cinematográfico del productor Carlos Gómez, que recibe el nombre de 56. La pieza  cuenta la lucha de 3 niños de una aldea de Madagascar para conseguir 56 kilos de arroz, siendo este el precio que se les exige para poder asistir a la escuela. Desde el restaurante turolense reconoce que “después de mucho leer, ver, llorar y comentar, encontramos la “peli” que nos enamora y con la que nos sentimos cómodos para representar nuestra propuesta en forma de mensaje esperanzador”

Y es que el establecimiento de Alloza intentó mostrar mediante una propuesta gastronómica dinámica a la par que cautivadora la esencia de la novela negra, reflejada en el cartel promocional de la novena edición del Festival Aragón Negro: “Como en el argumento de una novela negra, en los ojos del niño soldado del cartel veo miedo, violencia e injusticia. Veo una víctima que se defiende de su verdugo capitalista y que lucha por sus derechos humanos”, reconocen Javi y Belén, propietarios del restaurante.

Una llamada desconcertante

Precisamente esa reflexión fue la que les hizo tomar la decisión de formar parte del FAN, al ver “clara nuestra acción”. En un primer momento, la invitación para formar parte de un festival de novela negra desconcertó a los dueños de La Ojinegra. “Pero si nosotros no somos muy de negro, sino de verde”, pensaron en un principio. Sin embargo, tras varias semanas de información y recopilación de ideas consideraron que la idea podía resultar positiva tanto para ellos como para sacar adelante la acción benéfica que se propusieron.

De tal manera, el restaurante de Alloza apostó por una gastronomía similar a la de Madagascar, con adaptaciones necesarias al producto local. Siguiendo la tradición africana, La Ojinegra optó para la cita por tres variedades distintas de arroz ecológico. El cebú, raza local de vaca con joroba, fue sustituido por la ternera Pirenaica y el pescado azul por producto de pesca sostenible. Todos los platos tuvieron un componente de inclusividad ya que fueron sin gluten y aptos para veganos, vegetarianos y omnívoros.

Diversas acciones

A pesar de que el Festival Aragón Negro se desarrolla durante todo el mes de mayo, las acciones programadas en el establecimiento turolense para la sección Aragón Negro Gastronómico arrancaron el viernes y tuvieron su jornada más importante durante el día de ayer.

La propuesta gastronómica de La Ojinegra arrancó hace tres días con una jornada de comida a domicilio en la que la comida tradicional de Madagascar se llevó el protagonismo. La romazava, la tilapia y el akoho se unieron al arroz con leche de cabra y canela de Madagascar y al original arrozCoco’n Vainilla de Madagascar. Sin embargo, el viernes no fue el único día en el que la gastronomía típica de Madagascar pudo ser degustada, ya que durante la jornada dominical las puertas del restaurante ecológico volvieron a abrir para trasladar a los comensales frente a la costa sureste del continente africano.

El cortometraje de Carlos Gómez fue el gran protagonista de la cita, ya que desde primera hora se visionó y todas las actividades que se realizaron giraron en torno a la pieza cinematográfica. A las 11:00, el propio Carlos Gómez realizó una introducción y presentó 56. Tras el visionado, se llevó a cabo un taller de tostado de especias al fuego de leña, con la intención de trasladar a los allí presentes a la mística isla africana durante el segundo visionado del cortometraje. Por último llegó el momento de llenar los estómagos con una nueva oportunidad para degustar los platos típicos de Madagascar, en un menú compuesto de nuevo por la romazava, la tilapia y el akoho.

El menú pretende dar a conocer la gastronomía africana y mantener la esencia del Festival Aragón Negro, al mismo tiempo que se da fuerza a una causa solidaria como la que lleva a cabo el proyecto Wilka. Con la adquisición de cualquiera de los manjares africanos que La Ojinegra preparó durante la jornada de ayer se donará un euro y medio a la causa solidaria.

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