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Endesa considera "un fracaso de todas las partes" la ruptura de las negociaciones por el convenio colectivo

Se compromete a poner todos los medios para alcanzar un acuerdo "justo y razonable" para todas las partes "lo antes posible"
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El presidente de Endesa, Borja Prado, ha lamentado "profundamente" la situación de ruptura en que se encuentra la negociación entre la dirección de la empresa y los sindicatos para un nuevo convenio colectivo y ha considerado que es "un fracaso de todas las partes".

En respuesta a la pregunta de los accionistas, Prado, en su última junta como presidente de la compañía tras una década en el cargo, mostró el compromiso de la empresa a facilitar "todos los medios" para alcanzar un acuerdo "justo y razonable" para todas las partes "lo antes posible".

Así, subrayó que es necesario, a pesar de la actual situación de ruptura y enfrentamiento con los sindicatos, alcanzar un acuerdo para que se pueda disponer de un nuevo convenio colectivo que permita tener una empresa "más flexible y moderna para competir en este nuevo mundo más digital".

Prado afirmó que con el recorte en el caso concreto del suministro eléctrico gratuito para los empleados activos y pasivos, solo se trata de "poner racionalidad" y regular unos niveles de consumo "fuera de toda lógica".

El hasta hoy presidente de Endesa también defendió el papel de la italiana Enel, máximo accionista de la energética española con una participación del 70%, como un socio "que apoya y contribuye a nuestro crecimiento". "Todas las operaciones corporativas, inversiones y desinversiones, se han realizado con el objetivo principal de añadir valor a sus accionistas", dijo.

Las protestas contra la gestión de la compañía, así como su máximo accionista, la italiana Enel, y la ruptura de las negociaciones del nuevo convenio colectivo, que ha supuesto el recorte los beneficios sociales -entre ellos la luz gratis- de 36.000 empleados, prejubilados y retirados, monopolizaron prácticamente el turno de preguntas en la junta general.

De hecho, varios cientos de protestantes movilizados por los sindicatos y procedentes de toda España copaban los alrededores del recinto donde se celebró la junta en esta ocasión, el Hotel Madrid Marriott Auditorium, en lugar de, como era tradicional, en la sede de Endesa. Prado justificó este cambio de escenario para la junta general de accionistas en unas obras en la sede social de la compañía en Madrid y a "motivos de seguridad".

Así, accionistas y exempleados de la energética aprovecharon ese turno de preguntas para exigir "el cambio de rumbo" de la compañía, ya que está "en riesgo el futuro a medio y largo plazo" y para pedir a Enel que adquiera "un compromiso" con los empleados y deje su política "únicamente dirigida a aumentar los dividendos".

"Es Viernes de Dolores ¡vaya calvario!", exclamó en su intervención un accionista, añadiendo que a esta empresa "no la conoce ni la madre que la parió, con recorte tras recorte". "Esta Endesa-Enel ni escucha ni negocia, ni quiere saber nada de los trabajadores, ni de los activos y menos de los pasivos. Solo tiene un fin, hacer dinero rápido expoliando año tras año a la empresa", recriminó.

También tomó la palabra en el turno de preguntas el secretario general de la sección sindical de UGT FICA, Manuel Jaramillo, que denunció la situación en la que se encuentra la que fuera "joya de la corona" y exigió un proyecto global de futuro que permita "la viabilidad y estabilidad" de la empresa y que suponga "estabilidad en el futuro".