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Encuentran en Aguaviva una necrópolis ibérica con al menos 20 túmulos Encuentran en Aguaviva una necrópolis ibérica con al menos 20 túmulos
El equipo de arqueólogos trabajando en la zona esta semana

Encuentran en Aguaviva una necrópolis ibérica con al menos 20 túmulos

Un equipo de arqueólogos ha excavado una tumba esta semana
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El Taller de Arqueología de Alcañiz terminará esta semana la exploración de la primera de las tumbas de una necrópolis ibérica localizada en La Vall del Moliners de Aguaviva, en la que se han detectado, tras las primeras investigaciones arqueológicas, alrededor de veinte túmulos alineados en una pequeña elevación de terreno, muy cerca de un asentamiento ibérico de grandes dimensiones denominado Vilarets, ubicado a apenas un kilometro al este del núcleo urbano.

La necrópolis fue hallada por casualidad, durante las obras de construcción de un camino de servicio rural. Con el movimiento de tierra, la maquinaria destruyó algunos túmulos, según explicó el arqueólogo José Antonio Benavente, director de la excavación, y allí mismo aparecieron “algunos fragmentos metálicos, principalmente brazaletes”. 

Con la visita de los expertos al lugar, “comprobamos que se trataba de una necrópolis de túmulos ibéricos muy parecidos a los que habían sido excavados cerca del poblado El Cabo de Andorra”, sobre los que el mismo equipo que interviene ahora en La Vall del Moliners publicó una detallada monografía en el año 2015. 

Esta primera prospección arqueológica se ha llevado a cabo a través del Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón, que ha realizado el trabajo de investigación junto con un equipo de arqueólogos especialistas en este tipo de intervenciones, “en colaboración con la Asociación del Parque Cultural del Maestrazgo”, entidad a la que el programa de investigación del Patrimonio Cultural Aragonés del Gobierno de Aragón concedió una subvención por un importe de 3.568 euros, lo que supone el 80% del presupuesto inicialmente previsto para la intervención de este año.

Las catas hasta ahora realizados se han centrado en la excavación de un  túmulo de planta circular de 3,80 metros de diámetro, construido mediante un empedrado de mampuestos de caliza dispuestos en dos anillos concéntricos del que ha desaparecido  su tramo meridional como consecuencia de la erosión y la pendiente del terreno. En el interior del túmulo, que no dispone de cámara sepulcral, cista ni urna funeraria de cerámica, se han localizado restos de huesos humanos incinerados junto a algunos fragmentos de brazaletes y objetos metálicos de adorno de cobre o bronce también muy afectados por el fuego. 

La actuación en la necrópolis de La Vall del Moliners está promovida por la Asociación Parque Cultural del Maestrazgo en colaboración con el Ayuntamiento de Aguaviva y el Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón y se inscribe dentro del programa de investigación del mundo funerario ibérico de esta última entidad. 

La excavación y estudio de esta necrópolis está dirigida por el arqueólogo José Antonio Benavente, gerente del Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón, y en ella participa un equipo integrado por los arqueólogos Salvador Melguizo, de la Universidad de Zaragoza y Raimon Graells del Museo de Mainz (Alemania) y el antropólogo Ignacio Lorenzo. En los trabajos colaboran voluntarios de Aguaviva y del Taller de Arqueología de Alcañiz. 

 “Este año queríamos al menos documentar esta necrópolis en superficie, determinar los túmulos que hay y excavar uno de ellos para comprobar qué resultados obteníamos”, explicó el arqueólogo José Antonio Benavente, que valoró los resultados como “buenos”.

Variantes de enterramientos

La tumba que ha sido excavada no cuenta con urna como es habitual en otros túmulos, sino que “simplemente parece que se colocaron dentro del enterramiento los huesos incinerados con distintos fragmentos metálicos, principalmente brazaletes, lo cual indicaría que dentro del mundo funerario ibérico hay muchas variantes”, reflexionó el experto. En este sentido, insistió en que “no todas las tumbas tienen urnas cerámicas, y en algunas puede incluso haber más de un enterramiento”. Sobre el tipo de necrópolis que se han encontrado en Aguaviva, el arqueólogo manifestó que “conforme avance la investigación se verá qué variantes de enterramiento presenta y qué particularidades, porque estamos acostumbrados a que no sean esquemas cerrados”.

La exploración realizada esta semana ha documentado también un pequeño depósito circular con cenizas y numerosos fragmentos de adornos metálicos semifundidos , sobre todo brazaletes, alguna fíbula (imperdible), etc”. Sin embargo, dentro de este depósito “no han aparecido cerámicas ni huesos”, explicó el director de los trabajos. Los investigadores tendrán que investigar por qué está vacío. La primera hipótesis con la que se trabaja es que “quizá tenga que ver con los rituales de incineración de los cadáveres o de los objetos personales que llevaban”, apuntó.

Siglo VI antes de Cristo

Según Benavente, ésta es una necrópolis “importante” en cuanto a su tamaño que dataría del siglo VI antes de Cristo, si bien está previsto realizar dataciones por el método de C14 para confirmarlo de forma definitiva. “Lo que nos indica es que podría haber existido una variante de enterramientos de los inicios de época ibérica en la zona que son diferentes a los que se han localizado en Alcañiz, en la Comarca del Matarraña, en las cuencas bajas del Guadalope, Maestrazgo o en Gandesa”. No en vano, “estamos detectando un conjunto de necrópolis que tienen como característica principal las tumbas empedradas circulares”, una configuración física que ha sido clave, según el arqueólogo, para que hayan pasado desapercibidas durante siglos. “Se ven menos cuando se observa el paisaje y posiblemente eso ha sido un motivo por el que se hayan conservado tan bien hasta nuestros días. De hecho, muchas están intactas”, a diferencia de las tumbas de vista excéntrica con caja sepulcral, que son típicas en el Bajo Aragón y Matarraña, que tienen metro y medio de altura y la mayoría de las cuáles han sido expoliadas con los años. Este tipo de necrópolis con túmulos circulares han sido localizadas, hasta ahora en Andorra, La Ginebresa y Aguaviva. 

Camino del Bergantes

Según el director de la excavación, estas necrópolis podrían formar parte “de un grupo de enterramientos que podría tener relación con el camino natural de comunicación del Bergantes.

Benavente comentó que el Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón quiere “continuar los próximos años con la excavación, porque los resultados parece que serán interesantes”. Además, dijo, esta investigación es una oportunidad para poner este patrimonio en valor como recurso cultural de Aguaviva y el entorno del río Bergantes.