El Tambor de Honor de La Puebla de Híjar viaja en tren hasta Zaragoza este 2023
El presidente del Gobierno de Aragón asistió a los actos de la tarde en Urrea y estuvo luego en AndorraLos integrantes de la Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y del Tranvía (Azaft) recogieron el Tambor de Honor de La Puebla de Híjar por el trabajo desarrollado desde 1991 para impulsar la Semana Santa de esta localidad a través del Tren del Tambor, que une la capital aragonesa y el Bajo Aragón. Por otro lado, el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, tomó parte en varios de los actos de la tarde en Urrea de Gaén y por la noche vivió el Romper la Hora en directo en la localidad de Andorra.
El presidente de la Azaft, Carlos Abadías, agradeció el premio y, sobre todo, el recibimiento que siempre les hacen los poblanos. Destacó la apuesta “por el tren histórico como un medio para atraer a la gente hasta el Bajo Aragón”. Además, aseguró que el “redoble de los tambores y el de las locomotoras a vapor” casan a la perfección.
El Ayuntamiento homenajea así a la Azaft porque, tras más de 30 años, el Tren del Tambor es “una seña de identidad y uno de los principales atractivos turísticos” poblanos. Los miembros de la Azaft dieron la señal de Romper la Hora por la noche.
Los Palillos del Cese del pasado año los recogieron este 2023 los profesores de la Escuela Infantil del Tambor de La Puebla, Manuel Calzada y Ángel Mendoza, “puntales de esas pequeñas cosas que hacen de La Puebla lo que es”, según explicó el alcalde, Pedro Bello. Mendoza destacó que su pretensión va más allá de enseñar y es “inculcar la pasión por la percusión”, algo que, a juicio de su compañero Manuel Calzada, “se lleva en la sangre”.
Por otra parte, Lambán definió en Urrea la Semana Santa del Bajo Aragón como “un elemento cultural que identifica a Aragón en el mundo entero” y destacó que “estremece y emociona” a lugareños e invitados. Estuvo con la consejera de Presidencia del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez, quien calificó el sonido de los tambores de “emocionantes” y reconoció que “cuesta contener las lágrimas con los primeros toques”.