Endesa inicia los trabajos de desmantelamiento del antiguo parque de carbones de la central de Andorra
Un 80 % de los trabajadores que desmontarán la térmica serán de empresas auxiliares y de la zonaEste jueves han comenzado en Andorra los trabajos de desmantelamiento de la central térmica, que se prolongarán durante cuatro años y tendrán un coste aproximado de 60 millones de euros, empleando directamente a unas 140 personas, de las cuales se calcula que el 80 % serán del territorio.
Así lo han explicado el director general de Endesa en Aragón, Ignacio Montaner, y el jefe de proyecto de Ingeniería y Construcción, José Luis Villabrille, en declaraciones a los medios de comunicación junto al antiguo parque de carbones, donde ha comenzado el primero de los trabajos de campo contemplado en el proceso de desmantelamiento de la planta.
Esta actuación tendrá una duración estimada de ocho meses y consiste en la demolición y desmantelamiento de los equipos que se utilizaban para la descarga, almacenamiento, homogeneización y transporte de carbones hasta la zona de molinos de las calderas, como máquinas recogedoras, apiladoras, cribas o cintas.
Según ha detallado Montaner, el antiguo parque de carbones tiene una superficie aproximada de 70 hectáreas, que permitirán generar 70 MW después de que realizar un exhaustivo análisis del estado de suelos con mano de obra en su mayoría local.
"Al final de la semana había aquí trabajando más de 50 personas, de las cuales más de 35 eran de Andorra", ha dicho el director general de la compañía eléctrica en Aragón, añadiendo que con el calendario que hay marcado en el primer trimestre de 2021 se generarán alrededor de 70 contrataciones, que ascenderán a 100 a lo largo del segundo semestre.
En este sentido, Montaner ha asegurado que el compromiso de Endesa era intentar que los trabajos de demolición y construcción de los nuevos parques fueran "lo más rápido posible y se acercaran a la fecha del cierre de la central", pero ha reconocido que el coronavirus y "diversas circunstancias" habían retrasado en siete meses su comienzo.
De forma paralela a la actuación en el parque de carbones, se están preparando también los trabajos en el interior de las torres de refrigeración, que comenzarán en abril y que consistirán básicamente en la retirada de elementos internos, como trabajo previo a la demolición de las estructuras.
"No es tan fácil desmantelar una central térmica, es un proceso largo que conlleva una serie de proyectos que tenemos que hacer con extremo cuidado", ha indicado a este respecto Villabrille, quien ha considerado que el aspecto de seguridad y medio ambiente es "clave" para la compañía.
Villabrille ha precisado que, aunque los trabajos de desmantelamiento ya han comenzado en el antiguo parque de carbones, todavía se siguen desconectando zonas, como las calderas y las turbinas, y ha justificado que el apagado debe de ser gradual y progresivo, aunque también es necesario liberar zonas para desarrollar las renovables.
"Esto es lo que nos ha hecho activar el inicio de los trabajos de demolición, inmediatamente al tener la licencia, y hemos empezado por el parque de carbones, porque aquí viene un proyecto que nos va a estar pidiendo paso en el primer semestre de 2022", ha señalado, aludiendo a la construcción del parque fotovoltaico incluido en la segunda fase del proyecto Futur-e de Endesa.
Villabrille también ha subrayado que en torno al 80 o 90 por ciento del material que se desmantelará se recuperará, en el marco del plan de vigilancia ambiental, lo que significarán alrededor de 58.000 toneladas según el estudio previo, que serán cortadas, troceadas, y valorizadas, dependiendo de la clasificación por el tipo de residuo.
El proyecto de desmantelamiento de la central térmica de Andorra tiene la singularidad de compatibilizar los trabajos de demolición con actuaciones de desarrollo de futuros parques de generación eléctrica de origen renovable en el mismo emplazamiento, que se realizarán en tres fases que se espera que culminen a principios de 2026.