El Tren del Tambor para en La Puebla de Híjar y hace las delicias de 200 viajeros
El Cese de los toques asombra a visitantes con un marcado perfil de turismo culturalEl Tren del Tambor volvió este Sábado Santo a estacionar en La Puebla de Híjar de la mano del ayuntamiento poblano y la Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y Tranvías (AZAFT), que estrenó la temporada de circulación del Tren Azul con un viaje entre Zaragoza y la localidad del Bajo Martín para divulgar la singular Semana Santa de la Ruta del Tambor y Bombo entre los 200 viajeros que coparon las plazas habilitadas.
El Tren Azul lleva siendo Tren del Tambor desde 1991. Tras algunos años de parón, el consistorio de La Puebla de Híjar lo recuperó en 2019 y tras la pandemia lo reactivó. Y además con gran éxito, pues ayer llegó completo para presenciar uno de los actos más sobrecogedores de la Ruta: el Cese del toque a las 22:00 horas del Sábado Santo.
El Tren Azul es un museo ferroviario sobre raíles que recrea un convoy. Su composición está formada por coches de viajeros históricos de distinta tipología, utilizados a lo largo del siglo XX en los grandes expresos europeos. El viajero puede vivir un viaje por diferentes épocas y formas de desplazarse, pasando por coches restaurante de la antigua Compañía Internacional de Coches Cama (la empresa del mítico Orient Express), vagones cama, salones de lujo e incluso el furgón postal en el que viajaba el personal de Correos preparando la correspondencia sobre la marcha. De hecho, esta es la única oficina ambulante postal en circulación en activo.
Esta composición ferroviaria tomó este sábado su salida en la zaragozana estación de Delicias a las 10:44 horas, realizó una parada en Goya a las 10:51 para recoger más viajeros y se desplazó hasta La Puebla para hacer su entrada al filo del mediodía. Allí fue recibida por cuadrillas de tambores y bombos vestidas de negro, dando lugar a un momento muy emotivo para viajeros y visitantes a pie de andén.
De la paella al Cese
Una vez en destino, los viajeros del Tren Azul pudieron disfrutar de varias actividades como una paella popular en el salón multiusos El Charif y una visita guiada al casco antiguo. También presenciaron la procesión general de traslado de las imágenes al Calvario y el desfile de alabarderos. El acto estrella de la jornada fue sin duda el Cese del toque de tambores y bombos, un acto inverso a Romper la Hora que puso punto y final al estruendo y a la actividad turística. Tras esta jornada festiva y cultural, el Tren Azul recogió a los viajeros para llegar a Zaragoza al filo de la medianoche. Durante la jornada hubo una matasellos especial conmemorativo en la estafeta de Correos, que se instaló en el porche del ayuntamiento.
Este tipo de turistas “es gente con interés y ganas de saber. Les preocupa cada detalle: el tercerol, el toque de cada tambor o cualquier rincón del pueblo que les enseñamos; vienen con una capacidad de absorber y nosotros mismos nos damos cuenta de que tenemos un valor etnográfico” y elementos patrimoniales “que son dignos de enseñar”, valoró el alcalde de La Puebla, Pedro Bello, quien señaló que la iniciativa va “camino del 25 aniversario” desde su estreno.
El regidor valoró el Tren del Tambor como el “acto publicitario y de imagen principal del año” para La Puebla. Además, es “el hecho diferencial con los demás municipios de la Ruta del Tambor y Bombo, suma para el global de esa marca y para nosotros es un orgullo”, añadió Bello.
Por otra parte, sirve para reivindicar que en el noreste de la provincia hay una infraestructura ferroviaria “que casi no se conoce, pero tenemos un ramal con unas estaciones en La Puebla y Samper de Calanda que tienen un valor y que además nos traen riqueza; nos la han traído desde hace 150 años y nos la tienen que seguir trayendo ahora”.
Una experiencia “genuina”
Para Benjamin y Davinia, la de este sábado era la primera experiencia en el Tren del Tambor y también en la Semana Santa del Bajo Aragón, aunque él sí que había hecho algún viaje en el Tren Azul. “Ha sido súper chulo. Es una experiencia diferente, genuina. Lo mejor ha sido bajar y ver a todos con los tambores. Hay sido muy bonito y especial, muy romántico”, dijo ella. “Con la comida, el tren y los tambores es una experiencia completa”, valoró él.
“Es como un viaje en el tiempo el trayecto en tren, pero al llegar a La Puebla vives una experiencia diferente y tradicional. Ver que hay tanta gente que comparte esa misma idea es muy bonito”, concluyó Davinia.
Para María, que acudió con una amiga, también era la primera vez, tanto en el Tren Azul como en la Ruta del Tambor y Bombo. “Me tiembla todo el cuerpo”, dijo emocionada tras bajar al andén y ser recibida por centenares de tambores y bombos. “Hemos ido en el salón presidencial, todo de madera y muy bien, muy cómodo”.
Chimo Peralta fue uno de los tamborileros que recibieron a la comitiva. “Es bonito el acto porque viene gente a ver otro tipo de Semana Santa que no es la de los pueblos más grandes de la Ruta”, dijo. “Ya había venido a recibirles años anteriores para contribuir a la expansión del Bajo Aragón”, destacó, y “todos los años nos hemos juntado bastante gente”.